Las cartas a los gobernadores departamentales habían brindado resultados mixtos: Desde "Cuente con todos los parques de mi departamento" hasta "No tengo la autoridad para obligar a los alcaldes a aceptarlo", pasando por "Pase por mi despacho trayendo cartas oficiales para todos los alcaldes". De igual forma, con sólo esas 18 cartas habíamos obtenido más parques que el año anterior con 36 gestiones.
La mayoría de nuestros colaboradores de años anteriores tomaron la responsabilidad de levantar el altar en su ciudad. Algunos hasta se extendieron a una ciudad más, como en el caso de los Pastores Martínez en Islas de la Bahía. Aún otros tomaron el reto de abarcar departamentos completos. Así, el Pastor Yobany Lara y Ministerio Camino Nuevo tomaron Francisco Morazán, y Norman Alcerro tomó Comayagua con varias congregaciones amigas.
Aunque había gente de IPV asignada a varios departamentos, la mayoría estaba concentrada en Copán, Intibucá, Santa Bárbara, y Yoro. Además, nos habíamos repartido Colón con el Pastor Timoteo y su pueblo garífuna. Así, los municipios de esos departamentos quedaban listos.
Varios pastores de las iglesias MUNA también aceptaron movilizar a sus congregaciones. Los Pastores Remo y Rosy Bardales con IPV de San Pedro Sula cubrieron Cortés. La Pastora Leidy de Castellanos cerró el departamento de Atlántida, con la ayuda de la Pastora Jennifer Chichiraky de Manifestadores de Su Gloria. Los Pastores Mario e Hilda Carbajal trabajaron junto al Pastor Dodanim Sura para alcanzar El Paraíso. Los Pastores Ezequiel y Alba Hernández llenaron Ocotepeque con sus equipos.
Todo esto era bueno, pero aún teníamos seis departamentos incompletos. A través de gestiones diversas, logramos enlistar al Pastor Erick Zepeda para que cubriera La Paz, al Pastor Aquiles Núñez para Valle, y al Reverendo Harlan Macklin para la región de La Moskitia en el departamento de Gracias a Dios. Es muy importante notar que a estos hermanos yo no los conocía personalmente, sino que fueron reclutados por Martín y Emily, Mirna de Flores, y Aldo, respectivamente.
Un sólo hombre no hace nación.
De repente nos contactaron de parte de Mies Ministerios, una red ministerial que preside el Pastor Roy Santos. Resulta que ellos estaban trabajando en Honduras a Una Voz, una jornada de intercesión continua a favor de la nación. El evento duraría una semana entera, y abarcaba el viernes en el cual nosotros levantaríamos los altares de adoración. De alguna manera se habían enterado, y José Carlos Aguilar nos llamó para ofrecernos el apoyo de los corresponsales que enviarían a cada uno de los 298 municipios. Mies entregaría paquetes informativos a los corresponsales, y logramos incluir cartas y afiches en los paquetes de los tres departamentos que aún hacían falta.
En persona, por teléfono, por correo, o por redes sociales, eran varias las personas dadas a la tarea de alcanzar los 298 municipios. Hermana Ninfa logró cerrar Choluteca prácticamente a punta de oración y llamadas telefónicas. Las chicas de Adoremos lograron avanzar mucho en Olancho, pero aún faltaban algunos municipios. Lo más difícil era cuando alguien ya había dado el sí se retractaba.
A veces, lográbamos reclutar a alguien a la distancia. Para esto, los videos con la enseñanzas fueron una herramienta vital. Pero hubo algunos sectores distantes donde tuvimos que enviar gente de IPV para llevar la visión en persona. Y en casos donde ya habíamos agotado nuestros recursos, los corresponsales de Mies mostraron ser una bendición del cielo.
En la semana previa al gran día, la mayor resistencia estaba en Lempira, seguido por Olancho. Martín Cruz (padre) y César Escoto visitaron varios municipios del norte de Lempira y dejaron preparada a la gente para los altares. Haciendo otros movimientos estratégicos, logramos cubrir el centro de Lempira.
Los Pastores Giovanni y Lilian Perelló delegaron los municipios que habían tomado en Santa Bárbara. El día antes de Adoremos en Honduras, tomaron carretera a Olancho. Tomando uno de los dos cordones que nos hacía falta en ese departamento, visitaron municipio tras municipio, llevando la visión de un altar de adoración al Señor en todo el país. Para cuando llegaron al final de su ruta, habíamos logrado cubrir el otro cordón con otros medios. Olancho estaba listo.
Era el viernes 23 de septiembre. Uno a uno habíamos logrado cubrir cada municipio, hasta que sólo faltaba uno: Virginia, Lempira.
No comments:
Post a Comment