Los volúmenes 1 y 2 de estas Crónicas no existen. Al menos no en el sentido convencional. Los sucesos sí se dieron, pero nadie los ha plasmado aún en un relato formalmente estructurado, aunque sin duda están registrados en el Libro de las Memorias del Altísimo Dios.
Si dichos volúmenes existiesen, el primero comprendería las actividades de un tal Ángel Hernández - mejor conocido en el mundo eclesial como Hermano Ángel. Fue un profeta asentado en la región montañosa de Valle Bonito, Comayagua, desde donde fundó la Asociación Seguidores de Jesucristo. (Puedes aprender más de su ministerio en su libro Un Mejor Maestro, de Editorial PROMUNA.)
Muchas señales milagrosas seguían a este hombre de Dios, pero lo que más recuerdo de él es su humildad y su espíritu de servicio. Quizás eran los milagros los que atraían a tantas personas de dentro y fuera del país, pero creo que fueron sus virtudes las que le permitieron influir directamente en muchos ministros de Honduras, sin distinción de nivel socio-económico, político, o educacional. Fue a Hermano Ángel a quien le dijo el Señor: Consígueme dos o tres comprometidos con mi Nombre en cada pueblo, aldea, y caserío de Honduras, y Yo la transformaré. ¡Menuda tarea!
Antes de partir con el Señor, el Hermano Ángel fue visitado en el hospital por dos de sus hijos espirituales: Rigoberto Sosa y Emma Pinel de Sosa (mi madre) - mejor conocidos en el mundo eclesial como Hermano Rigo y Hermana Emma, respectivamente. Desde su lecho, Hermano Ángel les dictó sus últimas instrucciones: ¡Terminen la obra que yo comencé!.
El segundo volumen, pues, se referiría a Hermano Rigo, Hermana Emma, y Ministerio Un Nuevo Amanecer (MUNA) - el ministerio apostólico-profético que fundaron en La Lima, Cortés. Han ministrado personalmente por todo el territorio hondureño, así como en incontables misiones internacionales. Han llevado el poderoso evangelio de Jesucristo más allá todavía a través de todo tipo de medios de comunicación. Han sido inspiración y bendición para miles, dentro y fuera de Honduras. (Puedes aprender más de su ministerio en docenas de libros escritos por Hermana Emma y publicados por Editorial PROMUNA, así como en su página web muna.hn.)
Saturday, December 23, 2017
Introducción
HONDURAS 2030
Honduras es una república democrática en el corazón de Centro América. Su extensión territorial de 112,492 km² colinda al norte y al este con el mar Caribe, al sureste con Nicaragua, al sur con el golfo de Fonseca, al suroeste con El Salvador, y al oeste con Guatemala. Su capital política es el Distrito Central (formado por las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela) y su capital industrial es San Pedro Sula. Honduras está organizada en 18 departamentos, y su población supera los 10 millones de habitantes, provenientes de diferentes grupos étnicos.
Aunque hoy parezca increíble, a la vuelta del siglo XXI Honduras era conocida mundialmente como una nación subdesarrollada, violenta, y corrupta. Su milagrosa transformación vino a cabo a partir del fenómeno conocido como “el Nuevo Amanecer” de la segunda década del siglo XXI.
En el momento más oscuro de su historia, y gracias al trabajo espiritual que años atrás hicieran los “abridores de pozos”, la tierra hondureña se encontró lista para ser anegada por las aguas profundas del Espíritu Santo. Dios levantó un nuevo ejército de intercesores caracterizado por la inclusión de mujeres, jóvenes, y niños, en todo el territorio nacional. Organizados en “compañías”, los guerreros de oración aprendieron a orar con mayor profundidad y revelación divina. Cuando tres y hasta cuatro generaciones se alinearon para profetizar, inició el proceso de sanidad de la tierra.
Tras ellos vino el cambio de la adoración bajo diseño. Por toda la república se establecieron altares de adoración; y los adoradores llegaban hasta ellos por aire, tierra y mar. Hubo altares de adoración esporádicos, así como sitios establecidos como lugares de adoración exclusivamente. Cada canto hecho en prisión redundó en terremoto de liberación; cada canción de júbilo, en libertad para el pueblo. Así, Honduras en sí se convirtió en un gran altar nacional que atrajo la gloria de Dios y activó el mayor avivamiento de la historia hondureña.
Luego vino una ola de evangelización que llevó las buenas nuevas de salvación por todo el territorio nacional. La voz de los evangelistas llenó los parques, los buses, las calles, y las plazas. Volvieron a escucharse las canciones del Cristo que sana, libera, y salva. Niños y jóvenes, mujeres y varones, pobres y ricos, eran liberados de enfermedades y de todo tipo de opresión demoniaca. En todo lugar había milagros; jóvenes y viejos igualmente eran bautizados por el Espíritu Santo.
La tierra había sido arada, sembrada, fertilizada y regada. La semilla germinó, creció y dio su fruto. Cuando los campos estuvieron listos, vino la cosecha más grande de la historia de la República de Honduras. La ola de salvación no fue determinado por el gobierno, pero la ola de salvación llegó hasta el gobierno.
Las esferas políticas y judiciales fueron sacudidas. El Señor sacó de las cuevas a todas las zorras que habían dañado Su viña. Como con una escoba, barrió en todos los edificios gubernamentales - debajo de las alfombras, en las esquinas, y en los rincones. Su ola de purificación derribó la corrupción del gobierno y del sacerdocio que se había alineado con los carteles criminales. El Señor levantó una estructura completamente nueva. Una nueva Honduras.
El Nuevo Amanecer introdujo una era de paz y justicia social nunca antes vista. En medio del jubileo hondureño surgieron economistas que entendieron cómo sanar la economía. La condonación de deudas internas quebró en Honduras el ciclo de pobreza, y redundó en una condonación de deudas externas que precipitó el ciclo de abundancia. El nuevo plan económico erradicó la miseria así como las ganancias deshonestas, reduciendo la otrora descomunal brecha entre ricos y pobres.
El territorio de Honduras es muy variado - desde montañas y elevadas planicies hasta llanos y valles - cruzados por ríos más o menos caudalosos y algunos navegables. En el pasado fueron muchos los estragos de los huracanes, las inundaciones y de las sequías. Pero con el “Nuevo Amanecer” aun la precipitación se reguló y la tierra fue liberada de la maldición. La productividad de los valles aumentó exponencialmente, dando como resultado no sólo el incremento de las exportaciones y la prosperidad de los agricultores, sino también la implementación de estándares de responsabilidad ecológica y social por encima de los requerimientos mundiales. Pero quizás su mayor beneficio es el que se dio en la forma de una seguridad alimentaria accesible para todo el pueblo.
Esto redundó a una mejor alimentación, mejores sistemas de salud, y a la niñez de mayor capacidad de aprendizaje del hemisferio occidental. El sistema educativo se alineó a un nuevo mercado estudiantil así como a la necesidad de formar estudiantes que pudieran desarrollarse en nuevas tecnologías. Los currículos de educación pública incorporaron materias empresariales, así como todo tipo de avances en medios de comunicación y de creatividad artística.
Entonces se activó a una nueva generación de empresarios. La inspiración divina les trajo grandes innovaciones tecnológicas y propiedad intelectual capitalizable. La dirección divina los llevó a abrir nuevos negocios, nuevos rubros, y nuevos mercados.
En la tercera década del siglo XXI, exploradores hondureños encontraron yacimientos de plata y otros minerales en las montañas. De allí que surgieran las estructuras para la correcta explotación minera que hoy son modelo para muchas naciones.
También la industria pesquera tuvo un renacimiento en Honduras y las exportaciones se multiplicaron considerable pero sosteniblemente. Los hondureños aprendieron a aplicar las mejores prácticas a través de diferentes rubros, de manera que aun sus actividades tradicionales - agricultura, comercio, manufacturas, finanzas, y servicios públicos - vieron un beneficio compuesto.
Con todo esto, Honduras fue levantada como nación modelo sobre Centroamérica y entre las naciones. Al ver las maravillas que Dios hacía con Honduras, el mundo se apresuró a establecer con ella tratados comerciales que contribuyeron a darle al lempira el valor que hoy le asegura un lugar como una de las monedas más fuertes y estables del mundo.
Honduras vino a ser conocida como el país más evangélico y honesto de América Latina, y los indicadores de prosperidad y desarrollo de los organismos financieros internacionales la respaldaban como un ejemplo a imitar. De aquí que los confines de la tierra recibieran con brazos abiertos a los millares de misioneros que salieron de Honduras a partir de la tercera década del siglo XXI.
San Pedro Sula, en el pasado conocida como la ciudad más violenta del mundo, vino a ser un ícono de paz y consuelo; de progreso y prosperidad sin límites. A 20 kilómetros al sureste, La Lima es una pequeña ciudad de 100,000 habitantes. Fue declarada "ciudad faro" por los principales organismos culturales mundiales, por haber dirigido en la oscuridad a miles de familias hondureñas y por su papel protagónico en la intercesión y adoración del “Nuevo Amanecer” en Honduras.
En el extremo este del casco urbano de La Lima hay un asentamiento llamado simplemente Campo Dos. Ahí se encuentra la sede de la tribu de adoradores que sirvió de crucial instrumento en la restauración de la República de Honduras. Ésta es su historia…
Honduras es una república democrática en el corazón de Centro América. Su extensión territorial de 112,492 km² colinda al norte y al este con el mar Caribe, al sureste con Nicaragua, al sur con el golfo de Fonseca, al suroeste con El Salvador, y al oeste con Guatemala. Su capital política es el Distrito Central (formado por las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela) y su capital industrial es San Pedro Sula. Honduras está organizada en 18 departamentos, y su población supera los 10 millones de habitantes, provenientes de diferentes grupos étnicos.
Aunque hoy parezca increíble, a la vuelta del siglo XXI Honduras era conocida mundialmente como una nación subdesarrollada, violenta, y corrupta. Su milagrosa transformación vino a cabo a partir del fenómeno conocido como “el Nuevo Amanecer” de la segunda década del siglo XXI.
En el momento más oscuro de su historia, y gracias al trabajo espiritual que años atrás hicieran los “abridores de pozos”, la tierra hondureña se encontró lista para ser anegada por las aguas profundas del Espíritu Santo. Dios levantó un nuevo ejército de intercesores caracterizado por la inclusión de mujeres, jóvenes, y niños, en todo el territorio nacional. Organizados en “compañías”, los guerreros de oración aprendieron a orar con mayor profundidad y revelación divina. Cuando tres y hasta cuatro generaciones se alinearon para profetizar, inició el proceso de sanidad de la tierra.
Tras ellos vino el cambio de la adoración bajo diseño. Por toda la república se establecieron altares de adoración; y los adoradores llegaban hasta ellos por aire, tierra y mar. Hubo altares de adoración esporádicos, así como sitios establecidos como lugares de adoración exclusivamente. Cada canto hecho en prisión redundó en terremoto de liberación; cada canción de júbilo, en libertad para el pueblo. Así, Honduras en sí se convirtió en un gran altar nacional que atrajo la gloria de Dios y activó el mayor avivamiento de la historia hondureña.
Luego vino una ola de evangelización que llevó las buenas nuevas de salvación por todo el territorio nacional. La voz de los evangelistas llenó los parques, los buses, las calles, y las plazas. Volvieron a escucharse las canciones del Cristo que sana, libera, y salva. Niños y jóvenes, mujeres y varones, pobres y ricos, eran liberados de enfermedades y de todo tipo de opresión demoniaca. En todo lugar había milagros; jóvenes y viejos igualmente eran bautizados por el Espíritu Santo.
La tierra había sido arada, sembrada, fertilizada y regada. La semilla germinó, creció y dio su fruto. Cuando los campos estuvieron listos, vino la cosecha más grande de la historia de la República de Honduras. La ola de salvación no fue determinado por el gobierno, pero la ola de salvación llegó hasta el gobierno.
Las esferas políticas y judiciales fueron sacudidas. El Señor sacó de las cuevas a todas las zorras que habían dañado Su viña. Como con una escoba, barrió en todos los edificios gubernamentales - debajo de las alfombras, en las esquinas, y en los rincones. Su ola de purificación derribó la corrupción del gobierno y del sacerdocio que se había alineado con los carteles criminales. El Señor levantó una estructura completamente nueva. Una nueva Honduras.
El Nuevo Amanecer introdujo una era de paz y justicia social nunca antes vista. En medio del jubileo hondureño surgieron economistas que entendieron cómo sanar la economía. La condonación de deudas internas quebró en Honduras el ciclo de pobreza, y redundó en una condonación de deudas externas que precipitó el ciclo de abundancia. El nuevo plan económico erradicó la miseria así como las ganancias deshonestas, reduciendo la otrora descomunal brecha entre ricos y pobres.
El territorio de Honduras es muy variado - desde montañas y elevadas planicies hasta llanos y valles - cruzados por ríos más o menos caudalosos y algunos navegables. En el pasado fueron muchos los estragos de los huracanes, las inundaciones y de las sequías. Pero con el “Nuevo Amanecer” aun la precipitación se reguló y la tierra fue liberada de la maldición. La productividad de los valles aumentó exponencialmente, dando como resultado no sólo el incremento de las exportaciones y la prosperidad de los agricultores, sino también la implementación de estándares de responsabilidad ecológica y social por encima de los requerimientos mundiales. Pero quizás su mayor beneficio es el que se dio en la forma de una seguridad alimentaria accesible para todo el pueblo.
Esto redundó a una mejor alimentación, mejores sistemas de salud, y a la niñez de mayor capacidad de aprendizaje del hemisferio occidental. El sistema educativo se alineó a un nuevo mercado estudiantil así como a la necesidad de formar estudiantes que pudieran desarrollarse en nuevas tecnologías. Los currículos de educación pública incorporaron materias empresariales, así como todo tipo de avances en medios de comunicación y de creatividad artística.
Entonces se activó a una nueva generación de empresarios. La inspiración divina les trajo grandes innovaciones tecnológicas y propiedad intelectual capitalizable. La dirección divina los llevó a abrir nuevos negocios, nuevos rubros, y nuevos mercados.
En la tercera década del siglo XXI, exploradores hondureños encontraron yacimientos de plata y otros minerales en las montañas. De allí que surgieran las estructuras para la correcta explotación minera que hoy son modelo para muchas naciones.
También la industria pesquera tuvo un renacimiento en Honduras y las exportaciones se multiplicaron considerable pero sosteniblemente. Los hondureños aprendieron a aplicar las mejores prácticas a través de diferentes rubros, de manera que aun sus actividades tradicionales - agricultura, comercio, manufacturas, finanzas, y servicios públicos - vieron un beneficio compuesto.
Con todo esto, Honduras fue levantada como nación modelo sobre Centroamérica y entre las naciones. Al ver las maravillas que Dios hacía con Honduras, el mundo se apresuró a establecer con ella tratados comerciales que contribuyeron a darle al lempira el valor que hoy le asegura un lugar como una de las monedas más fuertes y estables del mundo.
Honduras vino a ser conocida como el país más evangélico y honesto de América Latina, y los indicadores de prosperidad y desarrollo de los organismos financieros internacionales la respaldaban como un ejemplo a imitar. De aquí que los confines de la tierra recibieran con brazos abiertos a los millares de misioneros que salieron de Honduras a partir de la tercera década del siglo XXI.
San Pedro Sula, en el pasado conocida como la ciudad más violenta del mundo, vino a ser un ícono de paz y consuelo; de progreso y prosperidad sin límites. A 20 kilómetros al sureste, La Lima es una pequeña ciudad de 100,000 habitantes. Fue declarada "ciudad faro" por los principales organismos culturales mundiales, por haber dirigido en la oscuridad a miles de familias hondureñas y por su papel protagónico en la intercesión y adoración del “Nuevo Amanecer” en Honduras.
En el extremo este del casco urbano de La Lima hay un asentamiento llamado simplemente Campo Dos. Ahí se encuentra la sede de la tribu de adoradores que sirvió de crucial instrumento en la restauración de la República de Honduras. Ésta es su historia…
Thursday, December 14, 2017
Epílogo (parte 2)
Número DOS: Pueblos, aldeas y caseríos.
Hay miles de pueblos, aldeas y caseríos en Honduras. Decenas de miles. No estaba perfectamente claro de qué insinuaba el Señor al mencionármelas, pero tenía una idea. Pero así como cuando no sabes si es en broma o es en serio...
Pero la mañana después de los altares de Adoremos en Honduras 2016, tras desayunar en nuestro hotel de La Esperanza, Abbie comenzó a conversar con una desconocida, como suele hacer con frecuencia la gente con don de gente. En la plática surgió nuestro motivo de estar en esa ciudad. La señora resultó ser una empleada del gobierno que trabaja precisamente con estadísticas de pueblos, aldeas y caseríos a nivel nacional, y prontamente le ofreció a Abbie acceso a ciertas bases de datos. Abbie llegó a la habitación emocionada a contarme de la conexión divina, mientras yo me enteraba que el Señor no había estado bromeando.
Así que temprano del año 2017, me reuní con los chicos, como todos los sábados. Les contaba lo que el Señor me había estado hablado, pero esta vez había algo significativamente distinto. No sólo porque nuestras mentes no alcanzan a entender la noción de miles y miles de altares. Sino porque teníamos la clara convicción de que el ciclo anterior había concluido y habíamos entrado en uno nuevo. Esta ronda incluiría una nueva curva de aprendizaje.
Honduras tiene una extensión territorial de 112,492 kilómetros cuadrados, divididos en 18 departamentos, 298 municipios, 3,731 aldeas y 30,591 caseríos. Sentimos la dirección del Espíritu Santo a concentrarnos en el departamento de Cortés, y programamos visitas a Peña Blanca y El Venado para los primeros meses del año.
Desde hacía algún tiempo, los chicos venían expresando su nostalgia por las primeras misiones, cuando viajábamos todos juntos. Pero ya no son colegiales que pueden darse el lujo de irse por todo un fin de semana, como lo hacían antes. Así que agendamos las misiones para día sábado, saliendo temprano y regresando antes de anochecer. Aun así, nos resultó imposible ir todos juntos en estas excursiones.
Igual, aprendimos mucho. Aprendimos que los espíritus territoriales de los pueblos son diferentes a los de las ciudades, y que las batallas son distintas. Ahí se brega con la sucia, el duende, y el cadejo. Con diferentes manifestaciones de pecado. Con iniquidades de otra índole. Pero lo que permanece constante, es que el Señor se quiere glorificar ahí también.
Si de por sí algunos municipios no tienen parque central, peor en la mayoría de los pueblos. Esto más, algunos ni siquiera tienen iglesia. O cristianos. A este nivel, la dinámica será obviamente distinta. ¡Hay aldeas donde primero habrá que llevar el Evangelio!
Para las vacaciones de Semana Santa, organizamos un retiro para compartir con otros lo que el Señor nos estaba enseñando. Repartimos municipios de Cortés entre los pastores de iglesias MUNA, y asignamos nuestras aldeas a los miembros de IPV. Planteamos el plan general de conquista, en el entendido de que cada aldea es tan diferente que cada quien tiene que aprender a depender del Espíritu Santo para saber qué hacer. Es un tiempo para activar los dones espirituales.
Aunque Adoremos se concentraría en el departamento de Cortés por un tiempo, extendimos a nuestros colaboradores el desafío de tomar sus departamentos o municipios. Pero deberían tomarlo sólo aquellos que oyeran la voz de Dios para hacerlo, y tendrían que operar bajo las instrucciones que el Señor les diere directamente. La Biblia nos enseña que los seres humanos tenemos la tendencia a poner caudillos entre nosotros y Dios, pero que Su deseo es hablar con todos cara a cara.
Número TRES: La bola de boliche.
Lo tercero que el Señor me mostró antes de los altares del 2016 vino en una visión. En ella, un jugador de bolos se acercaba a la raya y soltaba la bola sobre la pista. Eso era todo. Pero entiendo claramente lo que significa. (El Señor habla como Él quiere, y siempre es elocuente.)
No pretendo decir que fuimos los primeros en levantar altares en Honduras. Pero sí creo que tuvimos un impacto. Espiritual, primeramente, pero a nivel eclesiástico también. Sin embargo, nunca el plan fue edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo, y hacernos un nombre. Lo que el Señor nos dio, lo hemos anunciado entre nuestros hermanos. Lo hemos soltado. La bola está en juego.
Sin duda hay otros a los que el Señor tiene haciendo cosas similares. Tu Reino Aquí, por ejemplo, es un joven ministerio interdenominacional que está levantando altares de diverso calibre, mayormente en la zona norte de Honduras. En el 2016, la Asociación de Pastores y Ministros Evangélicos de San Pedro Sula nos invitó a apoyar su proyecto Valle de Sula, Un Altar, cuya meta es levantar altares en cada barrio del Valle de Sula, el primer sábado de cada mes. Además de enviar intercesores y adoradores a Canal 39 para la cobertura en vivo de los altares, enviamos equipos de entrenamiento a las iglesias que se iban sumando.
De hecho, cuando programamos los altares del 2017, fijamos la fecha para el sábado, 7 de octubre. Fue la primera vez en mucho tiempo que lo hacíamos en día sábado. En parte fue porque los lugares eran más cercanos, y la gente podía ir y venir el mismo día. Pero también porque los altares de Valle de Sula, Un Altar y los nuestros se sumarían, indistinguibles los unos de los otros.
Si de verdad queremos ver que el Reino de Dios se establezca en Honduras, tenemos que renunciar a nuestros reinos personales. Después de todo, los reinos de este mundo son todos de Dios y de Su Cristo. Pero para que Él sea Señor en todo, tengo que rendirle mi trono.
El apóstol Pablo escribió que Cristo mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. (Ef, 4:11-12) La obra del ministerio es, pues, de todos los santos - sin importar los títulos. Eso te incluye a ti.
Si este libro es el Volumen 3 de las crónicas de la transformación espiritual de Honduras, entonces el Volumen 4 se escribirá cuando la iglesia aprenda a moverse en concierto con el Espíritu Santo. Cuando cada santo hijo de Dios ande por el Espíritu, se moverá donde el Espíritu Santo dirija y hará lo que Él diga. Entonces seremos una verdadera orquesta, con distintos instrumentos, pero un sólo Director. Y cuando menos acordemos, habrá dos o tres, verdaderamente comprometidos con el Nombre del Señor Jesucristo, en cada pueblo, aldea y caserío de nuestro país.
Entonces veremos la gloria del Señor sobre Honduras.
No sé tú, pero yo estoy muy expectante de ese día. Mientras llega... adoremos.
Hay miles de pueblos, aldeas y caseríos en Honduras. Decenas de miles. No estaba perfectamente claro de qué insinuaba el Señor al mencionármelas, pero tenía una idea. Pero así como cuando no sabes si es en broma o es en serio...
Pero la mañana después de los altares de Adoremos en Honduras 2016, tras desayunar en nuestro hotel de La Esperanza, Abbie comenzó a conversar con una desconocida, como suele hacer con frecuencia la gente con don de gente. En la plática surgió nuestro motivo de estar en esa ciudad. La señora resultó ser una empleada del gobierno que trabaja precisamente con estadísticas de pueblos, aldeas y caseríos a nivel nacional, y prontamente le ofreció a Abbie acceso a ciertas bases de datos. Abbie llegó a la habitación emocionada a contarme de la conexión divina, mientras yo me enteraba que el Señor no había estado bromeando.
Así que temprano del año 2017, me reuní con los chicos, como todos los sábados. Les contaba lo que el Señor me había estado hablado, pero esta vez había algo significativamente distinto. No sólo porque nuestras mentes no alcanzan a entender la noción de miles y miles de altares. Sino porque teníamos la clara convicción de que el ciclo anterior había concluido y habíamos entrado en uno nuevo. Esta ronda incluiría una nueva curva de aprendizaje.
Honduras tiene una extensión territorial de 112,492 kilómetros cuadrados, divididos en 18 departamentos, 298 municipios, 3,731 aldeas y 30,591 caseríos. Sentimos la dirección del Espíritu Santo a concentrarnos en el departamento de Cortés, y programamos visitas a Peña Blanca y El Venado para los primeros meses del año.
Desde hacía algún tiempo, los chicos venían expresando su nostalgia por las primeras misiones, cuando viajábamos todos juntos. Pero ya no son colegiales que pueden darse el lujo de irse por todo un fin de semana, como lo hacían antes. Así que agendamos las misiones para día sábado, saliendo temprano y regresando antes de anochecer. Aun así, nos resultó imposible ir todos juntos en estas excursiones.
Igual, aprendimos mucho. Aprendimos que los espíritus territoriales de los pueblos son diferentes a los de las ciudades, y que las batallas son distintas. Ahí se brega con la sucia, el duende, y el cadejo. Con diferentes manifestaciones de pecado. Con iniquidades de otra índole. Pero lo que permanece constante, es que el Señor se quiere glorificar ahí también.
Si de por sí algunos municipios no tienen parque central, peor en la mayoría de los pueblos. Esto más, algunos ni siquiera tienen iglesia. O cristianos. A este nivel, la dinámica será obviamente distinta. ¡Hay aldeas donde primero habrá que llevar el Evangelio!
Para las vacaciones de Semana Santa, organizamos un retiro para compartir con otros lo que el Señor nos estaba enseñando. Repartimos municipios de Cortés entre los pastores de iglesias MUNA, y asignamos nuestras aldeas a los miembros de IPV. Planteamos el plan general de conquista, en el entendido de que cada aldea es tan diferente que cada quien tiene que aprender a depender del Espíritu Santo para saber qué hacer. Es un tiempo para activar los dones espirituales.
Aunque Adoremos se concentraría en el departamento de Cortés por un tiempo, extendimos a nuestros colaboradores el desafío de tomar sus departamentos o municipios. Pero deberían tomarlo sólo aquellos que oyeran la voz de Dios para hacerlo, y tendrían que operar bajo las instrucciones que el Señor les diere directamente. La Biblia nos enseña que los seres humanos tenemos la tendencia a poner caudillos entre nosotros y Dios, pero que Su deseo es hablar con todos cara a cara.
Número TRES: La bola de boliche.
Lo tercero que el Señor me mostró antes de los altares del 2016 vino en una visión. En ella, un jugador de bolos se acercaba a la raya y soltaba la bola sobre la pista. Eso era todo. Pero entiendo claramente lo que significa. (El Señor habla como Él quiere, y siempre es elocuente.)
No pretendo decir que fuimos los primeros en levantar altares en Honduras. Pero sí creo que tuvimos un impacto. Espiritual, primeramente, pero a nivel eclesiástico también. Sin embargo, nunca el plan fue edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo, y hacernos un nombre. Lo que el Señor nos dio, lo hemos anunciado entre nuestros hermanos. Lo hemos soltado. La bola está en juego.
Sin duda hay otros a los que el Señor tiene haciendo cosas similares. Tu Reino Aquí, por ejemplo, es un joven ministerio interdenominacional que está levantando altares de diverso calibre, mayormente en la zona norte de Honduras. En el 2016, la Asociación de Pastores y Ministros Evangélicos de San Pedro Sula nos invitó a apoyar su proyecto Valle de Sula, Un Altar, cuya meta es levantar altares en cada barrio del Valle de Sula, el primer sábado de cada mes. Además de enviar intercesores y adoradores a Canal 39 para la cobertura en vivo de los altares, enviamos equipos de entrenamiento a las iglesias que se iban sumando.
De hecho, cuando programamos los altares del 2017, fijamos la fecha para el sábado, 7 de octubre. Fue la primera vez en mucho tiempo que lo hacíamos en día sábado. En parte fue porque los lugares eran más cercanos, y la gente podía ir y venir el mismo día. Pero también porque los altares de Valle de Sula, Un Altar y los nuestros se sumarían, indistinguibles los unos de los otros.
Si de verdad queremos ver que el Reino de Dios se establezca en Honduras, tenemos que renunciar a nuestros reinos personales. Después de todo, los reinos de este mundo son todos de Dios y de Su Cristo. Pero para que Él sea Señor en todo, tengo que rendirle mi trono.
El apóstol Pablo escribió que Cristo mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. (Ef, 4:11-12) La obra del ministerio es, pues, de todos los santos - sin importar los títulos. Eso te incluye a ti.
Si este libro es el Volumen 3 de las crónicas de la transformación espiritual de Honduras, entonces el Volumen 4 se escribirá cuando la iglesia aprenda a moverse en concierto con el Espíritu Santo. Cuando cada santo hijo de Dios ande por el Espíritu, se moverá donde el Espíritu Santo dirija y hará lo que Él diga. Entonces seremos una verdadera orquesta, con distintos instrumentos, pero un sólo Director. Y cuando menos acordemos, habrá dos o tres, verdaderamente comprometidos con el Nombre del Señor Jesucristo, en cada pueblo, aldea y caserío de nuestro país.
Entonces veremos la gloria del Señor sobre Honduras.
No sé tú, pero yo estoy muy expectante de ese día. Mientras llega... adoremos.
Thursday, December 7, 2017
Epílogo (parte 1)
Los relatos de las experiencias de todos mis hermanos llenarían muchos libros. Son demasiados los testimonios como para caber en este humilde tomo, y no pretendo haberles hecho justicia. Cada persona involucrada tiene sus propias victorias. Victorias que, aunque no estén aquí escritas, nada ni nadie les podrá quitar.
Esta es simplemente UNA PARTE de las maravillas que nuestro Dios ha hecho entre nosotros. Sencillamente elegí aquellas que sirven para trazar la trayectoria general que nos condujo hasta el levantamiento de los 298 altares simultáneos de Adoremos en Honduras 2016. Durante la recta final de esa jornada, el Espíritu Santo me habló de tres cosas importantes.
Número UNO: Que la prioridad es oír y obedecer la voz de Dios. La prioridad no es levantar altares en sí, sino hacer lo que Dios quiera. Si Él pide altares, entonces levantaremos altares; pero si no pide altares, entonces no.
Es tentador, después de haber cerrado con éxito un proyecto tan grande, querer otra ronda. Más grande. Con más gente. Más territorio. Pero si no es lo que Dios pide, ¿de qué sirve?
El Señor le dijo a los israelitas a través del profeta Jeremías: "El día en que los saqué de la tierra de Egipto, no hablé con sus padres ni les mandé acerca de holocaustos y sacrificios. Más bien, les mandé esto diciendo: 'Escuchen mi voz; y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Anden en todo camino que les he mandado, para que les vaya bien'". (Jeremías 7:22-23) Es decir que hay instrucciones específicas para un tiempo y lugar particular, pero hay instrucciones más amplias que las envuelven. Dios nos habló de levantar estos altares. Pero esas instrucciones están sometidas a una instrucción superior de escuchar y obedecer Su voz.
Adoremos sigue existiendo para enseñarle a Honduras a adorar al Señor Jesucristo. Pero algunas cosas han cambiado. Los chicos que me acompañaron en este recorrido, ya no son chicos. Aldo tiene hijos grandes ya. Mari está casada y tienen un varoncito. Martín y Emily han acumulado licenciaturas y maestrías que ponen al servicio de sus empresas familiares. Ana Raquel se graduó de maestra y hoy está en su segundo año laborando en China. Wendy y Angie se acaban de graduar de la universidad. Nelson se graduará pronto, y Faddy aspira a trasladarse a otra ciudad para terminar sus estudios superiores.
Mientras tanto, Adoremos ha presentado una ambiciosa trilogía musical: Padre (diciembre, 2016), Hijo (junio, 2017), y Espíritu (diciembre, 2017). Con tintes de géneros clásico, rock, y electrónico, respectivamente, cada CD contiene 21 canciones inéditas compuestas por el equipo, en casa o en los diversos talleres que impartimos. Logramos involucrar a más personas del equipo en los procesos de producción, de manera que para Espíritu teníamos cuatro productores - Aldo, Martín, Nelson, y yo. Además, introdujimos al proceso artístico a una nueva generación de jóvenes: Joshua Reyes, Alexandra Alfaro, Carlos Ruíz, y Mía Musa. De fuera de MUNA, Cesia de Jones colaboró con nosotros grabando un solo espectacular para la escena de la pasión de Cristo en el proyecto Hijo.
Escénicamente, los tres proyectos fueron plasmados como obras secuenciales. Angie fue mi apoyo invaluable en el proceso de escribir los guiones, y se hizo cargo de la dirección de las obras, las cuales fueron puestas en escena con la Escuela de Artes Adoremos y muchos voluntarios de IPV. Emily se hizo cargo de obtener patrocinios, y esto nos permitió mantener accesibles nuestros precios. Y Mari tomó las responsabilidades administrativas de la Escuela de Artes Adoremos para el segundo período del 2017, lo cual redundó en incalculables beneficios.
Siempre ha sido nuestro deseo bendecir a la mayor cantidad de gente posible a través de nuestra música. Una manera de hacerlo es invitando adoradores de otros ministerios a participar en nuestros proyectos. Técnicamente hablando, esto fue posible gracias a los videos tutoriales para armonías de voces grabados por nuestros cantores y editados por Faddy, los videos tutoriales de danza creados por Francis y Silvia, y las partituras generadas por Aldo. Así logramos colaborar con amigos que hemos conocido en el camino. Verdaderos adoradores como Fernando Girón, que nos acompañó en el contrabajo para Padre. Como Carlos Martínez que se nos unió para Hijo junto a otros talentosos músicos de cuerdas que conocimos cuando formamos la orquesta para el evento con el Dr. Morris Cerullo.
Pero adorar con otros no se trata sólo de lo técnico. Para empezar, la adoración es primeramente una actividad espiritual. Luego, hablando de adoración corporativa, es un asunto social. Abordamos esto de maneras distintas. Por ejemplo, para Hijo preparé un manual de estudio cronológico del Evangelio de Jesucristo, y toda IPV lo estudió en lecturas diarias y discipulados semanales. El discipulado de jóvenes particularmente, cumplía triple función: enseñanza, sesión de casting y ensayo preliminar. Cuando llegó la hora de montar la obra, todos tenían una idea clara de los sucesos de la vida de Jesús.
Pero también sentí la necesidad de reunir a los involucrados en estas obras, en el fin de semana de la presentación. No sólo para ensayos y pruebas de sonido, sino para conocernos mejor y ser ministrados por el Señor. Wendy se encargó de concretar estos retiros, y aún logró involucrar participantes de otros ministerios y ciudades.
Espíritu fue concebido como un proyecto de tecnología muy avanzada, sobre todo en la producción audiovisual. Francis se lució con animaciones que representan el mover del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Para crear con plataformas más sofisticadas aún, formé un equipo especial de jóvenes - Omar Núñez Jr., Moisés Fonseca, Josías Paredes, y Oscar Jiménez - bajo la supervisión de algunos adultos que actuábamos como si supiéramos lo que los chicos estaban desarrollando. Este equipo tenía dos retos; uno realista y otro descabellado. El realista - un video animado para la primer canción del CD - lo lograron, aunque a duras penas debido a una empinada curva de aprendizaje y las limitantes de nuestras computadoras. Cumplir el segundo reto - un videojuego para celulares basado en la historia y música de Espíritu - no fue posible. Todavía.
Para mí, estos proyectos son cruciales para el Cuerpo de Cristo. No sólo porque estimulan la creatividad artística, o porque desarrollan las destrezas de nuestros jóvenes, o porque nos llevan a formar mejores equipos al mantenernos centrados en un fin asequible común. Sino también porque son una voz profética para el espíritu de la nación. Además, llevan el mensaje del Señor a personas que de otra manera no entrarían en contacto con él. La Iglesia nunca debe dejar de cantar y celebrar las maravillas de Dios. Y nunca debe dejar de procurar comunicarle al mundo esas maravillas, de la mejor manera que pueda.
Con la trilogía Padre-Hijo-Espíritu concluimos los proyectos discográficos que habíamos planificado desde el 2014. Hay una plataforma lista para lo que sigue, pero estamos esperando la voz de Dios. Sólo sabemos que algo nuevo nos aguarda.
Esta es simplemente UNA PARTE de las maravillas que nuestro Dios ha hecho entre nosotros. Sencillamente elegí aquellas que sirven para trazar la trayectoria general que nos condujo hasta el levantamiento de los 298 altares simultáneos de Adoremos en Honduras 2016. Durante la recta final de esa jornada, el Espíritu Santo me habló de tres cosas importantes.
Número UNO: Que la prioridad es oír y obedecer la voz de Dios. La prioridad no es levantar altares en sí, sino hacer lo que Dios quiera. Si Él pide altares, entonces levantaremos altares; pero si no pide altares, entonces no.
Es tentador, después de haber cerrado con éxito un proyecto tan grande, querer otra ronda. Más grande. Con más gente. Más territorio. Pero si no es lo que Dios pide, ¿de qué sirve?
El Señor le dijo a los israelitas a través del profeta Jeremías: "El día en que los saqué de la tierra de Egipto, no hablé con sus padres ni les mandé acerca de holocaustos y sacrificios. Más bien, les mandé esto diciendo: 'Escuchen mi voz; y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Anden en todo camino que les he mandado, para que les vaya bien'". (Jeremías 7:22-23) Es decir que hay instrucciones específicas para un tiempo y lugar particular, pero hay instrucciones más amplias que las envuelven. Dios nos habló de levantar estos altares. Pero esas instrucciones están sometidas a una instrucción superior de escuchar y obedecer Su voz.
* * * * *
Adoremos sigue existiendo para enseñarle a Honduras a adorar al Señor Jesucristo. Pero algunas cosas han cambiado. Los chicos que me acompañaron en este recorrido, ya no son chicos. Aldo tiene hijos grandes ya. Mari está casada y tienen un varoncito. Martín y Emily han acumulado licenciaturas y maestrías que ponen al servicio de sus empresas familiares. Ana Raquel se graduó de maestra y hoy está en su segundo año laborando en China. Wendy y Angie se acaban de graduar de la universidad. Nelson se graduará pronto, y Faddy aspira a trasladarse a otra ciudad para terminar sus estudios superiores.
Mientras tanto, Adoremos ha presentado una ambiciosa trilogía musical: Padre (diciembre, 2016), Hijo (junio, 2017), y Espíritu (diciembre, 2017). Con tintes de géneros clásico, rock, y electrónico, respectivamente, cada CD contiene 21 canciones inéditas compuestas por el equipo, en casa o en los diversos talleres que impartimos. Logramos involucrar a más personas del equipo en los procesos de producción, de manera que para Espíritu teníamos cuatro productores - Aldo, Martín, Nelson, y yo. Además, introdujimos al proceso artístico a una nueva generación de jóvenes: Joshua Reyes, Alexandra Alfaro, Carlos Ruíz, y Mía Musa. De fuera de MUNA, Cesia de Jones colaboró con nosotros grabando un solo espectacular para la escena de la pasión de Cristo en el proyecto Hijo.
Escénicamente, los tres proyectos fueron plasmados como obras secuenciales. Angie fue mi apoyo invaluable en el proceso de escribir los guiones, y se hizo cargo de la dirección de las obras, las cuales fueron puestas en escena con la Escuela de Artes Adoremos y muchos voluntarios de IPV. Emily se hizo cargo de obtener patrocinios, y esto nos permitió mantener accesibles nuestros precios. Y Mari tomó las responsabilidades administrativas de la Escuela de Artes Adoremos para el segundo período del 2017, lo cual redundó en incalculables beneficios.
Siempre ha sido nuestro deseo bendecir a la mayor cantidad de gente posible a través de nuestra música. Una manera de hacerlo es invitando adoradores de otros ministerios a participar en nuestros proyectos. Técnicamente hablando, esto fue posible gracias a los videos tutoriales para armonías de voces grabados por nuestros cantores y editados por Faddy, los videos tutoriales de danza creados por Francis y Silvia, y las partituras generadas por Aldo. Así logramos colaborar con amigos que hemos conocido en el camino. Verdaderos adoradores como Fernando Girón, que nos acompañó en el contrabajo para Padre. Como Carlos Martínez que se nos unió para Hijo junto a otros talentosos músicos de cuerdas que conocimos cuando formamos la orquesta para el evento con el Dr. Morris Cerullo.
Pero adorar con otros no se trata sólo de lo técnico. Para empezar, la adoración es primeramente una actividad espiritual. Luego, hablando de adoración corporativa, es un asunto social. Abordamos esto de maneras distintas. Por ejemplo, para Hijo preparé un manual de estudio cronológico del Evangelio de Jesucristo, y toda IPV lo estudió en lecturas diarias y discipulados semanales. El discipulado de jóvenes particularmente, cumplía triple función: enseñanza, sesión de casting y ensayo preliminar. Cuando llegó la hora de montar la obra, todos tenían una idea clara de los sucesos de la vida de Jesús.
Pero también sentí la necesidad de reunir a los involucrados en estas obras, en el fin de semana de la presentación. No sólo para ensayos y pruebas de sonido, sino para conocernos mejor y ser ministrados por el Señor. Wendy se encargó de concretar estos retiros, y aún logró involucrar participantes de otros ministerios y ciudades.
Espíritu fue concebido como un proyecto de tecnología muy avanzada, sobre todo en la producción audiovisual. Francis se lució con animaciones que representan el mover del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Para crear con plataformas más sofisticadas aún, formé un equipo especial de jóvenes - Omar Núñez Jr., Moisés Fonseca, Josías Paredes, y Oscar Jiménez - bajo la supervisión de algunos adultos que actuábamos como si supiéramos lo que los chicos estaban desarrollando. Este equipo tenía dos retos; uno realista y otro descabellado. El realista - un video animado para la primer canción del CD - lo lograron, aunque a duras penas debido a una empinada curva de aprendizaje y las limitantes de nuestras computadoras. Cumplir el segundo reto - un videojuego para celulares basado en la historia y música de Espíritu - no fue posible. Todavía.
Para mí, estos proyectos son cruciales para el Cuerpo de Cristo. No sólo porque estimulan la creatividad artística, o porque desarrollan las destrezas de nuestros jóvenes, o porque nos llevan a formar mejores equipos al mantenernos centrados en un fin asequible común. Sino también porque son una voz profética para el espíritu de la nación. Además, llevan el mensaje del Señor a personas que de otra manera no entrarían en contacto con él. La Iglesia nunca debe dejar de cantar y celebrar las maravillas de Dios. Y nunca debe dejar de procurar comunicarle al mundo esas maravillas, de la mejor manera que pueda.
Con la trilogía Padre-Hijo-Espíritu concluimos los proyectos discográficos que habíamos planificado desde el 2014. Hay una plataforma lista para lo que sigue, pero estamos esperando la voz de Dios. Sólo sabemos que algo nuevo nos aguarda.
* * * * *
Wednesday, November 29, 2017
Adoremos en Honduras (parte 6)
A mi familia y a mí nos había tocado Intibucá, Intibucá. El lugar donde estábamos hospedados era muy bonito, pero sólo había señal de celular en ciertos rincones, así que las comunicaciones de última hora estaban críticas.
Enrique y otros tres miembros de IPV habían salido temprano hacia Santa Lucía y Magdalena - dos de los municipios más meridionales de Honduras, colindantes con El Salvador. Ana Rebeca no viajó ese año, pues tenía un embarazo bien adelantado. Aprovechando que Ana Rebeca quedaba en casa - con buena señal de celular e internet - le asigné la tarea de conseguir un contacto en Virginia, Lempira.
Por otro lado, yo gestionaba otra parte de la ecuación. La pastora Mirlen viajaba al departamento de Lempira en un carro con cuatro personas más. Entre los cinco cubrirían dos municipios: Erandique y San Andrés. Si quedaban dos en Erandique, y una en San Andrés - donde ya había un contacto local - las otras dos personas podrían moverse hasta Virginia. Logré comunicarme con Pastora Mirlen y me dijo que iban llegando al municipio. Cuando le planteé la solución, estuvo, como siempre, dispuesta. ¡Teníamos cubiertos todos los municipios!
Por su parte, Ana Rebeca no lograba conseguir contacto. Ninguno de sus conocidos conocía a alguien allí. A través de Facebook había encontrado a un pastor y la alcaldía de Virginia, pero el pastor tenía más de un año sin actividad en la red y la alcaldía no contestaba. Su cuñada le brindó el número de alguien en un municipio vecino, quien le dio el número de alguien más - un simple y desconocido ciudadano de Virginia llamado Reginaldo. De contacto en contacto, finalmente logró comunicarse con un pastor. ¡Qué alegría!
Entonces tuve comunicación con Pastora Mirlen nuevamente, y me enteré que para nuestra llamada anterior era al primer municipio - Erandique - al que iban llegando. Habiendo dejado ahí a dos miembros del equipo, los tres restantes iban ahora de camino a San Andrés. Pero la carretera estaba en mal estado, y sería imposible llegar hasta Virginia antes de las siete de la noche.
Mientras tanto, el pastor de Virginia se rehusaba a participar. Le dio a Ana Rebeca una y otra justificación. Aunque ella le explicó que llevábamos mucho tiempo organizando esto, él argumentaba que era muy desordenado de nuestra parte. Aun cuando Ana Rebeca le aseguraba que era el único municipio que hacía falta, dijo que no.
Desesperada, Ana Rebeca llamó a Reginaldo para preguntarle si él levantaría un altar de adoración al Señor, pero él tampoco accedió. Dijo que él no era religioso.
Ana Rebeca llamó nuevamente al pastor. Le rogó que delegara a alguien, pero dijo que no. Que enviara a las ancianas de la iglesia a orar al paque. ¡No! ¿A los jóvenes? ¡No! Ella oraba para que algo hiciera cambiar su corazón. Pero no sucedió.
Yo estaba almorzando cuando me llamó Ana Rebeca. Sonaba agotada, frustrada y triste.
- Hice todo lo que pude, Pastor.
- No te preocupes. El Señor sabe que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance.
- Talvez si usted lo llama...
No me gusta tratar de convencer a un convencido. Quizás porque no siento que soy buen negociador. Pero muchas veces nos tocan tareas para las que no nos sentimos adecuados. Ésta era una de ellas.
Llamé al pastor de Virginia. Le expliqué lo mejor que pude por qué estábamos haciendo esto. Respondí a todos sus argumentos. No lo estábamos haciendo en día viernes por distinción religiosa entre un día y otro, sino por facilidad logística. Lo estábamos haciendo simultáneo porque creía que así lo había pedido el Señor. No estábamos tratando de establecer supremacía de ninguna denominación. Pero no tuve éxito.
Llamé a Ana Rebeca para darle la mala noticia. Sí, era decepcionante. Pero ya era la tarde y había que proseguir con los altares, que comenzarían en unas pocas horas. 297 de 298 era ya una gran victoria.
Mientras tanto, en el sur del país, Enrique y sus compañeros se comportaban como buenos cristianos. A la orilla de una carretera poco transitada habían visto a una joven pareja con un bebé de brazos. Como había espacio para ellos en la camioneta, se detuvieron para darles jalón. De camino, los huéspedes contaron las complicaciones de salud que habían tenido en torno al parto, y el equipo se ofreció para orar por ellos.
Después de orar, la conversación giró en torno a la misión que andaba realizando el equipo, los dos municipios a donde iban, y el único municipio donde no habíamos logrado conseguir a nadie: Virginia, Lempira.
Pues resulta que la muchacha tenía una prima que vivía en Virginia, y les dio su número. Enrique se lo pasó a Ana Rebeca, y ella llamó. Contestó un señor que le dijo que la mujer había ido a la pulpería, pero que llamara más tarde. Cuando Ana Rebeca volvió a llamar, resultó que la mujer estaba involucrada con Honduras a Una Voz, y que ya tenía instrucciones de apoyar Adoremos en Honduras. Ana Rebeca le dio los pormenores sobre cómo levantar el altar de adoración y ella accedió. ¡Aleluya!
Pero cuando Ana Rebeca la volvió a llamar más tarde para confirmar que todo estuviera listo, ¡ella se había ido del municipio! ¡Oh, no! ¿Otra vez estábamos en cero? Eran más de las cuatro de la tarde.
Ana Rebeca le preguntó al señor que le había contestado si él era cristiano, y él dijo que sí. Le preguntó quién era su pastor y si podía darle su número de teléfono. El pastor resultó ser aquel que Ana Rebeca había tratado de contactar desde un inicio a través de Facebook.
Logró hablar con el pastor a las 4:50 PM. En diez minutos tuvo que explicarle todo, porque él estaba a punto de iniciar su servicio de las 5:00, que terminaba a las 6:30. Ana Rebeca le pidió si al terminar su servicio podía ir con miembros de su congregación al parque y levantar el altar de adoración al Señor. "¡Yo lo hago!", dijo el pastor.
Ana Rebeca sintió que el tiempo se detuvo. Su persistencia - y la de todos - había rendido fruto.
El viernes 23 de septiembre del año 2016, a las 7 de la noche, levantamos 298 altares de adoración simultáneos, en cada municipio de Honduras. Otra vez, el nombre del Señor fue glorificado en nuestra nación. Y sentimos el calor de Su sonrisa sobre nosotros.
Enrique y otros tres miembros de IPV habían salido temprano hacia Santa Lucía y Magdalena - dos de los municipios más meridionales de Honduras, colindantes con El Salvador. Ana Rebeca no viajó ese año, pues tenía un embarazo bien adelantado. Aprovechando que Ana Rebeca quedaba en casa - con buena señal de celular e internet - le asigné la tarea de conseguir un contacto en Virginia, Lempira.
Por su parte, Ana Rebeca no lograba conseguir contacto. Ninguno de sus conocidos conocía a alguien allí. A través de Facebook había encontrado a un pastor y la alcaldía de Virginia, pero el pastor tenía más de un año sin actividad en la red y la alcaldía no contestaba. Su cuñada le brindó el número de alguien en un municipio vecino, quien le dio el número de alguien más - un simple y desconocido ciudadano de Virginia llamado Reginaldo. De contacto en contacto, finalmente logró comunicarse con un pastor. ¡Qué alegría!
Entonces tuve comunicación con Pastora Mirlen nuevamente, y me enteré que para nuestra llamada anterior era al primer municipio - Erandique - al que iban llegando. Habiendo dejado ahí a dos miembros del equipo, los tres restantes iban ahora de camino a San Andrés. Pero la carretera estaba en mal estado, y sería imposible llegar hasta Virginia antes de las siete de la noche.
Mientras tanto, el pastor de Virginia se rehusaba a participar. Le dio a Ana Rebeca una y otra justificación. Aunque ella le explicó que llevábamos mucho tiempo organizando esto, él argumentaba que era muy desordenado de nuestra parte. Aun cuando Ana Rebeca le aseguraba que era el único municipio que hacía falta, dijo que no.
Desesperada, Ana Rebeca llamó a Reginaldo para preguntarle si él levantaría un altar de adoración al Señor, pero él tampoco accedió. Dijo que él no era religioso.
Ana Rebeca llamó nuevamente al pastor. Le rogó que delegara a alguien, pero dijo que no. Que enviara a las ancianas de la iglesia a orar al paque. ¡No! ¿A los jóvenes? ¡No! Ella oraba para que algo hiciera cambiar su corazón. Pero no sucedió.
Yo estaba almorzando cuando me llamó Ana Rebeca. Sonaba agotada, frustrada y triste.
- Hice todo lo que pude, Pastor.
- No te preocupes. El Señor sabe que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance.
- Talvez si usted lo llama...
No me gusta tratar de convencer a un convencido. Quizás porque no siento que soy buen negociador. Pero muchas veces nos tocan tareas para las que no nos sentimos adecuados. Ésta era una de ellas.
Llamé al pastor de Virginia. Le expliqué lo mejor que pude por qué estábamos haciendo esto. Respondí a todos sus argumentos. No lo estábamos haciendo en día viernes por distinción religiosa entre un día y otro, sino por facilidad logística. Lo estábamos haciendo simultáneo porque creía que así lo había pedido el Señor. No estábamos tratando de establecer supremacía de ninguna denominación. Pero no tuve éxito.
Llamé a Ana Rebeca para darle la mala noticia. Sí, era decepcionante. Pero ya era la tarde y había que proseguir con los altares, que comenzarían en unas pocas horas. 297 de 298 era ya una gran victoria.
Mientras tanto, en el sur del país, Enrique y sus compañeros se comportaban como buenos cristianos. A la orilla de una carretera poco transitada habían visto a una joven pareja con un bebé de brazos. Como había espacio para ellos en la camioneta, se detuvieron para darles jalón. De camino, los huéspedes contaron las complicaciones de salud que habían tenido en torno al parto, y el equipo se ofreció para orar por ellos.
Después de orar, la conversación giró en torno a la misión que andaba realizando el equipo, los dos municipios a donde iban, y el único municipio donde no habíamos logrado conseguir a nadie: Virginia, Lempira.
Pues resulta que la muchacha tenía una prima que vivía en Virginia, y les dio su número. Enrique se lo pasó a Ana Rebeca, y ella llamó. Contestó un señor que le dijo que la mujer había ido a la pulpería, pero que llamara más tarde. Cuando Ana Rebeca volvió a llamar, resultó que la mujer estaba involucrada con Honduras a Una Voz, y que ya tenía instrucciones de apoyar Adoremos en Honduras. Ana Rebeca le dio los pormenores sobre cómo levantar el altar de adoración y ella accedió. ¡Aleluya!
Pero cuando Ana Rebeca la volvió a llamar más tarde para confirmar que todo estuviera listo, ¡ella se había ido del municipio! ¡Oh, no! ¿Otra vez estábamos en cero? Eran más de las cuatro de la tarde.
Ana Rebeca le preguntó al señor que le había contestado si él era cristiano, y él dijo que sí. Le preguntó quién era su pastor y si podía darle su número de teléfono. El pastor resultó ser aquel que Ana Rebeca había tratado de contactar desde un inicio a través de Facebook.
Logró hablar con el pastor a las 4:50 PM. En diez minutos tuvo que explicarle todo, porque él estaba a punto de iniciar su servicio de las 5:00, que terminaba a las 6:30. Ana Rebeca le pidió si al terminar su servicio podía ir con miembros de su congregación al parque y levantar el altar de adoración al Señor. "¡Yo lo hago!", dijo el pastor.
Ana Rebeca sintió que el tiempo se detuvo. Su persistencia - y la de todos - había rendido fruto.
El viernes 23 de septiembre del año 2016, a las 7 de la noche, levantamos 298 altares de adoración simultáneos, en cada municipio de Honduras. Otra vez, el nombre del Señor fue glorificado en nuestra nación. Y sentimos el calor de Su sonrisa sobre nosotros.
Thursday, November 23, 2017
Adoremos en Honduras (parte 5)
Procuramos tramitar de forma centralizada los permisos para el uso de los parques centrales de los 298 municipios. Primero, porque el Señor me había guiado a los gobernadores. Segundo, porque aún no teníamos todos los encargados de levantar el altar en cada municipio. Y tercero, porque muchos tienden a dejar esto de último; a veces, hasta que ya es demasiado tarde y el parque ha sido comprometido a otra causa.
Las cartas a los gobernadores departamentales habían brindado resultados mixtos: Desde "Cuente con todos los parques de mi departamento" hasta "No tengo la autoridad para obligar a los alcaldes a aceptarlo", pasando por "Pase por mi despacho trayendo cartas oficiales para todos los alcaldes". De igual forma, con sólo esas 18 cartas habíamos obtenido más parques que el año anterior con 36 gestiones.
La mayoría de nuestros colaboradores de años anteriores tomaron la responsabilidad de levantar el altar en su ciudad. Algunos hasta se extendieron a una ciudad más, como en el caso de los Pastores Martínez en Islas de la Bahía. Aún otros tomaron el reto de abarcar departamentos completos. Así, el Pastor Yobany Lara y Ministerio Camino Nuevo tomaron Francisco Morazán, y Norman Alcerro tomó Comayagua con varias congregaciones amigas.
Aunque había gente de IPV asignada a varios departamentos, la mayoría estaba concentrada en Copán, Intibucá, Santa Bárbara, y Yoro. Además, nos habíamos repartido Colón con el Pastor Timoteo y su pueblo garífuna. Así, los municipios de esos departamentos quedaban listos.
Varios pastores de las iglesias MUNA también aceptaron movilizar a sus congregaciones. Los Pastores Remo y Rosy Bardales con IPV de San Pedro Sula cubrieron Cortés. La Pastora Leidy de Castellanos cerró el departamento de Atlántida, con la ayuda de la Pastora Jennifer Chichiraky de Manifestadores de Su Gloria. Los Pastores Mario e Hilda Carbajal trabajaron junto al Pastor Dodanim Sura para alcanzar El Paraíso. Los Pastores Ezequiel y Alba Hernández llenaron Ocotepeque con sus equipos.
Todo esto era bueno, pero aún teníamos seis departamentos incompletos. A través de gestiones diversas, logramos enlistar al Pastor Erick Zepeda para que cubriera La Paz, al Pastor Aquiles Núñez para Valle, y al Reverendo Harlan Macklin para la región de La Moskitia en el departamento de Gracias a Dios. Es muy importante notar que a estos hermanos yo no los conocía personalmente, sino que fueron reclutados por Martín y Emily, Mirna de Flores, y Aldo, respectivamente.
Un sólo hombre no hace nación.
En la semana previa al gran día, la mayor resistencia estaba en Lempira, seguido por Olancho. Martín Cruz (padre) y César Escoto visitaron varios municipios del norte de Lempira y dejaron preparada a la gente para los altares. Haciendo otros movimientos estratégicos, logramos cubrir el centro de Lempira.
Los Pastores Giovanni y Lilian Perelló delegaron los municipios que habían tomado en Santa Bárbara. El día antes de Adoremos en Honduras, tomaron carretera a Olancho. Tomando uno de los dos cordones que nos hacía falta en ese departamento, visitaron municipio tras municipio, llevando la visión de un altar de adoración al Señor en todo el país. Para cuando llegaron al final de su ruta, habíamos logrado cubrir el otro cordón con otros medios. Olancho estaba listo.
Era el viernes 23 de septiembre. Uno a uno habíamos logrado cubrir cada municipio, hasta que sólo faltaba uno: Virginia, Lempira.
Las cartas a los gobernadores departamentales habían brindado resultados mixtos: Desde "Cuente con todos los parques de mi departamento" hasta "No tengo la autoridad para obligar a los alcaldes a aceptarlo", pasando por "Pase por mi despacho trayendo cartas oficiales para todos los alcaldes". De igual forma, con sólo esas 18 cartas habíamos obtenido más parques que el año anterior con 36 gestiones.
La mayoría de nuestros colaboradores de años anteriores tomaron la responsabilidad de levantar el altar en su ciudad. Algunos hasta se extendieron a una ciudad más, como en el caso de los Pastores Martínez en Islas de la Bahía. Aún otros tomaron el reto de abarcar departamentos completos. Así, el Pastor Yobany Lara y Ministerio Camino Nuevo tomaron Francisco Morazán, y Norman Alcerro tomó Comayagua con varias congregaciones amigas.
Aunque había gente de IPV asignada a varios departamentos, la mayoría estaba concentrada en Copán, Intibucá, Santa Bárbara, y Yoro. Además, nos habíamos repartido Colón con el Pastor Timoteo y su pueblo garífuna. Así, los municipios de esos departamentos quedaban listos.
Varios pastores de las iglesias MUNA también aceptaron movilizar a sus congregaciones. Los Pastores Remo y Rosy Bardales con IPV de San Pedro Sula cubrieron Cortés. La Pastora Leidy de Castellanos cerró el departamento de Atlántida, con la ayuda de la Pastora Jennifer Chichiraky de Manifestadores de Su Gloria. Los Pastores Mario e Hilda Carbajal trabajaron junto al Pastor Dodanim Sura para alcanzar El Paraíso. Los Pastores Ezequiel y Alba Hernández llenaron Ocotepeque con sus equipos.
Todo esto era bueno, pero aún teníamos seis departamentos incompletos. A través de gestiones diversas, logramos enlistar al Pastor Erick Zepeda para que cubriera La Paz, al Pastor Aquiles Núñez para Valle, y al Reverendo Harlan Macklin para la región de La Moskitia en el departamento de Gracias a Dios. Es muy importante notar que a estos hermanos yo no los conocía personalmente, sino que fueron reclutados por Martín y Emily, Mirna de Flores, y Aldo, respectivamente.
Un sólo hombre no hace nación.
De repente nos contactaron de parte de Mies Ministerios, una red ministerial que preside el Pastor Roy Santos. Resulta que ellos estaban trabajando en Honduras a Una Voz, una jornada de intercesión continua a favor de la nación. El evento duraría una semana entera, y abarcaba el viernes en el cual nosotros levantaríamos los altares de adoración. De alguna manera se habían enterado, y José Carlos Aguilar nos llamó para ofrecernos el apoyo de los corresponsales que enviarían a cada uno de los 298 municipios. Mies entregaría paquetes informativos a los corresponsales, y logramos incluir cartas y afiches en los paquetes de los tres departamentos que aún hacían falta.
En persona, por teléfono, por correo, o por redes sociales, eran varias las personas dadas a la tarea de alcanzar los 298 municipios. Hermana Ninfa logró cerrar Choluteca prácticamente a punta de oración y llamadas telefónicas. Las chicas de Adoremos lograron avanzar mucho en Olancho, pero aún faltaban algunos municipios. Lo más difícil era cuando alguien ya había dado el sí se retractaba.
A veces, lográbamos reclutar a alguien a la distancia. Para esto, los videos con la enseñanzas fueron una herramienta vital. Pero hubo algunos sectores distantes donde tuvimos que enviar gente de IPV para llevar la visión en persona. Y en casos donde ya habíamos agotado nuestros recursos, los corresponsales de Mies mostraron ser una bendición del cielo.
En la semana previa al gran día, la mayor resistencia estaba en Lempira, seguido por Olancho. Martín Cruz (padre) y César Escoto visitaron varios municipios del norte de Lempira y dejaron preparada a la gente para los altares. Haciendo otros movimientos estratégicos, logramos cubrir el centro de Lempira.
Los Pastores Giovanni y Lilian Perelló delegaron los municipios que habían tomado en Santa Bárbara. El día antes de Adoremos en Honduras, tomaron carretera a Olancho. Tomando uno de los dos cordones que nos hacía falta en ese departamento, visitaron municipio tras municipio, llevando la visión de un altar de adoración al Señor en todo el país. Para cuando llegaron al final de su ruta, habíamos logrado cubrir el otro cordón con otros medios. Olancho estaba listo.
Era el viernes 23 de septiembre. Uno a uno habíamos logrado cubrir cada municipio, hasta que sólo faltaba uno: Virginia, Lempira.
Thursday, November 9, 2017
Adoremos en Honduras (parte 4)
* * * * *
Tuve un sueño hace varios años. Soñé que llegaba con mi maleta a un lugar. Era una especie de bosque, aunque no muy denso. Mi atención se dirigía hacia un gran árbol con tronco enorme y ramas extensas. De la dirección del árbol salían dos mujeres a recibirme. Las reconocí como el par de salmistas que algún tiempo atrás nos visitó para impartir en un evento de adoración en MUNA. Luego de saludarnos, las hermanas me condujeron a la parte de atrás del árbol.
Entre las raíces había una puerta, pues el árbol en sí era una casa. Pero no una casa cualquiera, sino una donde llegaban adoradores de distintas naciones. Todo tipo de artistas llegaban allí a residir por una temporada mientras creaban arte para el Señor.
Atravesando la puerta había un descanso y unas pocas gradas hacia un salón, donde uno esperaría encontrar las raíces del árbol. El piso era un entablonado de madera; el cielo era básicamente un hueco irregular. El salón era en esencia un estudio de ensayos en el interior del árbol. De las paredes alrededor colgaban toda clase de instrumentos musicales, mientras otros yacían dispersos por el salón.
Dejando mi maleta al pie de las gradas, me hice hacia el fondo, donde había un piano vertical. La luz tenue invitaba a hacer música. Sentándome en el banco, alcé la tapadera del piano, y comencé a adorar al Señor. Y perdí noción del tiempo.
Hasta que oí la puerta abrirse detrás de mí. En el umbral apareció un hombre moreno, bien vestido y con una maleta pequeña en la mano. Bajó las gradas, se quitó el sombrero y el saco, y los puso sobre una silla. Abrió la maleta y cuidadosamente sacó una trompeta dorada. Colocó la boquilla. Probó los émbolos. A todo esto, yo no había dejado de adorar. El trompetista trajo la trompeta a sus labios y aguardó, como un carro esperando un hueco para unirse al tráfico.
En un instante, el trompetista comenzó a acompañarme con su melodía. Aunque nunca antes nos habíamos visto, era como si llevásemos años tocando juntos. El fluir era libre y sin esfuerzo. Piano y trompeta simplemente encajaban perfectamente.
Éste era un lugar especial. Aunque no las vi en el sueño, sabía que había habitaciones y áreas comunales para que los adoradores vivieran durante una estación. Sé que el sueño es metafórico en muchos planos, pero siempre me complace cuando conozco a alguien que ha rendido su corazón a Cristo y que busca adorarle con todo su ser. Aún así, nada de esta tierra es eterno. Algunas personas hacen música contigo por mucho tiempo; otros, sólo una temporada.
Aún hay otros, como Leo, con los que coincidimos por una buena carrera, pero luego se apartan en busca de otros horizontes. Esta es la gente que ayer estuvo, hoy no está, pero estás convencido de que volverán. Simplemente porque sabes que vieron la hermosura de Dios en Su santuario. Contemplaron Su gloria y Su poder; experimentaron que Su misericordia es mejor que la vida. Por eso estás seguro de que regresarán a alabar al Señor con sus labios para siempre.
Por otro lado, Daritza vive con su familia, y montaron un negocio en casa. La regla de la casa es que siempre tiene que haber alguien atendiendo el negocio. Cada vez más, Daritza se ofrecía para esta tarea, para que Angie y Faddy pudieran participar libremente de sus obligaciones con Adoremos. Como resultado, Daritza estaba cada vez menos involucrada en los ensayos semanales, misiones, y demás. Lamentablemente, las circunstancias la habían orillado.
Por otro lado, Daritza vive con su familia, y montaron un negocio en casa. La regla de la casa es que siempre tiene que haber alguien atendiendo el negocio. Cada vez más, Daritza se ofrecía para esta tarea, para que Angie y Faddy pudieran participar libremente de sus obligaciones con Adoremos. Como resultado, Daritza estaba cada vez menos involucrada en los ensayos semanales, misiones, y demás. Lamentablemente, las circunstancias la habían orillado.
Pero hay un detalle importante: Desde un inicio, la inclusión de Daritza en Adoremos no se había debido a que tocara un instrumento magistralmente, o a que cantara con voz prodigiosa, sino a su muy particular sensibilidad profética. Un don que habita, no en el ámbito de la adoración en sí, sino en el de la intercesión. Daritza siempre fue (y sigue siendo) una de las pocas personas que me envía transcripciones de los sueños proféticos que tiene, o palabras proféticas que recibe del Señor. Y sus mensajes siempre pegan en el blanco.
Si bien no era factible que Daritza siguiera como parte del equipo de alabanza de Adoremos, la envié con Pastora Abbie para que desarrollara mejor su llamado como intercesora profética.
Musicalmente, Manuel aspiraba a más. Aunque estaba estudiando una ingeniería en la universidad, en realidad quería ganarse la vida con la música. Su sueño era musicalizar las grandes producciones cinematográficas de Hollywood.
Como un buen paso en esa dirección, Manuel había aceptado producir las más recientes obras de Talents for the Lord para Sunshine. Para una de ellas, necesitaba una guitarra electroacústica, y me pidió la mía prestada. Accedí con el recelo que cualquier guitarrista presta su guitarra, pero sabiendo que Manuel era muchísimo mejor instrumentista que yo, y que la causa era noble. Al día siguiente Manuel me estaba dando una terrible noticia. ¡Mi guitarra había sufrido un accidente, y se le había quebrado una clavija! ¿Sería esto a lo que se refería el mensaje del borracho después de Adoremos en San Pedro Sula? Sólo Dios sabe... Sea como sea, Manuel ya había comprado nuevas clavijas y había reparado la guitarra.
Estos proyectos le habían servido para desarrollar su capacidad de musicalización teatral. Además, la universidad le ofreció una beca si tocaba en la orquesta universitaria. Todo esto, sumado a que se le presentaron diversas oportunidades de trabajar en producciones seculares profesionales, lo habían llevado a ser un legítimo productor de música narrativa.
La próxima vez que tuvimos a Ballet Magnificat con nosotros, arreglé para que Manuel pasar un tiempo con Keith Thibodeaux, el director general. En mi mente pensaba: Ballet Magnificat hace ballets originales con música ajena por la cual pagan licencias. ¡Cuánto mejor les sería comisionarle su propia música a Manuel! ¡Cuánto le ayudaría a Manuel a acercarse a su sueño! Manuel y Keith se cayeron muy bien a título personal; profesionalmente, se impresionaron mucho el uno al otro. Pero a veces eso no es suficiente, y la unión no se dio.
Para entonces, Adoremos ya había avanzado en una dirección, y Manuel en otra. Aunque vivimos en el mismo barrio, perdimos contacto. En algún momento, sentí que el Señor me decía que Manuel sería el próximo Guillermo Anderson. Yo no lo sabía, pero Anderson estaba padeciendo de cáncer de tiroides, y falleció poco después. Su página en Wikipedia lo describe como "un músico polifacético hondureño, y uno de los artistas más importantes de Honduras". Un amigo que tocó con él me lo describió como un verdadero caballero y un musicazo de primera. Con el respeto que la memoria de Anderson merezca, no dudo que Manuel llegará a merecer los mismos apelativos.
El universo de la música es vasto y variado, y en el pasado exploré algunos de sus parajes. Pero al encontrarme con Cristo, me consagré a Él y le cerré la puerta a todo aquello que no le glorifique. No todos lo entienden. Ni siquiera es una restricción compartida por todos los cristianos. Pero cuando consideras al judío que no come cerdo, o al cura católico que hace voto de castidad, comprendes que aquellos que deseamos servir al Señor exclusivamente, comúnmente nos privamos de los placeres de este mundo, según nos dicta nuestra consciencia.
Aun así, considero que talvez alguno del equipo de Adoremos podría sentir el llamado a servir al Señor con una carrera profesional como salmista; metiendo su música en la radio y cantando en iglesias, eventos y conciertos cristianos. Es un ministerio muy particular; distinto a lo que hacemos actualmente. No tengo experiencia en él, pero estaría dispuesto a ayudar hasta donde pudiera. Más de una vez le pregunté a los chicos si alguno sentía ese llamado, pero ninguno respondió afirmativamente.
Entendí que los que quedábamos estábamos contentos con seguir enfocándonos en adorar al Señor primero, y en nuestra destreza musical después.
El universo de la música es vasto y variado, y en el pasado exploré algunos de sus parajes. Pero al encontrarme con Cristo, me consagré a Él y le cerré la puerta a todo aquello que no le glorifique. No todos lo entienden. Ni siquiera es una restricción compartida por todos los cristianos. Pero cuando consideras al judío que no come cerdo, o al cura católico que hace voto de castidad, comprendes que aquellos que deseamos servir al Señor exclusivamente, comúnmente nos privamos de los placeres de este mundo, según nos dicta nuestra consciencia.
Aun así, considero que talvez alguno del equipo de Adoremos podría sentir el llamado a servir al Señor con una carrera profesional como salmista; metiendo su música en la radio y cantando en iglesias, eventos y conciertos cristianos. Es un ministerio muy particular; distinto a lo que hacemos actualmente. No tengo experiencia en él, pero estaría dispuesto a ayudar hasta donde pudiera. Más de una vez le pregunté a los chicos si alguno sentía ese llamado, pero ninguno respondió afirmativamente.
Entendí que los que quedábamos estábamos contentos con seguir enfocándonos en adorar al Señor primero, y en nuestra destreza musical después.
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En diciembre del 2015 presentamos Montes. Las catorce canciones giran en torno a la noción de ascender al monte de Dios. Incorporamos la noción de un guión para las coreografías en sí, de manera que la obra musical contara la historia de la elección de Israel, su caída y su restablecimiento como cabeza de naciones.
Tomando nota del proyecto anterior, queríamos asegurarnos que los videos no entraran en conflicto con las danzas en vivo. La solución fue producir videos de los solistas antes de la presentación. Con tomas de diferentes ángulos y en locaciones especiales, los video mostraban las coreografías completas de los solistas en el mismo vestuario de la presentación.
Pero no anticipamos tantos dolores de parto. Luchamos con la temporada lluviosa. Con que algunas coreografías aún no estaban listas. Con que el vestuario no estaba terminado. Con que no había carro para llevar al equipo de grabación al sitio. Con que se puso el sol y no tenemos luces. Con que no sabemos a quién pedirle permiso para grabar aquí o allá. Mas con todo y todo, los videos quedaron preciosos.
Para Montes queríamos un sonido más orquestal. No sólo incluimos arreglos orquestales en la producción del CD, sino que abrimos clases de violín en la Escuela de Artes. Esto significó iniciar un aprendizaje sobre cómo hacer arreglos orquestales y transcribirlos para los estudiantes. Tanto productores como estudiantes éramos novatos, así que mantuvimos sencillos los arreglos.
Humildemente, estábamos comenzando nuestra orquesta. Además de tener a Arlette como maestra, nos apoyaba mi cuñado, Joel Alfaro, violinista graduado de la EMVL. También Ela Fonseca nos acompañaría en el clarinete. Por su parte, Martín pasó al cello para la presentación en vivo, y Eduardo Hidalgo tomó su lugar en el bajo. En vista de que nuestros requerimientos de sonido iban en aumento, Obed Berríos vendría desde Tegucigalpa para echarnos una mano. Este formato funcionaría por varios proyectos más.
Para Montes queríamos un sonido más orquestal. No sólo incluimos arreglos orquestales en la producción del CD, sino que abrimos clases de violín en la Escuela de Artes. Esto significó iniciar un aprendizaje sobre cómo hacer arreglos orquestales y transcribirlos para los estudiantes. Tanto productores como estudiantes éramos novatos, así que mantuvimos sencillos los arreglos.
Humildemente, estábamos comenzando nuestra orquesta. Además de tener a Arlette como maestra, nos apoyaba mi cuñado, Joel Alfaro, violinista graduado de la EMVL. También Ela Fonseca nos acompañaría en el clarinete. Por su parte, Martín pasó al cello para la presentación en vivo, y Eduardo Hidalgo tomó su lugar en el bajo. En vista de que nuestros requerimientos de sonido iban en aumento, Obed Berríos vendría desde Tegucigalpa para echarnos una mano. Este formato funcionaría por varios proyectos más.
* * * * *
Temprano del año 2016, me reuní con los chicos, como todos los sábados. Les contaba lo que el Señor me había estado hablado. (Ya de por sí, esto parece la repetición de una historia previa.) El Señor quería que ese año levantáramos altares simultáneos en los 298 municipios de Honduras.
(No había respuesta. Ni sorpresa, ni histeria.)
Cuando visitamos las 18 cabeceras, lo hicimos en tres años. Cuando alcanzamos las 18 segundas ciudades en menos de un año, había sido una locura. El simple hecho de obtener 36 permisos municipales había sido una tortura. ¡Tortura, digo!
Pero cuando el Señor me habló de los 298 municipios, conocía mi alergia a los trámites gubernamentales, así que también me había enviado a hablar con la hermana Vicky. Ella trabaja para el estado, y me explicó que Honduras tiene gobernadores departamentales - una persona por cada departamento que talvez podría autorizarnos los parques de todos sus municipios de un sólo golpe. Eso me había tranquilizado considerablemente.
(Aún no respondían. Seguían sin registrarlo todavía. Creo que secretamente estaban esperando que los sorprendiera con: ¡Son bromas! ¡Miren sus caras en el video de esta cámara oculta!)
Los altares simultáneos serían el viernes 23 de septiembre a las 7 de la noche, en parque central de cada ciudad.
(Comenzaron a mostrarse preocupados. Al fin sabía que estaban captándolo.)
Idealmente, nuestros anfitriones del año anterior levantarían por su propia cuenta el altar de su ciudad. Los más avisados podrían tomar todo su departamento. Necesitaríamos el apoyo de todos los ministros de MUNA y sus congregaciones para que, de ser posible, tomaran departamentos completos. Y tendríamos que enviar muchos equipos conformados por ovejas de IPV.
(Ahora sí estaban afligidos. Pero era demasiado tarde. Ya estaban en el barco, y el barco ya había zarpado.)
(¡Ahora sí! ¡Ésto es un vil copy/paste del episodio anterior!)
Tendríamos misioneros de todo calibre y antigüedad, y estarían visitando pastores y líderes de todo tipo de trasfondo. Necesitaría revisar otra vez el manual de Adoremos y las enseñanzas de los tabernáculos. Tendría que depurarlo a un nivel más básico y claro. Pero además, necesitaríamos una plataforma más versátil para difundir el material y que fuese un verdadero apoyo.
El resultado fue el Entrenamiento para Edificadores de Altares, y lo hicimos disponible como una serie de videos en YouTube (goo.gl/Vb9pmy), como folleto impreso, y como PDF descargable desde nuestra página web (adoremos.net).
Una vez más, la oficina de IPV adoptó el rol de agencia misionera mientras los equipos viajaban a los municipios, reuniéndose con pastores y alcaldes. Algunos simplemente llevaban una computadora y un proyector, y dejaban que los videos hablaran por sí solos.
Una vez más, los chicos de Adoremos eran parte integral de todo, y a la vez cumplíamos con los compromisos habituales y en nuestro próximo CD.
* * * * *
En junio del 2016 presentamos Cielos. Consistía en 14 canciones con diferentes tintes de música afroamericana, y el tema predominante era la gloria del Señor y su efecto en el hombre. La obra musical trataba de un hombre harapiento, interpretado por Róger, que encuentra salvación en Cristo. Logra vencer sus primeras batallas con la ayuda del Señor, pero luego se vuelve confiado y cae. Pero la gracia redentora del Señor lo alcanza una vez más.
Con lo difícil que habían resultado los videos del proyecto anterior, esta vez optamos por videos más sencillos - básicamente fondos alusivos a la historia, con las letras de la canción. Este sería el esquema básico a usar en varios proyectos futuros, y nos llevaría a conformar un equipo de jóvenes productores y editores de video. Entre ellos estarían Josseline Fonseca, Francis Corea, Joshua Reyes, Héctor Paredes, Astrid Aguilera, Bryan Núñez y Débora Aguilera. De vez en cuando metíamos la cuchara los del equipo de alabanza o los del departamento de Comunicaciones de MUNA, pero el trabajo mayor lo hicieron los chicos.
Le dimos mayor énfasis a la parte teatral. El resultado fue una linda obra hecha más hermosa aún porque muchos miembros de IPV participaron como actores, en utilería, y como miembros del coro.
Con lo difícil que habían resultado los videos del proyecto anterior, esta vez optamos por videos más sencillos - básicamente fondos alusivos a la historia, con las letras de la canción. Este sería el esquema básico a usar en varios proyectos futuros, y nos llevaría a conformar un equipo de jóvenes productores y editores de video. Entre ellos estarían Josseline Fonseca, Francis Corea, Joshua Reyes, Héctor Paredes, Astrid Aguilera, Bryan Núñez y Débora Aguilera. De vez en cuando metíamos la cuchara los del equipo de alabanza o los del departamento de Comunicaciones de MUNA, pero el trabajo mayor lo hicieron los chicos.
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Thursday, November 2, 2017
Adoremos en Honduras (parte 3)
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Desiertos fue la primer presentación en que usamos clicktrack. Éste es una especie de pista que contiene los sonidos que no se ejecutarán en vivo en un lado, y un metrónomo en el otro. De esta manera, todos - cantores, danzores, y músicos - podemos estar sincronizados conforme a la versión pre-establecida de la canción. No es un recurso que como ministerio de alabanza ocupemos en nuestras reuniones generales, donde se busca una espontaneidad más fluida. Pero es muy útil en el contexto de presentaciones, donde múltiples danzoras (muchas de ellas, niñas) ejecutan una coreografía que han ensayado una y otra vez. Adicionalmente, trabajamos los clicktracks como video (a diferencia de simplemente audio). Así, las letras de las canciones eran proyectadas en una pantalla, perfectamente sincronizadas con el canto, la danza, y la música.
Desde la producción de ¡Despega! había estado queriendo sincronizar video con la ejecución en vivo, y no lo había logrado. La proyección de simples letras no era mi meta. (Después de todo, podemos proyectar letras si otra persona lo hace manualmente desde otra computadora.) Aspiraba a tener verdadero contenido videográfico, y con esto estábamos un paso más cerca.
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Les contaba a los chicos lo que el Señor me había estado hablado: Quería que ese año levantáramos altares simultáneos en 36 ciudades de Honduras, 2 por departamento.
(No había respuesta. Ni sorpresa, ni histeria.)
Cuando visitamos las 18 cabeceras, lo hicimos en tres años. Ahora había que alcanzar las 18 segundas ciudades de cada departamento en menos de un año. Necesitaríamos un buen plan.
(Aún no respondían. Seguían sin registrarlo todavía.)
Los altares simultáneos serían el viernes 13 de noviembre a las 7 de la noche, en parque central de cada ciudad.
(Comenzaron a mostrarse preocupados. Al fin sabía que estaban captándolo.)
Idealmente, nuestros anfitriones del año anterior levantarían por su propia cuenta el altar de su ciudad. Nosotros tendríamos que conformar 18 equipos que hicieran la labor en las ciudades nuevas. Muchos de nuestros colaboradores serían ministros de MUNA; otros serían ministros de diversos trasfondos que conocimos en las cabeceras. Pero la mayoría de los equipos estarían conformados por ovejas de IPV.
(Ahora sí estaban afligidos. Pero era demasiado tarde. Ya estaban en el barco, y el barco ya había zarpado.)
En la iglesia, como en la escuela, el conocimiento adquirido que no se pone en práctica, tiende a olvidarse. Pronto supe que sería necesario revisar el fundamento doctrinal de las ovejas de IPV que formarían parte de los equipos. El año anterior habían ido donde gente que ya había sido instruida y había abrazado la visión. Esta vez tendrían que abrir su propia brecha.
Yo ya había revisado aquel manual de enseñanzas de los primeros seminarios de Adoremos. César Escoto había tenido a bien producir muchos ejemplares en su imprenta, y los había ofrendado para el entrenamiento de más adoradores. Adicional a eso, preparé una serie de enseñanzas en torno a los principales tabernáculos mencionados en la Biblia. Además de enseñar el contenido en las reuniones de viernes de IPV, lo publiqué en la web (lostabernaculos.blogspot.com) y lo imprimimos para los equipos.
La oficina de IPV adoptó el rol de agencia misionera - armando equipos, asignando ciudades, emitiendo cartas, obteniendo permisos, elaborando artes, y haciendo publicidad. Por su parte, los equipos viajaban a las ciudades, reuniéndose con pastores y alcaldes, orando aquí y allá. Los chicos de Adoremos eran parte de todo esto, sin dejar de trabajar en los compromisos habituales con IPV y MUNA, y en nuestro próximo proyecto discográfico.
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En junio del 2015 presentamos Valles. Eran doce canciones con estilo folk girando en torno al tema de las decisiones. Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. (Joel 3:14) Por supuesto, era parte de la progresión conceptual que habíamos desarrollado con Angie, que vendría a entenderse mejor varios proyectos más tarde.
Para Valles finalmente logramos incluir verdadero material videográfico. Roger y su acólito del departamento de Comunicaciones, Héctor Paredes, tomaron video del guión que preparé con Angie. Los actores eran Héctor, su padre Héctor, su madre Dorby, su hermanito Josías, y Andrea Nájera. En un holgado reflejo de Adán y Eva, representaban una familia en sus interacciones con Dios y la tierra que les dio.
¡Los videos quedaron preciosos! Tanto que también los ofrecimos para la venta en DVD. Tanto que en la noche de la presentación, el público no podía decidir si ver las danzas en vivo o los videos proyectados sobre la pantalla.
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Para Adoremos en Honduras 2015, yo quedé asignado a Siguatepeque, la segunda ciudad del departamento de Comayagua. El Pastor Céleo Castañeda del Ministerio Mar de Galilea nos recibió para que diéramos el entrenamiento en sus instalaciones. Allá se nos unieron Raúl y Adalinda Guerra (pastores de MUNA en Siguatepeque) y Norman Alcerro, quien quería entrenar su gente nueva de Comayagua.
Pero posteriormente, por una palabra profética y por instrucción de Hermana Emma, fui reasignado a Catacamas, Olancho. Angie y Francis ya habían iniciado allí el trabajo, con el Pastor Ezequiel Vásquez de Iglesia de Santidad como su anfitrión. Y por esas cosas que el Señor hace, Jacobo acabó volando a Honduras y uniéndose al equipo de Catacamas. Con Alba, madre de Francis, se cerraba el equipo de cinco.
La familia política del Pastor Céleo vive en Catacamas, y amablemente nos hospedaron en una casa equipada hasta con piscina. Eduardo Chávez, pastor de jóvenes de Iglesia de Santidad, nos apoyó grandemente; nos llevó a conocer las Cuevas de Talgua y a comer tamalitos de elote frescos a la orilla de la carretera. ¡Uf, qué matequilla!
En Catacamas conocimos también a Adrián Rivera, un joven adorador de puro corazón que le metió más leña al altar. Es de esas personas que te hacen creer que sí hay esperanza. Con dos o tres como él en cada aldea, Dios transformaría Honduras.
El viernes 13 de noviembre del año 2015, a las 7 de la noche, levantamos 36 altares de adoración simultáneos, en el parque central de las dos principales ciudades de cada departamento de Honduras. Una vez más, el nombre del Señor fue glorificado en nuestra nación, y fue más que maravilloso.
Wednesday, October 25, 2017
Adoremos en Honduras (parte 2)
Adoremos en Honduras 2014
28/11/14
Sabía que era un momento para enviar a otros. Esta vez yo me quedaría en La Lima, adorando al Señor desde IPV con todos los que no fueran de misión. Y como enviaba a las cabeceras a todos los chicos de Adoremos y a los demás adultos y jóvenes que cantaban o tocaban instrumentos, mi equipo de alabanza en casa sería una edición especial. Se llamaron a sí mismos Piedritas Vivas, y eran todos los niños cantores y músicos que quedaban en casa.
Mientras los niños y yo dirigíamos a la iglesia en adoración, Abbie y Ana Rebeca le harían de presentadoras para la grabación que haríamos. En la cabina de controles, Quique recibiría videos cortos de cada cabecera. El documental final alternaría entre la alabanza en IPV, los comentarios de Abbie y Ana Rebeca, y los videos de las cabeceras.
PUERTO LEMPIRA, GRACIAS A DIOS
Aldo Zelaya y Álix Fonseca fueron los primeros en salir. Viajaron por tierra hasta La Ceiba y luego por aire hasta Puerto Lempira, donde los recibió el Pastor Juan Carlos Galindo. Como los vuelos entre La Ceiba y Puerto Lempira no son diarios, habían salido días antes del evento. La mayoría de los misioneros no había ni salido, pero Aldo ya estaba enviando fotos de la vista marítima desde su hamaca. Y reportando la calidad suprema de los camarones.
TRUJILLO, COLÓN
Angie Ramírez llevaba tremendo equipo con Xenia de Musa y su hija Mía, Alejandro y Yanira Amaya y su hija Yaritza, y Rosa de Nuila. Habían optado por irse en bus desde La Lima hasta Trujillo. Pero se desató una tormenta en el Caribe. Las lluvias torrenciales ocasionaron deslizamientos que obstruyeron completamente el paso por carretera. La única opción era bajarse y caminar dos horas - sobre lodo, bajo la lluvia, y cargando maletas - con la esperanza de encontrar transporte a Trujillo del otro lado.
Gente menos valerosa se habría regresado a casa. Pero éstos siguieron. Se bajaron y caminaron. Y caminaron. Contra el cansancio y a pesar del catarro, caminaron. Hasta que encontraron un carro que los llevó a Trujillo. El Pastor Bruno Leoni los recibió con asombro.
- Me han convencido ustedes. Yo creí que no iban a venir.
- No, pastor. Le dijimos que íbamos a venir, y aquí estamos.
ROATÁN, ISLAS DE LA BAHÍA
Ana Raquel Henríquez e Iris López volaron la ruta La Lima - La Ceiba - Roatán. Como es una ruta más comercial, hay más vuelos durante la semana, así que salieron el mismo viernes. Pero para entonces la tormenta estaba en su mejor momento. Ana oró como nunca, y prevaleció. Se abrió camino en el cielo, y aterrizaron en Roatán, donde los Pastores Arturo e Ivis Martínez las estaban esperando.
LA CEIBA, ATLÁNTIDA
Samir Anariba es oriundo de La Ceiba. Él, su esposa Cynthia, y sus hijos Issaac y David, habían ido antes del evento a afinar detalles con la Pastora Leidy de Castellanos y a definir asuntos musicales con los muchachos que habíamos conocido en La Ceiba en nuestros viajes anteriores: Pablo López, Jonatan Linares, y Mauricio Flores. También el Pastor Timoteo Norales se les uniría. Samir y sus hijos hasta habían dado entrevista de televisión como parte de los preparativos. El día del evento viajaron con Ruth Santos y su hijo Gerson, y Liza Welsh. Para entonces ya tenían todo listo.
SAN PEDRO SULA, CORTÉS
Los Pastores Remo y Rosy Bardales arengaron las tropas de IPV San Pedro Sula. Álex Leiva es un invaluable apoyo para ellos, y lidera el ministerio de alabanza de IPV SPS, Arco y Flecha. También a ellos el Señor los ha estado entrenando en la edificación de altares de adoración en puntos estratégicos de su ciudad. Para Adoremos en Honduras, se organizaron junto con otras iglesias hijas de MUNA y otros ministerios amigos.
SANTA BÁRBARA, SANTA BÁRBARA
Daritza Fuentes llevaba la guitarra, pero compartía labores con Ivonne Gonzales, Teresita de Fasquelle, y Jenny de Varela y su hijo Gustavo. El Pastor Saúl Medina era su anfitrión oficial, pero el hermano Herminio Castro era el enlace vital.
SANTA ROSA, COPÁN
Wendy y Nelson Fonseca fueron con sus padres Nelson y Glenda y su hermana Josseline. Los alojarían los Pastores Andrés y Fidelia Chávez; su hija Gabriela y sobrina Marjorie nos habían acompañado en Tegucigalpa.
CHOLUTECA, CHOLUTECA
A Choluteca iba un súper-equipo: Ninfa de Martínez, César y Lorena Escoto y su hijo José David, y Gracia María de Zacapa. Ninfa era nuestra asistente en la oficina, y conocía al dedillo todo el teje y maneje de esta operación. César había sido un invaluable abridor de brechas en las cabeceras, visitando muchas ciudades antes que nosotros con la misión expresa de compartir la visión con los pastores y prepararnos el camino. Lorena servía en la tienda de MUNA, y José David en el departamento de Comunicaciones. Finalmente, Gracia María es de Choluteca y conoce allí a todo mundo y su primo.
Aunque Hilda Miranda y Andrés Aparicio nos habían acompañado en Tegucigalpa, nuestro equipo tendría que trabajar mucho en unificar a la iglesia local para el día del altar.
YUSCARÁN, EL PARAÍSO
Faddy Ramírez dice que no canta, pero todos sabemos que no es así. Pero para evitarle la tentación de querer sacudirse la responsabilidad melódica del altar, le asigné a Dorby de Paredes, Araminta Martínez, Valery Rivera, y Carlos Montoya - todos hermanos de buen testimonio, pero no precisamente ministros de alabanza. Allá contarían con el apoyo del Pastor Adonai Díaz y sus hijas, Marilyn y Vinella, Paola Aguilar, y Karla de Carrasco, esposa del alcalde de Yuscarán.
JUTICALPA, OLANCHO
Al armar los equipos, trataba siempre de equilibrar los dones de los integrantes. Procuraba que hubiese un cantor o músico, un intercesor, alguien que pudiera relacionarse bien con los pastores anfitriones, alguien que manejara la logística, y alguien que pudiera balancear las finanzas del equipo. El equipo de Silvia de Núñez, Abigail Fuentes, Geovannie y Karla Medina, y Gary Castillo no seguía ese modelo muy bien, pero igual funcionaba. Y aunque Geovannie no creía que en su trabajo le darían permiso de tomarse el fin de semana, el Señor lo hizo posible. En Juticalpa fueron recibidos por los Pastores José Carlos y Duvis Espinoza.
YORO, YORO
Las anfitrionas en Yoro fueron la Pastora Julissa de Paz, y las hermanas Vilma y Betty Castro. El equipo de IPV estaba conformado por Carlos y Maru de Meléndez, su hija Carolina, y la familia Hidalgo - Eduardo y Joanna, y sus niños, Grace y Jeremías.
Los Hidalgo venían de Jalpa de Méndez, Tabasco, México. Habían llegado a MUNA para ser entrenados por espacio de un año (pero que terminaron siendo tres). Siendo un ministro de alabanza completo, Eduardo había sido asignado como tecladista de Honda & Piedra, y así Aldo fue trasladado formalmente a Adoremos.
LA ESPERANZA, INTIBUCÁ
Javier y Reina Hernández iban con sus hijos, Vicky y Josué, y Arlette. Esta última tocaba violín y vendría a ser la primer maestra de violín de Escuela de Artes Adoremos. Arlette y Vicky viajaron en bus a La Esperanza antes que el resto, para preparar detalles con el Pastor Carlos Madrid y los músicos que apoyarían en el altar. Los demás viajarían a la ciudad más fría de Honduras el mismo día del evento.
COMAYAGUA, COMAYAGUA
Mirlen Ramos hizo equipo con Miguel y Vicky Sierra y sus hijos, Miguel y Jimena. Su contraparte en Comayagua - los Pastores Servando y Norma Alcerro y sus hijos, y los Pastores Pavel y Lourdes Martínez - prepararon a varias congregaciones, unidas para adorar juntas al Señor. Tuevieron problemas para conseguir el parque central, pero consiguieron otro parque, también importante.
TEGUCIGALPA, FRANCISCO MORAZÁN
El día en que nos reunimos con todos los delegados en el Hatillo, Hermana Emma me preguntó si quería que ella personalmente se hiciera cargo del altar de Tegucigalpa para Adoremos en Honduras. ¡Por supuesto que sí! Fue un honor inesperado.
Hermana Emma tuvo a bien hacer otra ronda de entrenamiento, involucrando a otras iglesias de Tegucigalpa. Le ofrecí a algunas de las personas más capaces con las que contaba: Mari en el canto, Manuel en la música, y Róger Castillo en sonido y logística.
Mari había tenido conflicto con el nuevo horario de ensayos de Honda & Piedra, y así había quedado libre para venir a ser parte oficial de Adoremos. Las funciones de Mari organizando a todos los cantores y músicos que participarían en el altar de Tegucigalpa probarían ser un valioso entrenamiento.
LA PAZ, LA PAZ
Martín y Emily Cruz iban con Janeth de Cardona, y Omar y Katia Cardona. Aunque había contactos locales, nadie les apoyaba con el trámite del permiso porque el parque central. Adoremos en Honduras coincidiría con la feria patronal de La Paz, y el parque estaba reservado con dos meses de anticipación para un karaoke. La respuesta de la municipalidad era negativa, y la iglesia local estaba convencida de que eso no cambiaría.
A pesar de todo, nuestro equipo seguía trabajando. Oraban y buscaban opciones. Iban a La Paz; visitaban la municipalidad y oraban en el parque. La municipalidad les ofrecía un rincón de una plaza secundaria, pero Martín y Emily no querían desistir. Hasta consideraron alquilar un puesto de ventas en el bazar del festival que se instalaría en la plaza del parque central.
El día de Adoremos en Honduras, llegaron a La Paz con equipo de sonido, instrumentos y demás, listos para levantar su altar de adoración. Aunque no tenían un lugar donde hacerlo, seguían confiando en el Señor.
Quince minutos antes de que iniciaran los 18 altares simultáneos, la gente del karaoke no había llegado al parque. Martín hizo una última llamada a la representante municipal, pidiendo permiso para usar el kiosko para adorar al Señor. ¡Y esta vez se lo otorgaron!
En un instante estaban sobre el kiosko, listos para arrancar. Solos en medio del festival. Pero el Señor los volvió a sorprender. Los cristianos locales que no habían apoyado durante las gestiones llegaron de repente, genuinamente convencidos que Dios estaba en el asunto.
El viernes 28 de noviembre del año 2014, a las 7 de la noche, levantamos 18 altares de adoración simultáneos, en el parque central de cada cabecera departamental de Honduras. El nombre del Señor fue glorificado en nuestra nación, y fue maravilloso.
28/11/14
Sabía que era un momento para enviar a otros. Esta vez yo me quedaría en La Lima, adorando al Señor desde IPV con todos los que no fueran de misión. Y como enviaba a las cabeceras a todos los chicos de Adoremos y a los demás adultos y jóvenes que cantaban o tocaban instrumentos, mi equipo de alabanza en casa sería una edición especial. Se llamaron a sí mismos Piedritas Vivas, y eran todos los niños cantores y músicos que quedaban en casa.
Mientras los niños y yo dirigíamos a la iglesia en adoración, Abbie y Ana Rebeca le harían de presentadoras para la grabación que haríamos. En la cabina de controles, Quique recibiría videos cortos de cada cabecera. El documental final alternaría entre la alabanza en IPV, los comentarios de Abbie y Ana Rebeca, y los videos de las cabeceras.
PUERTO LEMPIRA, GRACIAS A DIOS
Aldo Zelaya y Álix Fonseca fueron los primeros en salir. Viajaron por tierra hasta La Ceiba y luego por aire hasta Puerto Lempira, donde los recibió el Pastor Juan Carlos Galindo. Como los vuelos entre La Ceiba y Puerto Lempira no son diarios, habían salido días antes del evento. La mayoría de los misioneros no había ni salido, pero Aldo ya estaba enviando fotos de la vista marítima desde su hamaca. Y reportando la calidad suprema de los camarones.
TRUJILLO, COLÓN
Angie Ramírez llevaba tremendo equipo con Xenia de Musa y su hija Mía, Alejandro y Yanira Amaya y su hija Yaritza, y Rosa de Nuila. Habían optado por irse en bus desde La Lima hasta Trujillo. Pero se desató una tormenta en el Caribe. Las lluvias torrenciales ocasionaron deslizamientos que obstruyeron completamente el paso por carretera. La única opción era bajarse y caminar dos horas - sobre lodo, bajo la lluvia, y cargando maletas - con la esperanza de encontrar transporte a Trujillo del otro lado.
Gente menos valerosa se habría regresado a casa. Pero éstos siguieron. Se bajaron y caminaron. Y caminaron. Contra el cansancio y a pesar del catarro, caminaron. Hasta que encontraron un carro que los llevó a Trujillo. El Pastor Bruno Leoni los recibió con asombro.
- Me han convencido ustedes. Yo creí que no iban a venir.
- No, pastor. Le dijimos que íbamos a venir, y aquí estamos.
ROATÁN, ISLAS DE LA BAHÍA
Ana Raquel Henríquez e Iris López volaron la ruta La Lima - La Ceiba - Roatán. Como es una ruta más comercial, hay más vuelos durante la semana, así que salieron el mismo viernes. Pero para entonces la tormenta estaba en su mejor momento. Ana oró como nunca, y prevaleció. Se abrió camino en el cielo, y aterrizaron en Roatán, donde los Pastores Arturo e Ivis Martínez las estaban esperando.
LA CEIBA, ATLÁNTIDA
Samir Anariba es oriundo de La Ceiba. Él, su esposa Cynthia, y sus hijos Issaac y David, habían ido antes del evento a afinar detalles con la Pastora Leidy de Castellanos y a definir asuntos musicales con los muchachos que habíamos conocido en La Ceiba en nuestros viajes anteriores: Pablo López, Jonatan Linares, y Mauricio Flores. También el Pastor Timoteo Norales se les uniría. Samir y sus hijos hasta habían dado entrevista de televisión como parte de los preparativos. El día del evento viajaron con Ruth Santos y su hijo Gerson, y Liza Welsh. Para entonces ya tenían todo listo.
SAN PEDRO SULA, CORTÉS
Los Pastores Remo y Rosy Bardales arengaron las tropas de IPV San Pedro Sula. Álex Leiva es un invaluable apoyo para ellos, y lidera el ministerio de alabanza de IPV SPS, Arco y Flecha. También a ellos el Señor los ha estado entrenando en la edificación de altares de adoración en puntos estratégicos de su ciudad. Para Adoremos en Honduras, se organizaron junto con otras iglesias hijas de MUNA y otros ministerios amigos.
SANTA BÁRBARA, SANTA BÁRBARA
Daritza Fuentes llevaba la guitarra, pero compartía labores con Ivonne Gonzales, Teresita de Fasquelle, y Jenny de Varela y su hijo Gustavo. El Pastor Saúl Medina era su anfitrión oficial, pero el hermano Herminio Castro era el enlace vital.
SANTA ROSA, COPÁN
Wendy y Nelson Fonseca fueron con sus padres Nelson y Glenda y su hermana Josseline. Los alojarían los Pastores Andrés y Fidelia Chávez; su hija Gabriela y sobrina Marjorie nos habían acompañado en Tegucigalpa.
GRACIAS, LEMPIRA
Leo García hizo un viaje previo con su madre Lidia, y sus compañeros Rudy y Alba Corea y su hija Francis. El hermano Willy Vásquez los recibió, y el Pastor Arturo Perdomo hizo arreglos para que ensayaran con los ministros de alabanza locales. Esto fue muy beneficiosos, sobre todo en vista de que no habíamos podido hacer entrenamiento en nuestro viaje previo a Gracias.
Lástima que una buena porción de la carretera a Gracias está tan deteriorada. El carro cayó en tantos hoyos que Leo ya no estaba cómodo con llevarlo el día del evento. Pero resolvieron alquilando otro carro.
Leo García hizo un viaje previo con su madre Lidia, y sus compañeros Rudy y Alba Corea y su hija Francis. El hermano Willy Vásquez los recibió, y el Pastor Arturo Perdomo hizo arreglos para que ensayaran con los ministros de alabanza locales. Esto fue muy beneficiosos, sobre todo en vista de que no habíamos podido hacer entrenamiento en nuestro viaje previo a Gracias.
Lástima que una buena porción de la carretera a Gracias está tan deteriorada. El carro cayó en tantos hoyos que Leo ya no estaba cómodo con llevarlo el día del evento. Pero resolvieron alquilando otro carro.
OCOTEPEQUE, OCOTEPEQUE
José Popoff y su esposa Cindy la armaron con Mery de Díaz y sus hijas, Marcela y Vivian. Ocotepeque queda en el extremo occidental de Honduras. El viaje es largo y a veces tedioso. ¡Menos mal que todos los integrantes del equipo tienen un excelente sentido del humor! Allá los esperaba el Pastor Rafael Castellanos con toda su tropa, incluyendo a su hija Alejandra.
José Popoff y su esposa Cindy la armaron con Mery de Díaz y sus hijas, Marcela y Vivian. Ocotepeque queda en el extremo occidental de Honduras. El viaje es largo y a veces tedioso. ¡Menos mal que todos los integrantes del equipo tienen un excelente sentido del humor! Allá los esperaba el Pastor Rafael Castellanos con toda su tropa, incluyendo a su hija Alejandra.
NACAOME, VALLE
Rafael y Mirna Flores, Yoly Cruz, Jorge Caballero, y Gina Melissa Flores, conformaban el equipo que fue a levantar el altar a Nacaome. Hicieron un viaje previo para establecer nuevos contactos y entrenar a los ministros locales. Mirna y Yoly tienen raíces en Langue, Valle, así que no tuvieron problema encontrando amigos distantes y parientes lejanos. También se les unió allá la Pastora Blanca de Bustamante, de IPV Amapala, Valle.CHOLUTECA, CHOLUTECA
A Choluteca iba un súper-equipo: Ninfa de Martínez, César y Lorena Escoto y su hijo José David, y Gracia María de Zacapa. Ninfa era nuestra asistente en la oficina, y conocía al dedillo todo el teje y maneje de esta operación. César había sido un invaluable abridor de brechas en las cabeceras, visitando muchas ciudades antes que nosotros con la misión expresa de compartir la visión con los pastores y prepararnos el camino. Lorena servía en la tienda de MUNA, y José David en el departamento de Comunicaciones. Finalmente, Gracia María es de Choluteca y conoce allí a todo mundo y su primo.
Aunque Hilda Miranda y Andrés Aparicio nos habían acompañado en Tegucigalpa, nuestro equipo tendría que trabajar mucho en unificar a la iglesia local para el día del altar.
YUSCARÁN, EL PARAÍSO
Faddy Ramírez dice que no canta, pero todos sabemos que no es así. Pero para evitarle la tentación de querer sacudirse la responsabilidad melódica del altar, le asigné a Dorby de Paredes, Araminta Martínez, Valery Rivera, y Carlos Montoya - todos hermanos de buen testimonio, pero no precisamente ministros de alabanza. Allá contarían con el apoyo del Pastor Adonai Díaz y sus hijas, Marilyn y Vinella, Paola Aguilar, y Karla de Carrasco, esposa del alcalde de Yuscarán.
JUTICALPA, OLANCHO
Al armar los equipos, trataba siempre de equilibrar los dones de los integrantes. Procuraba que hubiese un cantor o músico, un intercesor, alguien que pudiera relacionarse bien con los pastores anfitriones, alguien que manejara la logística, y alguien que pudiera balancear las finanzas del equipo. El equipo de Silvia de Núñez, Abigail Fuentes, Geovannie y Karla Medina, y Gary Castillo no seguía ese modelo muy bien, pero igual funcionaba. Y aunque Geovannie no creía que en su trabajo le darían permiso de tomarse el fin de semana, el Señor lo hizo posible. En Juticalpa fueron recibidos por los Pastores José Carlos y Duvis Espinoza.
YORO, YORO
Las anfitrionas en Yoro fueron la Pastora Julissa de Paz, y las hermanas Vilma y Betty Castro. El equipo de IPV estaba conformado por Carlos y Maru de Meléndez, su hija Carolina, y la familia Hidalgo - Eduardo y Joanna, y sus niños, Grace y Jeremías.
Los Hidalgo venían de Jalpa de Méndez, Tabasco, México. Habían llegado a MUNA para ser entrenados por espacio de un año (pero que terminaron siendo tres). Siendo un ministro de alabanza completo, Eduardo había sido asignado como tecladista de Honda & Piedra, y así Aldo fue trasladado formalmente a Adoremos.
Javier y Reina Hernández iban con sus hijos, Vicky y Josué, y Arlette. Esta última tocaba violín y vendría a ser la primer maestra de violín de Escuela de Artes Adoremos. Arlette y Vicky viajaron en bus a La Esperanza antes que el resto, para preparar detalles con el Pastor Carlos Madrid y los músicos que apoyarían en el altar. Los demás viajarían a la ciudad más fría de Honduras el mismo día del evento.
COMAYAGUA, COMAYAGUA
Mirlen Ramos hizo equipo con Miguel y Vicky Sierra y sus hijos, Miguel y Jimena. Su contraparte en Comayagua - los Pastores Servando y Norma Alcerro y sus hijos, y los Pastores Pavel y Lourdes Martínez - prepararon a varias congregaciones, unidas para adorar juntas al Señor. Tuevieron problemas para conseguir el parque central, pero consiguieron otro parque, también importante.
TEGUCIGALPA, FRANCISCO MORAZÁN
El día en que nos reunimos con todos los delegados en el Hatillo, Hermana Emma me preguntó si quería que ella personalmente se hiciera cargo del altar de Tegucigalpa para Adoremos en Honduras. ¡Por supuesto que sí! Fue un honor inesperado.
Hermana Emma tuvo a bien hacer otra ronda de entrenamiento, involucrando a otras iglesias de Tegucigalpa. Le ofrecí a algunas de las personas más capaces con las que contaba: Mari en el canto, Manuel en la música, y Róger Castillo en sonido y logística.
Mari había tenido conflicto con el nuevo horario de ensayos de Honda & Piedra, y así había quedado libre para venir a ser parte oficial de Adoremos. Las funciones de Mari organizando a todos los cantores y músicos que participarían en el altar de Tegucigalpa probarían ser un valioso entrenamiento.
LA PAZ, LA PAZ
Martín y Emily Cruz iban con Janeth de Cardona, y Omar y Katia Cardona. Aunque había contactos locales, nadie les apoyaba con el trámite del permiso porque el parque central. Adoremos en Honduras coincidiría con la feria patronal de La Paz, y el parque estaba reservado con dos meses de anticipación para un karaoke. La respuesta de la municipalidad era negativa, y la iglesia local estaba convencida de que eso no cambiaría.
A pesar de todo, nuestro equipo seguía trabajando. Oraban y buscaban opciones. Iban a La Paz; visitaban la municipalidad y oraban en el parque. La municipalidad les ofrecía un rincón de una plaza secundaria, pero Martín y Emily no querían desistir. Hasta consideraron alquilar un puesto de ventas en el bazar del festival que se instalaría en la plaza del parque central.
El día de Adoremos en Honduras, llegaron a La Paz con equipo de sonido, instrumentos y demás, listos para levantar su altar de adoración. Aunque no tenían un lugar donde hacerlo, seguían confiando en el Señor.
Quince minutos antes de que iniciaran los 18 altares simultáneos, la gente del karaoke no había llegado al parque. Martín hizo una última llamada a la representante municipal, pidiendo permiso para usar el kiosko para adorar al Señor. ¡Y esta vez se lo otorgaron!
En un instante estaban sobre el kiosko, listos para arrancar. Solos en medio del festival. Pero el Señor los volvió a sorprender. Los cristianos locales que no habían apoyado durante las gestiones llegaron de repente, genuinamente convencidos que Dios estaba en el asunto.
El viernes 28 de noviembre del año 2014, a las 7 de la noche, levantamos 18 altares de adoración simultáneos, en el parque central de cada cabecera departamental de Honduras. El nombre del Señor fue glorificado en nuestra nación, y fue maravilloso.
Friday, October 20, 2017
Adoremos en Honduras (parte 1)
Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó:
―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!
Eliseo le dijo:
―Consigue un arco y varias flechas.
Joás así lo hizo. Luego Eliseo le dijo:
―Empuña el arco.
Cuando el rey empuñó el arco, Eliseo puso las manos sobre las del rey y le dijo:
―Abre la ventana que da hacia el oriente.
Joás la abrió, y Eliseo le ordenó:
―¡Dispara!
Así lo hizo. Entonces Eliseo declaró:
―¡Flecha victoriosa del Señor! ¡Flecha victoriosa contra Siria! ¡Tú vas a derrotar a los sirios en Afec hasta acabar con ellos! Así que toma las flechas —añadió.
El rey las tomó, y Eliseo le ordenó:
―¡Golpea el suelo!
Joás golpeó el suelo tres veces, y se detuvo. Ante eso, el hombre de Dios se enojó y le dijo:
―Debiste haber golpeado el suelo cinco o seis veces; entonces habrías derrotado a los sirios hasta acabar con ellos. Pero ahora los derrotarás solo tres veces.
2 Reyes 13:14-19
Organizamos un retiro especial entre las dos noches de altar en el parque central de Tegucigalpa. Se llevó a cabo en el centro de retiros en El Hatillo donde la mitad de los participantes estaba hospedado. La finalidad era que nos conociéramos y que tuviéramos un buen tiempo en la presencia del Señor. Y algo más.
En la mañana, los participantes entraron por la mesa de inscripción para recibir su gafete, papelería, y boletos de comidas. Pasando al salón principal, encontraban su lugar preasignado en una de las dieciocho mesas. Cada mesa correspondía a un departamento de Honduras, y reunía a los respectivos delegados departamentales con algunos miembros de IPV y MUNA.
El Señor había pedido 2 ó 3 noches de altar en cada cabecera, y estábamos a punto de culminarlo esa misma noche. ¿Por qué no ir más allá? Les presenté con el reto de levantar 18 altares de adoración simultáneos. Para lograrlo, cada mesa contaba con la gente clave: los delegados departamentales para preparar los recursos locales, y los misioneros de IPV y MUNA como apoyo y enlace entre los departamentos y la administración central.
Durante la preparación, nuestros misioneros mantendrían comunicación constante con su contacto departamental. De ser necesario, irían a la cabecera a reforzar enseñanzas, a entrenar, o a fortalecer al equipo local. Para la fecha de los altares simultáneos, estarían con el equipo local en el parque central de la cabecera.
Todos los presentes aceptaron con gozo el reto de recibirnos una vez más en sus ciudades antes de terminar el año. ¡Menos mal, porque ya les llevábamos los afiches impresos!
Cada misión fue una experiencia nueva y distinta. En cada viaje compartíamos nuevas aventuras en equipo y conocíamos a nuevos hermanos del Cuerpo de Cristo en toda la nación. ¡Y adorábamos al Señor juntos! Sin prejuicios. Comprobando que Dios envía bendición y vida eterna cuando los hermanos habitan juntos en armonía. Él, en su soberanía y creatividad, nos ha hecho diferentes pero nos ha ubicado en un sólo Cuerpo. En ese diseño hay gran sabiduría. Si todos somos parte del Cuerpo, todos podemos adorar a Dios. Cada uno lo adorará un poco diferente, y eso está bien. Pero además, Cristo habla a su Cuerpo a través de los miembros. Cada uno lo manifestará un poco diferente, y eso está bien. A lo largo de nuestra travesía, cada momento adorando había forjado un sentimiento memorable; un recuerdo de la dulce presencia del Padre y de la manera en que ministró nuestras vidas.
Pero había llegado el momento de que todos tomáramos una responsabilidad mayor. Esta vez no estaríamos viajando juntos.
Era el viernes primero de Enero del 2010 cuando le pregunté a Jacobo si aún tocaba batería, y me respondió que sí. "Llegate hoy a las seis al templo", le dije. Así fue como comenzó a tocar batería en IPV y MUNA. Llegó a entender el efecto que la música puede tener sobre las personas y los ambientes. Pero también que adorar no es simplemente música, sino una vida completamente entregada al Señor en santidad, dispuesta a obedecer su voz. Que es un asunto del corazón; de la continua búsqueda de la presencia del Señor en íntima comunión. Jacobo llegaría a ser uno de los miembros de Adoremos que más cabeceras visitaría.
Por otro lado, Nelson siempre quiso aprender a tocar batería. Pero era más fácil conseguir una guitarra. Recibió unas pocas clases de guitarra, pero acabó aprendiendo más por su cuenta viendo videos tutoriales en YouTube. Pero su mayor prueba no era el aprender a tocar en sí, sino el estar frente a un público. Aun el hablar enfrente de poca gente lo ponía nervioso. Inició en el ministerio de alabanza cuando un viernes le dije que ese día tocaría la guitarra acústica en la reunión de IPV.
Nelson creció en estatura y en sabiduría, en técnica y en revelación. Como parte de Adoremos, viajó a la mayoría de las cabeceras. Su amistad con Jacobo llegó a ser parte anecdótica de las misiones. Preferían viajar juntos en el camión sin aire acondicionado que ir separados en las cabinas frescas de los carros. ¡Eran inseparables! Y siendo que ambos son tremendamente tímidos, todos nos preguntábamos: ¿De qué hablarán?
Desde niño, a Faddy le gustaba mucho la música. Le gustaba cantar y soñaba con ejecutar el piano magistralmente, por lo que estudiaba el infinito desfile de folletos instructivos que su papá le traía. En su primer año en Sunshine, interpretó un vendedor israelí en Talents For The Lord, aunque trató de pasar desapercibido. Un niño inseguro en el tercer grado, sus intereses eran melódicos, pero no espectaculares.
Una noche de viernes, en la reunión de IPV, el tiempo de alabanza estaba bueno; se percibía la presencia del Señor. Faddy se emocionó tanto que comenzó a tocar la silla de enfrente como si fuese una conga. Notando que tenía buen sentido de ritmo, lo mandé traer con un ujier. ¡Faddy estaba espantado! Con temor y temblor subió al escenario. "¡Tocá las congas!", le dije. Faddy comenzó a tocar nerviosamente, pero terminó disfrutándolo plenamente. No era parte del ministerio de alabanza, sólo era un niño que el pastor mandó a llamar para tocar las congas por una noche.
Un sábado por la tarde en el discipulado de niños les pedí que se quedaran un rato conmigo aquellos que tocaban algún instrumento. Ya reunidos, les pregunté qué instrumento tocaban. "¡Guitarra!", dijo uno. "¡Piano!", respondió otro. "¿Y tú, Faddy, qué puedes tocar?", pregunté. Faddy pausó por un momento, nerviosamente pesando la decisión de haberse quedado. "Flauta", dijo finalmente. (Se refería a la flauta dulce que enseñan en la escuela, y lo único que podía tocar era Estrellita, ¿dónde estás?.) "Jmm... Te veo más cara de batero", le dije. Y lo mandé a tomar lecciones de batería.
Y así comenzó. Pasó por ser baterista del grupo de niños, bajista de un cuarteto, corista de Honda & Piedra, ayudante de percusiones, y segundo teclado de Adoremos. Y con la inminente partida de Jacobo, Faddy era el mejor candidato para tomar el banquillo detrás de la batería. No era su pasión, pero había llegado a entender que la adoración es un estilo de vida; es una constante búsqueda por servir al Señor fielmente.
―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!
Eliseo le dijo:
―Consigue un arco y varias flechas.
Joás así lo hizo. Luego Eliseo le dijo:
―Empuña el arco.
Cuando el rey empuñó el arco, Eliseo puso las manos sobre las del rey y le dijo:
―Abre la ventana que da hacia el oriente.
Joás la abrió, y Eliseo le ordenó:
―¡Dispara!
Así lo hizo. Entonces Eliseo declaró:
―¡Flecha victoriosa del Señor! ¡Flecha victoriosa contra Siria! ¡Tú vas a derrotar a los sirios en Afec hasta acabar con ellos! Así que toma las flechas —añadió.
El rey las tomó, y Eliseo le ordenó:
―¡Golpea el suelo!
Joás golpeó el suelo tres veces, y se detuvo. Ante eso, el hombre de Dios se enojó y le dijo:
―Debiste haber golpeado el suelo cinco o seis veces; entonces habrías derrotado a los sirios hasta acabar con ellos. Pero ahora los derrotarás solo tres veces.
2 Reyes 13:14-19
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Organizamos un retiro especial entre las dos noches de altar en el parque central de Tegucigalpa. Se llevó a cabo en el centro de retiros en El Hatillo donde la mitad de los participantes estaba hospedado. La finalidad era que nos conociéramos y que tuviéramos un buen tiempo en la presencia del Señor. Y algo más.
En la mañana, los participantes entraron por la mesa de inscripción para recibir su gafete, papelería, y boletos de comidas. Pasando al salón principal, encontraban su lugar preasignado en una de las dieciocho mesas. Cada mesa correspondía a un departamento de Honduras, y reunía a los respectivos delegados departamentales con algunos miembros de IPV y MUNA.
El Señor había pedido 2 ó 3 noches de altar en cada cabecera, y estábamos a punto de culminarlo esa misma noche. ¿Por qué no ir más allá? Les presenté con el reto de levantar 18 altares de adoración simultáneos. Para lograrlo, cada mesa contaba con la gente clave: los delegados departamentales para preparar los recursos locales, y los misioneros de IPV y MUNA como apoyo y enlace entre los departamentos y la administración central.
Durante la preparación, nuestros misioneros mantendrían comunicación constante con su contacto departamental. De ser necesario, irían a la cabecera a reforzar enseñanzas, a entrenar, o a fortalecer al equipo local. Para la fecha de los altares simultáneos, estarían con el equipo local en el parque central de la cabecera.
Todos los presentes aceptaron con gozo el reto de recibirnos una vez más en sus ciudades antes de terminar el año. ¡Menos mal, porque ya les llevábamos los afiches impresos!
Hasta ahora los chicos de Adoremos habían ido a las cabeceras a levantar altares de adoración conmigo. Siempre.
Cada misión fue una experiencia nueva y distinta. En cada viaje compartíamos nuevas aventuras en equipo y conocíamos a nuevos hermanos del Cuerpo de Cristo en toda la nación. ¡Y adorábamos al Señor juntos! Sin prejuicios. Comprobando que Dios envía bendición y vida eterna cuando los hermanos habitan juntos en armonía. Él, en su soberanía y creatividad, nos ha hecho diferentes pero nos ha ubicado en un sólo Cuerpo. En ese diseño hay gran sabiduría. Si todos somos parte del Cuerpo, todos podemos adorar a Dios. Cada uno lo adorará un poco diferente, y eso está bien. Pero además, Cristo habla a su Cuerpo a través de los miembros. Cada uno lo manifestará un poco diferente, y eso está bien. A lo largo de nuestra travesía, cada momento adorando había forjado un sentimiento memorable; un recuerdo de la dulce presencia del Padre y de la manera en que ministró nuestras vidas.
Pero había llegado el momento de que todos tomáramos una responsabilidad mayor. Esta vez no estaríamos viajando juntos.
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Era el viernes primero de Enero del 2010 cuando le pregunté a Jacobo si aún tocaba batería, y me respondió que sí. "Llegate hoy a las seis al templo", le dije. Así fue como comenzó a tocar batería en IPV y MUNA. Llegó a entender el efecto que la música puede tener sobre las personas y los ambientes. Pero también que adorar no es simplemente música, sino una vida completamente entregada al Señor en santidad, dispuesta a obedecer su voz. Que es un asunto del corazón; de la continua búsqueda de la presencia del Señor en íntima comunión. Jacobo llegaría a ser uno de los miembros de Adoremos que más cabeceras visitaría.
Por otro lado, Nelson siempre quiso aprender a tocar batería. Pero era más fácil conseguir una guitarra. Recibió unas pocas clases de guitarra, pero acabó aprendiendo más por su cuenta viendo videos tutoriales en YouTube. Pero su mayor prueba no era el aprender a tocar en sí, sino el estar frente a un público. Aun el hablar enfrente de poca gente lo ponía nervioso. Inició en el ministerio de alabanza cuando un viernes le dije que ese día tocaría la guitarra acústica en la reunión de IPV.
Nelson creció en estatura y en sabiduría, en técnica y en revelación. Como parte de Adoremos, viajó a la mayoría de las cabeceras. Su amistad con Jacobo llegó a ser parte anecdótica de las misiones. Preferían viajar juntos en el camión sin aire acondicionado que ir separados en las cabinas frescas de los carros. ¡Eran inseparables! Y siendo que ambos son tremendamente tímidos, todos nos preguntábamos: ¿De qué hablarán?
Desde niño, a Faddy le gustaba mucho la música. Le gustaba cantar y soñaba con ejecutar el piano magistralmente, por lo que estudiaba el infinito desfile de folletos instructivos que su papá le traía. En su primer año en Sunshine, interpretó un vendedor israelí en Talents For The Lord, aunque trató de pasar desapercibido. Un niño inseguro en el tercer grado, sus intereses eran melódicos, pero no espectaculares.
Una noche de viernes, en la reunión de IPV, el tiempo de alabanza estaba bueno; se percibía la presencia del Señor. Faddy se emocionó tanto que comenzó a tocar la silla de enfrente como si fuese una conga. Notando que tenía buen sentido de ritmo, lo mandé traer con un ujier. ¡Faddy estaba espantado! Con temor y temblor subió al escenario. "¡Tocá las congas!", le dije. Faddy comenzó a tocar nerviosamente, pero terminó disfrutándolo plenamente. No era parte del ministerio de alabanza, sólo era un niño que el pastor mandó a llamar para tocar las congas por una noche.
Un sábado por la tarde en el discipulado de niños les pedí que se quedaran un rato conmigo aquellos que tocaban algún instrumento. Ya reunidos, les pregunté qué instrumento tocaban. "¡Guitarra!", dijo uno. "¡Piano!", respondió otro. "¿Y tú, Faddy, qué puedes tocar?", pregunté. Faddy pausó por un momento, nerviosamente pesando la decisión de haberse quedado. "Flauta", dijo finalmente. (Se refería a la flauta dulce que enseñan en la escuela, y lo único que podía tocar era Estrellita, ¿dónde estás?.) "Jmm... Te veo más cara de batero", le dije. Y lo mandé a tomar lecciones de batería.
Y así comenzó. Pasó por ser baterista del grupo de niños, bajista de un cuarteto, corista de Honda & Piedra, ayudante de percusiones, y segundo teclado de Adoremos. Y con la inminente partida de Jacobo, Faddy era el mejor candidato para tomar el banquillo detrás de la batería. No era su pasión, pero había llegado a entender que la adoración es un estilo de vida; es una constante búsqueda por servir al Señor fielmente.
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Wednesday, October 11, 2017
18 ALTARES (parte 11)
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Amy y Katlyn tenían entrevistas periódicas con la oficina de Ballet Magnificat! Fue después de una de éstas que nos informaron que habían optado por no extender su estadía en Honduras por un segundo año. ¡Nos tomó por sorpresa! Cierto, hospedar misioneras extranjeras había resultado más complejo de lo que habíamos anticipado, pero creíamos que las habíamos tratado bastante bien. ¿Hicimos algo mal?
Lo cierto es que el Señor nunca me dijo que ellas estarían con nosotros para siempre; sólo que nos ayudarían a iniciar el departamento de danza de la Escuela de Artes. Viendo, pues, que sólo estarían con nosotros hasta mediados de año, comenzamos a preparar la clausura del semestre.
Doce canciones inéditas formaron el repertorio de Costas, el segundo disco de Adoremos. Incluía canciones escritas por Ana, Angie, Martín, Leo, Wendy, Manuel, Ian, Mari, y Aldo en La Lima, San Pedro Sula, La Ceiba, Santa Bárbara, Choluteca, Nacaome. Me satisface saber que varias de esas canciones habían sido desechadas por los chicos que las compusieron, pero los animé y presioné, tendiéndoles una mano en su difícil parto. Metiendo así mi cuchara, me gano un crédito como parte del equipo de composición (completamente sin valor monetario para cualquier fin práctico). Pero la satisfacción de haber ayudado a mis hermanos a sacar la canción que llevan dentro no tiene precio.
El concepto de Costas es que lograría concertar muchas de nuestras canciones con sabor internacional. Si nuestro primer disco era sobre la Revelación de Jesucristo, nuestro segundo sería sobre esa revelación llegando a todas las naciones de la tierra. Al igual que para Revelación, la presentación en vivo de Costas fue una revista musical - una hilera de números independientes sin un hilo narrativo. Hubo ballet, danza moderna, música en vivo, canto con pista, video... Un delicioso coctel de frutas.
Angie era quien se encargaba de mantener al día el cancionero de Adoremos. Toda nueva canción que escribíamos - en asamblea, en talleres, o en privado - Angie la agregaba a la base de datos. Un día me senté con ella para planificar los próximos discos que Adoremos produciría. Basados en una secuencia conceptual, programamos álbumes semestrales para tres años, con residuos para proyectos futuros. Plasmamos el resultado en una página web no-publicitada que usamos como una herramienta interna que hasta el día en que estoy escribiendo esto nos sigue sirviendo de brújula.
Después de Costas, le dijimos adiós a Amy y Katlyn, y comenzamos a visualizar el porvenir. En el mes de junio, la Escuela de Artes organizó el Campamento de Artes, con diferentes disciplinas enfocadas a desarrollar un proyecto general a lo largo del mes. Mientras tanto, preparábamos el nuevo sistema de trabajo de la Escuela. No tendremos misioneras de Ballet Magnificat!, pero el departamento de ballet no se detendría. Abbie logró contratar una maestra de ballet de una ciudad cercana para las clases avanzadas. Hansi Rodríguez y Vicky Hernández se alzaron al reto de instruir a nuestras niñas mejores.
* * * * *
Tegucigalpa, Francisco Morazán19-20/09/14
Parecía increíble, pero estábamos por terminar con el levantamiento de altares en el parque central de las 18 cabeceras de Honduras. Programamos un gran cierre en Tegucigalpa, capital de Honduras. Además de llevar gente de IPV y MUNA, queríamos llevar adoradores de cada cabecera. Extendimos invitaciones a aquellos con los que el Espíritu Santo nos había unido durante nuestro recorrido. Les ofrecimos que si llegaban a Tegucigalpa, nosotros les daríamos hospedaje y alimentación.
No teníamos ni un centavo para hacerlo, pero era lo que el Señor quería. Así que nos pusimos a trabajar en varios frentes.
Por un lado, oramos por un anfitrión, y el Señor nos dio al Pastor Yobany Lara de Ministerios Camino Nuevo. Conscientes de que las condiciones en Tegucigalpa son distintas a las de otras ciudades, segmentamos el entrenamiento en varias sesiones en fechas distintas.
Cuando fuimos a la primer sesión, Abbie visitó a la Profeta Nerea de Osorto de Ministerio Tsebaoth. Siendo que ella era una antigua compañera de milicia de Hermana Emma, era importante para nosotros que ella nos diera su bendición. Además, su hija Melissa está casada con Joel Hernández, hijo del Hermano Ángel. Naturalmente, la Profeta Nerea es una mujer ocupada, y a Abbie le tocó esperar pacientemente. Pero logró salir de Tsebaoth con la bendición.
Mientras tanto, los entrenamientos en Camino Nuevo fueron en sí una bendición. De esas sesiones salieron las siguientes canciones:
- El Tabernáculo de Dios
- Cielo: ¡Gloria! Tierra: ¡Paz!
- Nombre Sobre Todo Nombre
- Qué Bueno Eres
- Cristo
- Digno y Santo Es el Señor
Desde la oficina, las Hermanas Ninfa de Martínez y Xenia de Musa trabajaron arduamente organizando los paquetes de transporte y alojamiento para los misioneros. La mayoría de los delegados departamentales y el equipo organizador viajaríamos en carro particular y nos hospedaríamos en un centro de retiros en El Hatillo, que aunque es en la montaña, tiene fácil acceso al parque central. La mayoría de los miembros de IPV viajarían en un bus contratado y se hospedarían cerca de la entrada a Tegucigalpa (para salir sin dificultad el domingo por la madrugada y llegar a tiempo a la reunión de MUNA). Algunos delegados, incluyendo a los hermanos garífuna de Sangrelaya, viajarían primero a La Lima, y de ahí se unirían al campamento de IPV.
Una vez que me enteré que el responsable de firmar el permiso para el parque central de Tegucigalpa era uno viejo compañero mío de la universidad - el organizador de la peña artística de la Escuela de Arquitectura, ni más ni menos - pensé que sería pan comido. ¡Error! Por la razón que fuera, el permiso estuvo trabado por mucho tiempo.
Pero en eso llevé a mi familia a pasar un fin de semana a Tegucigalpa y nos hospedamos en un bead & breakfast en El Picacho. Antes de subir, paramos en el que había sido mi supermercado en mis días universitarios. Por divina providencia, me encontré ahí a Marlon Urtecho, amigo olanchano y compañero de proyecto final en la Escuela de Arquitectura. Éste fue el mismo que me brindó la ruta corta entre Yuscarán y Juticalpa, así que ya sabía de mis misiones. Ahora él también estaba en el camino de Cristo y estaba interesado en ayudarnos con nuestro cometido.
Resulta que Marlon vivía ahora en El Hatillo, y nos invitó para que ese domingo fuéramos a su iglesia y luego a almorzar a su casa. Ahí conocimos a su linda familia y a unos amigos suyos. El amigo trabajaba para el gobierno y también se interesó por nuestro proyecto. Basta decir que la semana siguiente el permiso para el parque estaba firmado.
En La Lima, todos nos preparábamos para las dos noches de altar en Tegucigalpa. Además de la adoración libre y espontánea, cada noche resaltaríamos nueve cabeceras. En la bóveda de lona sobre el escenario proyectaríamos un paisaje de la ciudad y su nombre, mientras los delegados de esa ciudad nos acompañaban en la plataforma para cantar la canción que compusimos juntos meses atrás.
¿Qué puedo decir? Como evento de unidad del Cuerpo de Cristo, ¡fue maravilloso! Sentía que estaba en aquella escena del segundo libro de Samuel, cuando los líderes de las tríbus de Israel subieron a Hebrón para hacer pacto con David y decirle: Tú serás el soberano de Israel. Aquí veníamos adoradores de las principales ciudades del país para hacer pacto con el Señor Jesucristo y decirle: Tú serás el soberano de Honduras.
Una vez que me enteré que el responsable de firmar el permiso para el parque central de Tegucigalpa era uno viejo compañero mío de la universidad - el organizador de la peña artística de la Escuela de Arquitectura, ni más ni menos - pensé que sería pan comido. ¡Error! Por la razón que fuera, el permiso estuvo trabado por mucho tiempo.
Pero en eso llevé a mi familia a pasar un fin de semana a Tegucigalpa y nos hospedamos en un bead & breakfast en El Picacho. Antes de subir, paramos en el que había sido mi supermercado en mis días universitarios. Por divina providencia, me encontré ahí a Marlon Urtecho, amigo olanchano y compañero de proyecto final en la Escuela de Arquitectura. Éste fue el mismo que me brindó la ruta corta entre Yuscarán y Juticalpa, así que ya sabía de mis misiones. Ahora él también estaba en el camino de Cristo y estaba interesado en ayudarnos con nuestro cometido.
Resulta que Marlon vivía ahora en El Hatillo, y nos invitó para que ese domingo fuéramos a su iglesia y luego a almorzar a su casa. Ahí conocimos a su linda familia y a unos amigos suyos. El amigo trabajaba para el gobierno y también se interesó por nuestro proyecto. Basta decir que la semana siguiente el permiso para el parque estaba firmado.
En La Lima, todos nos preparábamos para las dos noches de altar en Tegucigalpa. Además de la adoración libre y espontánea, cada noche resaltaríamos nueve cabeceras. En la bóveda de lona sobre el escenario proyectaríamos un paisaje de la ciudad y su nombre, mientras los delegados de esa ciudad nos acompañaban en la plataforma para cantar la canción que compusimos juntos meses atrás.
¿Qué puedo decir? Como evento de unidad del Cuerpo de Cristo, ¡fue maravilloso! Sentía que estaba en aquella escena del segundo libro de Samuel, cuando los líderes de las tríbus de Israel subieron a Hebrón para hacer pacto con David y decirle: Tú serás el soberano de Israel. Aquí veníamos adoradores de las principales ciudades del país para hacer pacto con el Señor Jesucristo y decirle: Tú serás el soberano de Honduras.
Wednesday, October 4, 2017
18 ALTARES (parte 10)
La Paz, La Paz
21-22/02/14
Los preparativos para Adoremos en La Paz fueron más difíciles que otros eventos. Principalmente porque, con las limitaciones de transporte, hospedaje y permisos, tuve que dejar atrás a hermanos que desearía haber llevado a la misión. Cuando no se puede traer a todo mundo, hay que elegir; y nunca es fácil elegir entre una persona y otra. Como uno no quiere herir a nadie, se vuelve uno tremendamente consciente de cómo se sentirá la persona que se queda.
Cuando Jesús eligió a 12 como sus apóstoles, estaba efectivamente haciendo a un lado a todos los demás. Seguramente hubo alguien resentido porque no lo habían elegido. Alguien debe haberse sentido menospreciado. Pero no se trata de eso – de cómo me siento yo, cómo se sintieron los 12, o cómo se sintieron los que no fueron elegidos. Se trata del deseo del Padre. ¿Acaso menosprecia el Padre a alguno? ¡De ninguna manera! (Antes bien, él es el único que nos da nuestro verdadero valor.) Pero el Padre sí es intencional en lo que hace, y sus asignaciones están cargadas de propósito.
Aquellos 12 discípulos tenían la mezcla perfecta de virtudes y defectos necesaria para lograr el propósito divino. Tú eres mil veces más leal que Judas. Pero si Jesús te hubiese elegido a ti en vez de Judas, habrías echado a perder el plan de Dios para salvar a toda la humanidad. Porque, siendo fiel como eres, jamás habrías traicionado a Jesús.
Así que oré y pedí la dirección del Padre hasta que tuve claridad de quiénes debían ir. Y anunciárselo a los que se quedaban fue muy difícil.
Nuestros anfitriones en La Paz fueron la hermana Lupe y la Iglesia Cristiana Misionera Interdenominacional. Tiempo atrás, la hermana Lupe y su equipo de intercesores proféticos (mejor conocido como "los Pacheco") acompañaron a hermano Rigo y hermana Emma en múltiples asignaciones divinas. Cuando llegamos, hermana Lupe y los ancianos de la iglesia nos estaban esperando para orar por nosotros. Por absurdo que parezca, fue la primera vez que eso nos pasaba - que estuvieran esperándonos para orar. Debería ser lo más normal, ¿no? Que los hermanos oremos juntos. Que oremos los unos por los otros.
Esa noche nos reunimos a adorar al Señor en el parque. Al principio la gente estaba un poco dispersa, como esperando a ver de qué se trataba el asunto. Una vez que comenzamos a adorar, se acercaron lentamente. Entonces comenzamos a cantar un antiguo canto de Los Pacheco:
Gloria, gloria
No hay otra gloria igual
No existe para mí
Gloria, gloria
La gloria de hacer Su voluntad
¡Con eso se emocionaron! Supongo que nunca pensaron que alguien más estaría alabando al Señor con sus canciones, veinticinco años más tarde.
Trajimos nuevas canciones de La Paz, aunque no necesariamente seguimos el esquema de talleres que normalmente implementamos. Fue durante un tiempo de adoración colectiva que surgió No Se Turbe, una palabra de aliento del Señor para los ministros locales basada en Habacuc 2. Y al son de un coro espontáneo, Reina Sobre Mí surgió como una danza profética de Ricardo Calderini, más que como una canción en sí. También Qué Bueno Es y Eres Mi Todo se concibieron en La Paz. Pero todas estas canciones vinieron a La Lima como en una incubadora. Requirieron trabajo adicional en casa para tomar la forma de canciones completas.
Yuscarán, El Paraíso
14-16/04/14
El Espíritu Santo me mostró que, espiritualmente, Yuscarán es como Jezreel - una tierra fértil que Dios sembró, donde los hijos honran la herencia de sus padres pero que fue capturada por un malvado Acab, su esposa bruja, y el culto a los baales. Al igual que a Jezreel, Dios se ha propuesto rescatar a Yuscarán y restaurarla para Su gloria. ¿Pero cómo lo hará?
Para entenderlo a plenitud hay que estudiar los libros de los Reyes y Oseas. Allí encontramos que el rey Acab codició e intentó comprar la viña que un hombre llamado Nabot tenía en el valle de Jezreel. Como Nabot no quiso vender la heredad de sus padres, la reina Jezabel usó de artimañas políticas para hacerse de la viña y asesinar a Nabot en plena calle. El profeta Elías los denunció y anunció la muerte de la pareja real. Era tiempo de sequía cuando Elías restauró el altar a Jehová en el monte Carmelo, desenmascarando a los profetas del falso dios Baal en el proceso. Elías proclamó el fin de la sequía y trajo la lluvia. Posteriormente, Acab murió en batalla y Jezabel murió atropellada; y así como habían hecho a Nabot, también ellos se desangraron en la calle.
Yuscarán no tiene viñedos, pero sí la destilería que produce el "guaro" (aguardiente) más conocido de Honduras. El paisaje es semi-árido, a pesar de tener nacimientos de agua cristalina. (El agua es usada sin filtrar para, entre otras cosas, la elaboración del guaro.) Las vistas son espléndidas; capas y capas de vegas y montes cada vez más distantes. Las aves parecen volar al alcance de la mano, y uno diría que el cielo no está a más de diez metros.
El Señor nos llevó a Yuscarán a reparar el altar de adoración a Su nombre y a anunciar Su lluvia. Esa es nuestra porción, y es hermosa en gran manera. Desarrollamos los altares por la tarde en vez de la noche. Aparentemente, la iglesia católica tenía reservado el parque todas las noches de la semana. Pero el Señor hace que todas las cosas ayuden para bien. El hecho de que los altares fueran por la tarde permitió que nos acompañara la familia Bustillo - miembros de MUNA que para ese entonces vivían en Tegucigalpa. La cercanía entre las dos ciudades les permitió viajar a Yuscarán por la mañana y regresar a casa al caer la tarde.
El pastor Adonai Díaz prestó sus instalaciones para los talleres, donde escribimos tres canciones inspiradas en lo que el Señor me había mostrado: El Día de Jezreel (basada en Oseas 1), Te Derramarás (basada en Oseas 2), y Fue Tu Mano (basada en cuando Elías profetizó lluvia sobre Israel). Escribiendo El Día de Jezreel conmigo estaba Paola Aguilar, cuya familia era dueña del hotel donde nos hospedamos.
En nuestra última noche en Yuscarán, tuvimos el honor de cenar con el alcalde y su familia. Además del apoyo que nos habían brindado con permisos y contactos, nos sorprendieron cubriendo más de la mitad de nuestros gastos de hospedaje y alimentación.
El pastor Adonai nos invitó a su casa para tomar café con pan después de a cena. Yo tuve que declinar porque Abbie se había enfermado y debía quedarme a atenderla. Pero Quique y Ana Rebeca Contreras representaron al equipo y mantuvieron futuro contacto con la gente de Yuscarán.
Juticalpa, Olancho
18-19/04/14
Desde Yuscarán nos hicimos hacia Juticalpa, restando tiempo a nuestro camino gracias a la ruta alterna que me recomendó un amigo. Pero arribamos a una ciudad fantasma. El grueso de la población se había hecho a los balnearios para mitigar el calor de la temporada. Aún nuestro anfitrión, el pastor José Carlos Espinoza, tenía un retiro con los jóvenes de su iglesia y los de otra iglesia amiga. Nos encontró en la gasolinera y nos condujo hasta su iglesia. Y aunque no conocía a nadie en este extraño grupo de limeños, nos dejó las llaves de la iglesia para que entráramos y saliéramos como quisiéramos. Así nada más. (Claro que ayudaba el hecho de que conocía y admiraba mucho a hermana Emma.)
De todas las ciudades que visitamos con Adoremos, Juticalpa fue la más difícil. No fue por la poca asistencia a los talleres. (Todos los jóvenes de las iglesias anfitrionas andaban en el retiro. Pero desde antes de salir de casa ya sabíamos que eso sucedería.) Ni fue por la dieta de frijoles, mantequilla, huevo y tortillas; mañana, tarde, y noche. (Es la dieta básica de estas misiones, y ya estamos acostumbrados.) Tampoco fue porque el parque estuviese a media remodelación. (También eso lo sabíamos antes de salir de casa, y nos habíamos asegurado de que sí habría un lugar en el parque donde podríamos adorar al Señor.)
Era el sopor. La opresión. La oposición.
Cada ciudad tiene un espíritu, y Juticalpa no parecía muy feliz con nuestra llegada. No quería que interfiriéramos con sus procesiones de Semana Santa. No quería que le estropeáramos sus alfombras de aserrín. No quería que nos acercáramos al obelisco al centro del parque. No quería que oráramos con libertad o que levantáramos un altar frente al que ella ya tenía. No, Juticalpa no nos brindó su mejor bienvenida. Jesús dijo que habría ciudades así. A Él tampoco lo recibieron bien en todos lados. Bástale al siervo ser como su Señor.
El Espíritu Santo nos llevó a Juticalpa para enseñarnos algunas lecciones importantes. Entre ellas:
Si hubiésemos andado buscando multitudes, Semana Santa habría sido la peor fecha para ir a Juticalpa. Pero la comisión no era ésa, sino levantar un altar de adoración en el parque. El seminario y los talleres son un valor agregado; un medio para compartir con el Cuerpo de Cristo lo que Dios nos ha dado. Al entrenamiento llegaron niños, madres solteras, y uno o dos hombres. A ellos les impartimos de lo que teníamos, y con ellos escribimos Subamos al Monte, Correremos a Ti, y Tú Guardarás.
En el parque había personas que no sabían nada de la convocatoria, pero que al ver una rueda de gente orando y cantando al Señor, se nos unieron. Todas las personas que nos atendieron en la ciudad mostraron la más dulce disposición de servicio. Y, sí, el queso y la mantequilla de Olancho son tan buenos como dicen.
21-22/02/14
Los preparativos para Adoremos en La Paz fueron más difíciles que otros eventos. Principalmente porque, con las limitaciones de transporte, hospedaje y permisos, tuve que dejar atrás a hermanos que desearía haber llevado a la misión. Cuando no se puede traer a todo mundo, hay que elegir; y nunca es fácil elegir entre una persona y otra. Como uno no quiere herir a nadie, se vuelve uno tremendamente consciente de cómo se sentirá la persona que se queda.
Cuando Jesús eligió a 12 como sus apóstoles, estaba efectivamente haciendo a un lado a todos los demás. Seguramente hubo alguien resentido porque no lo habían elegido. Alguien debe haberse sentido menospreciado. Pero no se trata de eso – de cómo me siento yo, cómo se sintieron los 12, o cómo se sintieron los que no fueron elegidos. Se trata del deseo del Padre. ¿Acaso menosprecia el Padre a alguno? ¡De ninguna manera! (Antes bien, él es el único que nos da nuestro verdadero valor.) Pero el Padre sí es intencional en lo que hace, y sus asignaciones están cargadas de propósito.
Aquellos 12 discípulos tenían la mezcla perfecta de virtudes y defectos necesaria para lograr el propósito divino. Tú eres mil veces más leal que Judas. Pero si Jesús te hubiese elegido a ti en vez de Judas, habrías echado a perder el plan de Dios para salvar a toda la humanidad. Porque, siendo fiel como eres, jamás habrías traicionado a Jesús.
Así que oré y pedí la dirección del Padre hasta que tuve claridad de quiénes debían ir. Y anunciárselo a los que se quedaban fue muy difícil.
Nuestros anfitriones en La Paz fueron la hermana Lupe y la Iglesia Cristiana Misionera Interdenominacional. Tiempo atrás, la hermana Lupe y su equipo de intercesores proféticos (mejor conocido como "los Pacheco") acompañaron a hermano Rigo y hermana Emma en múltiples asignaciones divinas. Cuando llegamos, hermana Lupe y los ancianos de la iglesia nos estaban esperando para orar por nosotros. Por absurdo que parezca, fue la primera vez que eso nos pasaba - que estuvieran esperándonos para orar. Debería ser lo más normal, ¿no? Que los hermanos oremos juntos. Que oremos los unos por los otros.
Esa noche nos reunimos a adorar al Señor en el parque. Al principio la gente estaba un poco dispersa, como esperando a ver de qué se trataba el asunto. Una vez que comenzamos a adorar, se acercaron lentamente. Entonces comenzamos a cantar un antiguo canto de Los Pacheco:
Gloria, gloria
No hay otra gloria igual
No existe para mí
Gloria, gloria
La gloria de hacer Su voluntad
¡Con eso se emocionaron! Supongo que nunca pensaron que alguien más estaría alabando al Señor con sus canciones, veinticinco años más tarde.
Trajimos nuevas canciones de La Paz, aunque no necesariamente seguimos el esquema de talleres que normalmente implementamos. Fue durante un tiempo de adoración colectiva que surgió No Se Turbe, una palabra de aliento del Señor para los ministros locales basada en Habacuc 2. Y al son de un coro espontáneo, Reina Sobre Mí surgió como una danza profética de Ricardo Calderini, más que como una canción en sí. También Qué Bueno Es y Eres Mi Todo se concibieron en La Paz. Pero todas estas canciones vinieron a La Lima como en una incubadora. Requirieron trabajo adicional en casa para tomar la forma de canciones completas.
Yuscarán, El Paraíso
14-16/04/14
El Espíritu Santo me mostró que, espiritualmente, Yuscarán es como Jezreel - una tierra fértil que Dios sembró, donde los hijos honran la herencia de sus padres pero que fue capturada por un malvado Acab, su esposa bruja, y el culto a los baales. Al igual que a Jezreel, Dios se ha propuesto rescatar a Yuscarán y restaurarla para Su gloria. ¿Pero cómo lo hará?
Para entenderlo a plenitud hay que estudiar los libros de los Reyes y Oseas. Allí encontramos que el rey Acab codició e intentó comprar la viña que un hombre llamado Nabot tenía en el valle de Jezreel. Como Nabot no quiso vender la heredad de sus padres, la reina Jezabel usó de artimañas políticas para hacerse de la viña y asesinar a Nabot en plena calle. El profeta Elías los denunció y anunció la muerte de la pareja real. Era tiempo de sequía cuando Elías restauró el altar a Jehová en el monte Carmelo, desenmascarando a los profetas del falso dios Baal en el proceso. Elías proclamó el fin de la sequía y trajo la lluvia. Posteriormente, Acab murió en batalla y Jezabel murió atropellada; y así como habían hecho a Nabot, también ellos se desangraron en la calle.
Yuscarán no tiene viñedos, pero sí la destilería que produce el "guaro" (aguardiente) más conocido de Honduras. El paisaje es semi-árido, a pesar de tener nacimientos de agua cristalina. (El agua es usada sin filtrar para, entre otras cosas, la elaboración del guaro.) Las vistas son espléndidas; capas y capas de vegas y montes cada vez más distantes. Las aves parecen volar al alcance de la mano, y uno diría que el cielo no está a más de diez metros.
El Señor nos llevó a Yuscarán a reparar el altar de adoración a Su nombre y a anunciar Su lluvia. Esa es nuestra porción, y es hermosa en gran manera. Desarrollamos los altares por la tarde en vez de la noche. Aparentemente, la iglesia católica tenía reservado el parque todas las noches de la semana. Pero el Señor hace que todas las cosas ayuden para bien. El hecho de que los altares fueran por la tarde permitió que nos acompañara la familia Bustillo - miembros de MUNA que para ese entonces vivían en Tegucigalpa. La cercanía entre las dos ciudades les permitió viajar a Yuscarán por la mañana y regresar a casa al caer la tarde.
El pastor Adonai Díaz prestó sus instalaciones para los talleres, donde escribimos tres canciones inspiradas en lo que el Señor me había mostrado: El Día de Jezreel (basada en Oseas 1), Te Derramarás (basada en Oseas 2), y Fue Tu Mano (basada en cuando Elías profetizó lluvia sobre Israel). Escribiendo El Día de Jezreel conmigo estaba Paola Aguilar, cuya familia era dueña del hotel donde nos hospedamos.
En nuestra última noche en Yuscarán, tuvimos el honor de cenar con el alcalde y su familia. Además del apoyo que nos habían brindado con permisos y contactos, nos sorprendieron cubriendo más de la mitad de nuestros gastos de hospedaje y alimentación.
El pastor Adonai nos invitó a su casa para tomar café con pan después de a cena. Yo tuve que declinar porque Abbie se había enfermado y debía quedarme a atenderla. Pero Quique y Ana Rebeca Contreras representaron al equipo y mantuvieron futuro contacto con la gente de Yuscarán.
Juticalpa, Olancho
18-19/04/14
Desde Yuscarán nos hicimos hacia Juticalpa, restando tiempo a nuestro camino gracias a la ruta alterna que me recomendó un amigo. Pero arribamos a una ciudad fantasma. El grueso de la población se había hecho a los balnearios para mitigar el calor de la temporada. Aún nuestro anfitrión, el pastor José Carlos Espinoza, tenía un retiro con los jóvenes de su iglesia y los de otra iglesia amiga. Nos encontró en la gasolinera y nos condujo hasta su iglesia. Y aunque no conocía a nadie en este extraño grupo de limeños, nos dejó las llaves de la iglesia para que entráramos y saliéramos como quisiéramos. Así nada más. (Claro que ayudaba el hecho de que conocía y admiraba mucho a hermana Emma.)
De todas las ciudades que visitamos con Adoremos, Juticalpa fue la más difícil. No fue por la poca asistencia a los talleres. (Todos los jóvenes de las iglesias anfitrionas andaban en el retiro. Pero desde antes de salir de casa ya sabíamos que eso sucedería.) Ni fue por la dieta de frijoles, mantequilla, huevo y tortillas; mañana, tarde, y noche. (Es la dieta básica de estas misiones, y ya estamos acostumbrados.) Tampoco fue porque el parque estuviese a media remodelación. (También eso lo sabíamos antes de salir de casa, y nos habíamos asegurado de que sí habría un lugar en el parque donde podríamos adorar al Señor.)
Era el sopor. La opresión. La oposición.
Cada ciudad tiene un espíritu, y Juticalpa no parecía muy feliz con nuestra llegada. No quería que interfiriéramos con sus procesiones de Semana Santa. No quería que le estropeáramos sus alfombras de aserrín. No quería que nos acercáramos al obelisco al centro del parque. No quería que oráramos con libertad o que levantáramos un altar frente al que ella ya tenía. No, Juticalpa no nos brindó su mejor bienvenida. Jesús dijo que habría ciudades así. A Él tampoco lo recibieron bien en todos lados. Bástale al siervo ser como su Señor.
El Espíritu Santo nos llevó a Juticalpa para enseñarnos algunas lecciones importantes. Entre ellas:
- Cuando adores a Dios y el enemigo comience a hacer ruido, no le hagas caso. Sigue adorando.
- Hay obras que Dios hace en el espíritu de una persona; hay obras que Dios hace en el espíritu de una ciudad.
- Así como el homicidio oscurece el corazón del hombre, el derramamiento de sangre oscurece el espíritu de una ciudad.
- La maldad no quedará sin castigo, pero Jesucristo recibió el castigo de aquellos que creemos en él. Seguimos predicando el Evangelio para que más personas crean y sean salvas.
- Hay distintos tipos de religión, pero ninguna puede salvar.
- En el reino de Dios, hay muchas cosas que haces por pura obediencia. El galardón será entregado en su debido tiempo.
Si hubiésemos andado buscando multitudes, Semana Santa habría sido la peor fecha para ir a Juticalpa. Pero la comisión no era ésa, sino levantar un altar de adoración en el parque. El seminario y los talleres son un valor agregado; un medio para compartir con el Cuerpo de Cristo lo que Dios nos ha dado. Al entrenamiento llegaron niños, madres solteras, y uno o dos hombres. A ellos les impartimos de lo que teníamos, y con ellos escribimos Subamos al Monte, Correremos a Ti, y Tú Guardarás.
En el parque había personas que no sabían nada de la convocatoria, pero que al ver una rueda de gente orando y cantando al Señor, se nos unieron. Todas las personas que nos atendieron en la ciudad mostraron la más dulce disposición de servicio. Y, sí, el queso y la mantequilla de Olancho son tan buenos como dicen.
Thursday, September 28, 2017
18 ALTARES (parte 9)
Choluteca, Choluteca
12-14/12/13
Salimos de La Lima el miércoles 11 de diciembre a las 8:26 de la mañana. Un café en Siguatepeque, una llanta ponchada en Zambrano y un almuerzo capitalino más tarde, el primer equipo llegaba a Choluteca. Un segundo y un tercer grupo se agregarían los siguientes dos días.
Con mucha anticipación había deseado finalmente venir a Choluteca. Para empezar, era la tierra de mi madre y de sus antepasados. Mi abuela y mis tíos aún viven ahí. Pero había otra razón también. Algo entre el Señor y yo. Años atrás, en mis años de descarrío, había venido con mi banda de rock a tocar al festival ganadero de Choluteca. Ahora esperaba redimirme.
La tierra nos recibió con un clima agradable y fresco. (Sí, seguimos hablando de Choluteca, donde hace tanto calor que hay quienes dicen haber visto al diablo comprando granizados en el parque.) Pero Adoremos en Choluteca no llegó sin complicaciones.
Los pastores de la ciudad estaban divididos en tres bandos, pero la parte correspondiente a la asociación había decidido apoyar. Cada pastor se haría cargo de hospedar y alimentar a unos cuantos de nuestro equipo y asignaron a un pastor para coordinarlo todo. Lamentablemente, no le dieron al coordinador ni mucha información, ni mucha autoridad. Así terminamos dispersos entre casas y hoteles diversos por toda la ciudad. Y las atenciones variaban desde “¿Quiere otra carnita, mi hermano?” hasta “A mí no me han dicho nada de que ustedes iban a comer aquí”. Amy y Katlyn vinieron como parte del equipo, y a las pobres les tocó como anfitriona una esposa de pastor tan sujeta que se rehusó a pasarlas a su habitación hasta que su esposo llegara del culto. ¡Y ellas sin saber hablar español!
Con mucha anticipación había deseado finalmente venir a Choluteca. Para empezar, era la tierra de mi madre y de sus antepasados. Mi abuela y mis tíos aún viven ahí. Pero había otra razón también. Algo entre el Señor y yo. Años atrás, en mis años de descarrío, había venido con mi banda de rock a tocar al festival ganadero de Choluteca. Ahora esperaba redimirme.
La tierra nos recibió con un clima agradable y fresco. (Sí, seguimos hablando de Choluteca, donde hace tanto calor que hay quienes dicen haber visto al diablo comprando granizados en el parque.) Pero Adoremos en Choluteca no llegó sin complicaciones.
Los pastores de la ciudad estaban divididos en tres bandos, pero la parte correspondiente a la asociación había decidido apoyar. Cada pastor se haría cargo de hospedar y alimentar a unos cuantos de nuestro equipo y asignaron a un pastor para coordinarlo todo. Lamentablemente, no le dieron al coordinador ni mucha información, ni mucha autoridad. Así terminamos dispersos entre casas y hoteles diversos por toda la ciudad. Y las atenciones variaban desde “¿Quiere otra carnita, mi hermano?” hasta “A mí no me han dicho nada de que ustedes iban a comer aquí”. Amy y Katlyn vinieron como parte del equipo, y a las pobres les tocó como anfitriona una esposa de pastor tan sujeta que se rehusó a pasarlas a su habitación hasta que su esposo llegara del culto. ¡Y ellas sin saber hablar español!
Era el estreno misionero de Martín y Emily. Como sorpresa de bienvenida, Martín se enfermó fuerte y repentinamente durante la madrugada. Alojados “un poquito cerca de la requinta porra” (palabras de Martín, no mías), no les quedó más remedio que prevalecer en oración. Para cuando nos reencontramos por la mañana en el lugar del seminario, ya había pasado.
La asistencia al seminario fue buena. Según recuerdo, fue la ciudad con mayor número de iglesias representadas. En los talleres escribimos Eres el Rey, Con Amor Eterno, Cantemos Alegres, Muéstranos, y Perpetuo Gozo.
El ambiente espiritual estaba revuelto. La feria patronal se resistía a terminar, y las celebraciones del solsticio de invierno ya hacían ruido. Para nuestra primera noche de altar, la municipalidad había cedido dos permisos simultáneos: el nuestro y el de un concierto en memoria del recientemente fallecido párroco local. Logré arreglar con los sonidistas del otro evento que adelantaríamos nuestro altar una hora si durante ese tiempo ellos dejaban de hacer pruebas de sonido. ¡Y qué bueno que aceptaron, porque sus gigantescos parlantes podrían haber ahogado nuestras humildes bocinas! Igual, la misa se estaba desarrollando durante la hora en mención, y aún nosotros tuvimos que guardar relativo silencio. ¡Menos mal que para adorar al Todopoderoso Dios no necesitamos ruido!
La dispersión y los desafíos nos obligaron a estar más pendientes unos de otros. Como resultado, los integrantes del equipo nos unimos más y nos conocimos mejor. Además, estábamos seguros de que fue el Señor quien pidió todo aquello. Trabajábamos arduamente con la esperanza de que Él esté complacido cuando regrese.
Nacaome, Valle
16-17/12/13
Conozco al Pastor Melvin García desde que era simplemente Melvin, un joven líder de alabanza de Ministerio Tsebaoth de Tegucigalpa. Ahora, él y su esposa Beatriz eran los pastores de Tsebaoth en Nacaome. Contactarlo había sido el primer paso cuando preparaba Adoremos en Nacaome. Después de que talvez podrían recibirnos, luego que no podrían por un compromiso con sus superiores, finalmente sí se pudo arreglar.
Al llegar a Nacaome, sentimos el corazón deseoso con el que nos estaban esperando. Ese simple detalle marca la diferencia entre sentirse libre para fluir en la obra de Dios y tener que nadar contra corriente. Los Pastores García no sólo habían movido su compromiso previo sino que habían visto nuestra llegada como una bendición digna de esperar con ayunos y oraciones. Dos hermanos de su congregación cedieron su casa por completo para alojar miembros de nuestro equipo, y los pastores dispusieron sus instalaciones para el desarrollo del seminario y talleres. Por si fuera poco, nos alimentaron, nos dieron café y nos hicieron un pastel.
Cuando los pastores apoyan nuestros entrenamientos, generalmente lo hacen enviando su gente. (Pero ellos no llegan.) Los García estuvieron siempre presentes, a pesar de que Pastor Melvin se sentía muy mal de salud. Cuando los anfitriones de un evento de adoración son en sí mismos adoradores, la diferencia se hace notar.
Los hermanos de Tsebaoth fueron los únicos que sembraron para nuestra llegada a Nacaome. Por eso fueron los grandes cosechadores. El Señor tenía su mirada puesta en un precioso ramillete de muchachitas danzarinas. El día que íbamos a componer canciones, amanecí con una inquietud divina: ¿Cómo podemos, como cantores y músicos, ayudar al pueblo del Señor a alabarle con danza? De esa pregunta nacieron tres canciones: Dios de la Creación, Hacedor de Maravillas, y Levántate, Anda - con influencias de tex-mex, ballenato, y música de danza irlandesa, respectivamente.
Los altares en el parque fueron caracterizados por júbilo, danza, y la libertad del Espíritu Santo. Además de las tres canciones nuevas, tocamos todas las canciones de danza evangélica habidas. ¡Oh, cuanto me gocé viendo al pueblo de Dios danzando en la plaza pública cuando por primera vez oyeron El Más Chusma - un canción que el Espíritu me llevó a escribir a manera de redimir el estilo de la canción de borrachera irlandesa. El coro dice:
Jesús comió conmigo y lo llamaron glotón
Jesús bebió conmigo y lo llamaron bebedor
Amigo de la chusma y de todo pecador
Si eso es ser su amigo, el más chusma soy yo
Al cerrar el altar de la última noche, el Pastor Melvin hizo señas para que nuestro equipo se acercara. Andaba bien abrigado, porque aún estaba enfermo. "Quiero decirles algo...", dijo solemnemente. Hizo una pausa, como para alcanzar a respirar mejor. "Quiero que sepan..." Otra pausa. Quería decirnos algo importante - un agradecimiento o una bendición, sin duda - pero lo traicionaban los síntomas de su cuerpo. "Pueden estar seguros... de que... ¡el más chusma SOY YO!"
Los altares en el parque fueron caracterizados por júbilo, danza, y la libertad del Espíritu Santo. Además de las tres canciones nuevas, tocamos todas las canciones de danza evangélica habidas. ¡Oh, cuanto me gocé viendo al pueblo de Dios danzando en la plaza pública cuando por primera vez oyeron El Más Chusma - un canción que el Espíritu me llevó a escribir a manera de redimir el estilo de la canción de borrachera irlandesa. El coro dice:
Jesús comió conmigo y lo llamaron glotón
Jesús bebió conmigo y lo llamaron bebedor
Amigo de la chusma y de todo pecador
Si eso es ser su amigo, el más chusma soy yo
Al cerrar el altar de la última noche, el Pastor Melvin hizo señas para que nuestro equipo se acercara. Andaba bien abrigado, porque aún estaba enfermo. "Quiero decirles algo...", dijo solemnemente. Hizo una pausa, como para alcanzar a respirar mejor. "Quiero que sepan..." Otra pausa. Quería decirnos algo importante - un agradecimiento o una bendición, sin duda - pero lo traicionaban los síntomas de su cuerpo. "Pueden estar seguros... de que... ¡el más chusma SOY YO!"
* * * * *
Jacobo Jiménez fue nuestro baterista durante varios años. La promesa de su residencia americana había estado colgando por tanto tiempo que no había representado una verdadera amenaza. Hasta ahora. De repente, había ya una fecha plausible para que Jacobo, su madre, y su hermanito se mudaran a Los Ángeles con su papá. Estábamos alegres por ellos - las familias deben permanecer unidas. Pero nos quedaríamos sin baterista.
Todas estas canciones que escribíamos, las tocábamos en nuestras reuniones. Aunque no las habíamos grabado aún, la gente de IPV y MUNA las conocía. Si Jacobo se iba antes de que las grabáramos, estaríamos perdiendo valiosos arreglos madurados a lo largo de múltiples ministraciones en vivo. Pero, ¿cómo grabar a Jacobo tocando batería si los proyectos de grabación de estas canciones no estaban siquiera iniciados?
La mejor solución que se nos ocurrió fue comenzar a crear versiones rudimentarias de las canciones para usarlas como guía para grabar a Jacobo. Así que Aldo me grabó cantando el mayor número de canciones posible, acompañado sólo por una guitarra o un teclado. Usando eso como guía, estuvieron por semanas en el templo de MUNA, grabando a Jacobo en la batería hasta el momento de su partida.
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