Tuesday, May 30, 2017

EL ENTRENAMIENTO (parte 1)

No pasó mucho tiempo después de que nos ungieran como pastores de Iglesia Piedras Vivas cuando me encontré en una sesión de la Asociación de Pastores de La Lima, presentando mi credencial para ingresar como miembro. No que la APL sea fastidiosa exigiendo credenciales, pero Hermana Emma es el tipo de persona meticulosamente organizada que se encarga de ese tipo de detalles. Hermano Rigo me acompañó en esa ocasión y algunas subsiguientes, como quien lleva a un niño al kinder y se queda sólo lo suficiente como para asegurarse que no se echará a llorar en medio del salón lleno de desconocidos.

La APL tuvo elección de junta directiva apenas unos meses después. Para mi sorpresa, alguien presentó la moción de que yo fuese secretario. Y para mi doble sorpresa, ¡quedé electo! Mi papá recibió la noticia dispensando felicitaciones y una perla de sabiduría: La secretaría es el mejor cargo para conocer una organización.

Acogí mis responsabilidades de secretario con entusiasmo y esmero. Diseñé un logotipo fresco para la APL. Mandé hacer papelería membretada y un sello de hule. Actualicé el directorio, giré cartas, y modernicé las actas de las sesiones y el reporte mensual. Durante mi gestión, la parte burocrática de las sesiones se redujo considerablemente, aunque lo diga yo mismo.

Varios pastores sabían que el Señor nos había concedido abundante gracia con respecto al tema de la adoración. Quizás hasta habían escuchado nuestra música. Algunos preguntaban si dábamos clases.

Decidí organizar un seminario para compartir con las iglesias de La Lima todo lo que sabíamos sobre adoración. Todo. (Al menos en la medida de lo posible.) Preparé un programa y un folleto para los participantes. Aparte de un par de temas que contribuyeron Oscar y Iona, todo el contenido vino de los estudios que se venían acumulando en mi computadora desde que el Espíritu Santo comenzó a enseñarme sobre el significado bíblico de la adoración.

Había enseñanzas generales para todos los hijos de Dios, otras para líderes de alabanza, y otras específicamente para pastores. Todo acompañado de ejercicios prácticos fáciles de implementar.

Era el año 2007 cuando impartimos el seminario por primera vez. Se dio en las instalaciones de MUNA, con los integrantes de Honda & Piedra - tanto los adultos como los jóvenes - fungiendo como conferencistas, talleristas, o parte del equipo logístico. Tuvimos una buena concurrencia. Algunos eran pastores; otros, ministros de alabanza. Pero también vino un buen número de hermanos y hermanas que simplemente querían aprender cómo adorar a Dios.

Lo llamé Adoremos.

Thursday, May 25, 2017

APACIENTA MIS CORDEROS (parte 4)

Como muchos niños, Angie y Faddy Ramírez llegaron a MUNA porque su madre comenzó a venir. Y como muchas mujeres, ella comenzó a venir porque se halló al final de su cuerda, y alguien le tendió la mano. En medio de circunstancias desesperantes, el Espíritu Santo le envió a una vecina llamada Jessy. Mediante los consejos y oraciones de Jessy, Maira se encontró con Cristo.

Maira no quería perderse ninguna reunión de la iglesia, ningún discipulado, ningún evento. Un viernes, trajo a Angie, que entonces tenía nueve años. La iglesia fluyó mucho en hablar en lenguas durante el tiempo de alabanza de esa noche. ¡Angie no comprendía nada y salió asustada! “¡No, mami; no me vuelva a llevar! ¡Esa gente está loca!”

Pero su protesta no fue escuchada. Al contrario, Maira comenzó a traer a Angie, Faddy y Daritza a todas las reuniones. Con cada reunión, el enfado de Angie hacia su mamá aumentaba. ¿Por qué la hacía levantarse temprano los domingos? ¿Por qué no podían continuar viviendo como antes? ¿Por qué sólo su mamá, Faddy y Daritza parecían disfrutar la iglesia? Lo único que le atraía de la iglesia era que había música, ¡pero hasta allí!

El bisabuelo de Angie fue cantante, violinista y fabricante de violines; y pasó esos genes musicales. Angie, pues, creció escuchando a su papá tocar guitarra y cantar música de los 70s y 80s. Desde muy pequeña, la niña se aprendía las canciones populares que escuchaba en la radio y soñaba con convertirse en una cantante como las que veía en la tele. Su papá instaló un karaoke en la casa, y cada tarde al llegar de la escuela, Angie cantaba a todo pulmón el repertorio completo.

Su mamá la impulsó a crecer en las artes escénicas. En la escuela estaba apuntada en canto, danza, declamación, poesía, actuación, modelaje, madrina, y reina de las flores. Ya fuera que cantara como solista o como corista, sentía que era libre para cantar lo que le diera la gana. Pero cuando sus compañeros supieron que estaba yendo a la iglesia, la vejaron. ¡Angie, en la iglesia te van a prohibir todas las cosas que te gusta hacer! ¡Ya no vas a poder cantar lo que cantás porque para la iglesia todo es "malo"!

Temiendo que sería el fin de su carrera artística, secretamente se propuso no ir a la iglesia. Pero su madre la obligaba a ir, y Angie no entendía por qué. Hasta que asistió a la presentación de Génesis a mediados del 2004. Era la primera vez que presenciaba una obra musical. ¡Quedó prendida! Había canto, baile, música, teatro, luces... Su resistencia se vino abajo.

Entonces, y sólo entonces, el enfado comenzó a desvanecesre. Pudo ver las necesidades insatisfechas de su propio corazón. Y surgió un hambre por más. Por conocer más. Por participar más. Era el principio del año 2005, cuando Angie tomó la primer decisión determinante de su vida: Seguir a Cristo.

Unos meses más tarde se presentó Éxodo. Angie se aprendió toda la obra - desde la cortina de apertura hasta la musiquita de los créditos finales. En casa, actuaba y cantaba la obra entera sin necesidad del disco. "Algún día", se prometió a sí misma, "yo voy a participar en uno de esos".

El siguiente año escolar, por un milagro sobrenatural, sus padres lograron trasladar a Angie y Faddy a Sunshine. Una de las mayores emociones de Angie era que iba a poder participar en el musical de fin de año. En esa ocasión, Iona de Rodríguez fue la directora del musical titulado: David y Goliat. En el último acto, Angie apareció como una israelita. ¡Disfrutó cada instante!

En IPV hemos tenido diversos programas para formar adoradores. Angie recibió clases de Alabanza con la hermana Mirlen, y clases de guitarra con el papá de Mari. Le gustaba mucho acompañar a hermana Mirlen después de la clase, rumbo al templo donde Honda & Piedra se reunía a ensayar. Siempre le hacía muchas preguntas sobre alabanza y adoración, y hermana Mirlen se las respondía pacientemente.

Una tarde calurosa de sábado, a las cuatro, Angie se despedía de hermana Mirlen a la entrada del templo, donde yo esperaba.
¿Qué vas a hacer ahorita, Angie?
- Esperar a mi mamá para irnos a casa.
- ¿Tienes algo que hacer en casa?
- No que yo sepa.
- ¿Te gustaría quedarte en el ensayo de alabanza?

Sus ojos brillaron. Tras obtener permiso de su madre, se quedó para su primer ensayo de alabanza; ¡el primero de muchos por venir! Hasta ese momento, Angie había pensado que los ensayos se trataban de aprenderse canciones, pero se encontró con algo totalmente diferente. ¡Un entorno para facilitar la adoración que la dejó anhelando más!

A partir del día siguiente, los domingos cantaba en el coro de la iglesia; los viernes cantaba o tocaba guitarra. A veces hasta tocaba bajo. Y su trayecto continúa hasta hoy.

*   *   *   *   *

También Jacobo Jiménez llegó a MUNA siendo un niño. También vino porque su madre - casualmente llamada Mayra - vino buscando a Cristo. (Jacobito es primo de Mari; sus respectivas madres son hermanas.) Y él mismo se encontró necesitando que Cristo lo librara de los grandes temores que lo atormentaban. Proclive a las películas de terror, se espantaba de todo. Creía mirar cosas donde no había nada. Corría a encender la luz del baño para asegurarse de que no hubiese algo en la regadera.

Desde muy pequeño le había llamado la atención el hombre que tocaba sentado atrás de la banda de rock que miraba en la tele. Eventualmente supo que ése era el baterista y que era el principal reponsable del ritmo en una banda. Honestamente no sé si Manuel tuvo algo que ver con la iniciación de su primo Jacobito en el mundo de las películas de terror, pero sí sé que lo tomó bajo su ala después de que tuvo aquel chispazo espiritual y le dio por armar una banda con sus amigos. Hasta donde yo sé, fue Manuel quien pacientemente lo entrenó en sus inicios como baterista.

Tuvimos una temporada en IPV en que hacíamos reuniones de adoración, y cada noche le tocaba dirigir la alabanza a una familia diferente. Cuando le tocó a hermana Ninfa y su familia, se disponían a hacerlo sin baterista. No que hubiese algo malo con eso en sí, pero si el sobrino estaba en el camino del Señor y ya tocaba batería... Le dije a Jacobo que subiera a acompañar a su tía y primos.

*   *   *   *   *

Finalmente, estaba Leonel García - mejor conocido como Leo. Apareció siendo un niño con niveles de estrés dignos de una crisis de edad media. Era tan inquieto que había que buscar alguna manera de mantenerlo ocupado durante la reunión.

Roger lo tomó como asistente, enseñándole tareas básicas de mantenimiento del equipo de sonido. No creo que realmente haya necesitado un asistente, sino que era su manera de apoyar al pequeño que estaba creciendo sin figura paterna en casa. Pero la pasantía no duró mucho, porque Leo tenía interés en tocar guitarra, y a tocar guitarra aprendió - fastidiando a Mirlen hasta que le enseñó.

Entonces, un buen domingo, este trigueñito, flaquinillo y colocho, pidió pasar a cantar un canto especial. Sentado en medio del escenario, sólo se le miraban cabeza, brazos y piernas detrás de aquella guitarra que era más grande que él. Le acomodaron el micrófono, y comenzó a tocar, mientras cantaba: Quiero escuchar tu dulce voz...

Para cuando llegó al coro, en el templo apenas podían contenerse las lágrimas.
     Y no podría estar ante Ti 
     Escuchándote hablar 
     Sin llorar como un niño 
     Y pasaría el tiempo así 
     Sin querer nada más 
     Nada más que escucharte hablar

No era la voz. No era la técnica. Era algo más profundo. Algo genuino.

Este mismo Leo creció en IPV y estudió en Sunshine. Formó parte de la banda del colegio y estaba dirigiendo Eres Fiel el día que me encontré postrado ante la presencia de Dios en aquel ensayo. No era lo bien que tocaban, o lo bien que sonaban. Era algo más.

Cada vez que venía un predicador invitado, llamaba a Leo para darle un mensaje personal de parte de Dios. Estuviera en la primera fila o en la última, los profetas lo señalaban y le daban una palabra. Como dirían en el pueblo: Tenia ángel.

*   *   *   *   *


En el año 2009 lanzamos el disco Vendrán y Te Adorarán - un compendio ecléctico de géneros disparejos grabado medio a la fuerza después de un evento de naciones de MUNA. La portada muestra a nuestros jóvenes de espaldas, banderas internacionales sobre sus hombros, viendo hacia un cielo descubierto.

Más tarde ese mismo año, MUNA organizó un evento para jóvenes llamado ¡Despega! Hermana Emma me preguntó si preferiría participar como predicador o como líder de alabanza. Elegí el segundo, sin saber que esa elección sería muy determinante para mi futuro ministerial. Decidí también que lanzaríamos un disco con el mismo nombre del evento, con una participación activa de parte de los jóvenes.

Para entonces, ya tenía a los chicos escribiendo canciones, y ya cantábamos algunas de ellas en nuestras reuniones. ¡Despega! sería en efecto un disco de Honda & Piedra, pero incorporando a la nueva generación. Además de canciones escritas por mí, por Mari, y por el resto del equipo original de Honda & Piedra, grabamos Sólo a Ti, Señor y Tú Reinas (de Ana Raquel Henríquez), Te Amo, Señor (de Wendy Fonseca), y Alabad a Jehová (de Angie Ramírez). También tuve el honor de co-escribir ¡Despega! (con Manuel Martínez), Jesús, Hijo de Dios (con Andrew Delgado), y A Todos los Sedientos (escrita originalmente por mi hermana Rebecca Sosa, re-escrita por mí, y grabada por Sandra Josseline Flores).

Mi intención era que ¡Despega! fuese un álbum conceptual. Desarrollé la historia de un astronauta que sale a orbitar el planeta y regresa a Tierra, e inicié un equipo para crear animaciones de cada porción de la historia según las canciones. La intención era cubrir el disco completo durante los tiempos de alabanza del evento, proyectando las animaciones, con las cuales estaríamos sincronizados mediante pistas llamadas clicktrack.

El proyecto de animación resultó ser demasiado grande, nuestra experiencia muy escasa, y el tiempo muy corto. Pero el CD si salió y - más importante aún - los chicos despegaron.

Thursday, May 18, 2017

APACIENTA MIS CORDEROS (parte 3)

Mari produjo el siguiente disco de Honda & Piedra. Titulado En Tu Habitación, iba a ser un álbum más íntimo y contemplativo que los anteriores, por lo que me pareció adecuado que fuese ella quien lo produjese. No que Mari sea "suave" en su musicalidad. Al contrario, de hecho; es muy intensa y potente. Pero es profunda y está consciente de su fuerza espiritual.

En cuanto a edad, Mari era la menor de los integrantes originales de Honda & Piedra, pero era mayor que la nueva camada de jóvenes. Ya había superado las pruebas que los chicos apenas comenzaban a enfrentar. De los desaciertos sufridos en el camino, había hecho leña para alimentar el fuego de su pasión por Jesucristo. Podía ser pequeña en estatura, pero nadie dudaba de su fuerza.

Para En Tu Habitación imaginé una portada que mostraba a una novia, recién casada y vestida de blanco, esperando a su esposo en la cámara nupcial, mirando con añoranza por la ventana. Logré convencer a Ana Raquel de que se tomara unas fotos en el vestido de boda de su mamá. No sé quién sirvió de fotógrafo, pero las fotos salieron opacas. Aun así, se nota que el vestido era varias tallas muy grande, por lo que Ana Raquel terminó más pareciendo novia de pueblo abandonada en el altar. Tristemente, la baja calidad de las fotos las constituyó inadecuadas, y me vi obligado a crear la portada con otras técnicas. Pero conservo las fotos de Ana Raquel como recuerdo de la camaradería que forjábamos. (Y porque uno nunca sabe cuándo necesitará jugarle una broma a una hermana.)

Ana Raquel vivía con sus padres, sus abuelos, sus dos hermanos menores, y su primo. Además de trabajar en sus empleos, sus padres montaron dos negocios en casa; un salón de belleza y una pulpería. Se volvió muy frecuente que Ana Raquel me buscara para excusarse del ensayo porque su papá le asignó cuidar a sus hermanitos, a su abuela, o uno de los negocios. ¿Qué puede hacerse en ese caso? Personalmente, no creo que la autoridad de un pastor sobre sus ovejas sea mayor que la de los padres sobre sus hijos. Después de todo, honrar a nuestro padres es uno de los diez mandamientos. Así que nunca se lo hice más difícil. Aun cuando Ana Raquel preferiría quedarse y participar de las actividades del ministerio de alabanza, si entraba en conflicto con las órdenes de su padre, yo la enviaba a casa.

Después busqué la manera de hacerle consciencia a los padres de los chicos de la alabanza. Si no se comprometían a apoyar a sus hijos con permisos, transporte, y demás, los chicos no podrían servir al Señor como se debe, ni alcanzarían el potencial de su llamado. Este era otro tamiz, y la respuesta fue mayormente positiva.

A veces sucede que los padres dan hasta más apoyo del que se espera. Una vez, un padre llegó a mi oficina con su hija. "Pastor", me dijo, "se la vengo a entregar como hizo Ana cuando dejó a su hijo Samuel con el sacerdote Elí, para que la forme en el ministerio". La chica tenía aptitud musical, pero sus dones espirituales eran en sí excepcionales. Al final no funcionó, pues ella tenía otras prioridades. Pero la intención del padre me pareció verdaderamente admirable. Menos mal que la "entrega" era más simbólica que literal, y la pude "devolver".

Hablando de dones excepcionales, había otra chica - Daritza de Jesús Fuentes - con dones diferentes. Tenía una sensibilidad espiritual muy particular que se manifestaba principalmente en sueños proféticos. Pero además poseía el discernimiento para distinguir entre los sueños inspirados por Dios y los demás. También parecía tener una buena dosis de sabiduría divina en cuanto a la interpretación de esos sueños, fundamentada en una saludable base bíblica.

Daritza no brillaba por sus dotes artísticos. Cantaba tan bien como cualquiera, pero no sobresalía. Evitaba estar en la primera fila del coro, prefiriendo pasar desapercibida siempre que fuera posible. No era la candidata clásica para el ministerio de alabanza. Pero tampoco teníamos un equipo de intercesión profética donde entrenarla.

Daritza era mayor que los otros chicos, y más madura. Su tía la había importado del pueblo, para que tuviera la oportunidad de estudiar en la universidad mientras le ayudaba con diversas labores domésticas. Incluyendo la crianza de unos chiquillos - inventores precoces con verbo de sobra.

Wednesday, May 10, 2017

APACIENTA MIS CORDEROS (parte 2)

Los tamizajes no siempre son fáciles. Sobre todo cuando la gente siente que está siendo rechazada si no pasan el filtro. Al fin y al cabo, ¿no se supone que Dios nos acepta a todos?

¡Por supuesto que Dios nunca nos rechaza! Jesús aseguró: Al que a mí viene, no le echo fuera. (Juan 6:37) Pero también le aclaró a los candidatos cuánto cuesta seguirle, para que no vinieran con falsas expectativas. Además, sólo porque Él nos recibe tal y como somos, no significa que nos dejará así. El Señor está determinado a perfeccionarnos. Y sólo Él sabe qué ruta y qué mecanismos empleará para lograrlo.

Resulta que para Martín aquel tamizaje fue más costoso de lo que yo suponía. Su brazo se había recuperado, y después tuvo la opción de volver a la Victoriano. Pero prefirió concentrarse en sus estudios superiores en UNITEC, donde retomó la música como violista de la orquesta universitaria. Si la Victoriano había representado el mundo real, ésta era realidad aumentada. Día a día, se alejaba un poco más, y su relación con el Señor llegó a ser marginal. En ese punto le hicieron algunas invitaciones para tocar en la iglesia, pero las rechazó porque su consciencia no se lo permitía.

Quedaba algo de temor de Dios en Martín. Lo suficiente como para llevarlo a fastidiarse de su propia condición espiritual. Y decidió que esta vez sí quería enderezar su camino y servir al Señor en el ministerio de alabanza. Fue en ese momento que le llegó la invitación a la reunión para los candidatos del ministerio de alabanza de jóvenes de la iglesia.

Pero cuando oyó los requisitos - discipulado, oración, ensayos, y más - vio que no solamente no los cumplía, sino que sus compromisos universitarios no le permitirían cumplirlos en el futuro inmediato. Desanimado, se retiró y se entregó aún más a todo tipo de música venenosa. Con la recaída, su postrer estado vino a ser peor que el anterior.

Manuel, por otro lado, sí venía a la iglesia. Su hermana Mari era parte integral de Honda & Piedra. Su madre era nuestra asistente en la oficina de la iglesia. Me pareció que había que invertir en él. Y siendo que él era todavía un jovencito colegial, creí que podría asegurar mejores frutos.

Como había visto hacer a Hermana Emma - que invertía en equipo e instrumentos para que las personas trabajaran mejor - invertí en una grabadora digital ZOOM de ocho canales con secuenciador y quemadora de CD incorporados. Entrené a Manuel en el manejo de la ZOOM, y le comisioné la producción del siguiente disco de Honda & Piedra: Jesucristo es Rey.

Pero Manuel era mucho más ambicioso que aquellos que nos contentábamos con sólo un juguete nuevo. Él quería una guitarra eléctrica. La iglesia ya tenía una Yamaha Pacifica, y era él quien la usaba, pero él quería otra. Una que sintiera suya.

Me resultaba difícil entender su posición. Yo mismo había usado tantos instrumentos que Hermana Emma compró, cuidándolos como si fueran míos. Pero nunca necesité que fuesen MÍOS. En mi mente, siempre fueron del Señor y para el Señor. Le expliqué a Manuel que podríamos comprar una guitarra nueva, y que sería "suya" en tanto que él la usaría; pero que en realidad sería del Señor, puesto que sólo se usaría para ministrarle a Él - en el templo, en el estudio, o en el lugar de ensayo.

Manuel fue franco, y nunca ocultó el hecho de que en realidad no entendía mis términos. Quería servir al Señor con su habilidad musical, pero igual tenía la esperanza de recibir algún tipo de remuneración por su trabajo. Pensó que sería la guitarra, pero...

Igual, terminé llevándolo a la tienda de música para comprar una guitarra eléctrica. Escogió una Ibanez - una guitarra usada comúnmente en el tipo de rock metálico que yo jamás escuché, pero que a Manuel sí le había gustado en sus días más oscuros. Y eso explica por qué Jesucristo es Rey, el tercer disco oficial de Honda & Piedra, tiene un sonido tan metálico.

Con el nuevo grupo de alabanza más claramente definido, los jóvenes crecían delante del Señor y en su ministerio. Se daban algunos de los roces clásicos - ¡Me dejaron cantando sola! ¡Ésa no es la nota! ¡Si no ensayan en casa, nunca vamos a mejorar! - pero por lo general había buena camaradería entre ellos. Estaban ganando suficiente peso espiritual como para comenzar a incorporarlos a Honda & Piedra para las ministraciones de domingo. Y en la alabanza de los viernes, cuando los chicos llevaban mayor responsabilidad, estaban sonando cada vez mejor.

Me estaba sintiendo muy satisfecho conmigo mismo, y si algo aprendemos de la Parábola del Rico Insensato, es que es de necios sentirse muy satisfecho con uno mismo.

Un día en que llevé el carro a mantenimiento, recibí una llamada de Wendy. Estaba hecha un mar de llanto; tanto que no lograba entender lo que decía. Pero sí sabía que no era bueno.

Resulta que Wendy llevaba algún tiempo bregando con un círculo vicioso del que no lograba escapar. Su afición por la música y su deseo de encajar con sus compañeros de colegio la habían llevado a escuchar la música de moda. Y la moda de la temporada era la música emo.

El emo es un género musical que surgió en Washington como derivado del hardcore punk. Y aunque se originó a mediados de los años 80, pasaron unos veinte años antes de que se manifestara en nuestras tierras una propuesta hispana del género. Aunque el emo está catalogado dentro de un género pesado, rompe los esquemas al usar implementar líneas vocales mucho más melódicas con letras mucho más personales. Con este estilo, lleva su sonido a un espacio emocional más íntimo y a una más profunda experimentación de las sensaciones.

Muchos ven lo anterior como las virtudes que debería manifestar toda música. Pero cuando esas sensaciones van de la depresión a la rabia, y de la desesperanza al caos; y cuando están llevando a una adolescente a patrones perjudiciales que destruyen su autoestima, no podemos a buena conciencia catalogar al agente como virtuoso.

En realidad Wendy no entendía esto. Sólo sabía que algo no estaba bien. La oscuridad emocional en que caía la llevaba a condenarse a sí misma como enemiga de Dios. Entonces le pedía perdón al Señor, y todo estaba bien. Hasta que volvía a ser seducida por las canciones que expresaban lo pobre y desventurada de su existencia. Y el ciclo volvía a comenzar.

El día que me llamó, Wendy había llegado al límite. Estaba fatigada de la lucha; hastiada de pedir perdón y volver a caer. Llamaba para renunciar del ministerio de alabanza.

Wednesday, May 3, 2017

APACIENTA MIS CORDEROS (parte 1)

En julio del 2005, Abbie y yo estábamos casados, con una hija a punto de cumplir cuatro años, y con un hijo por nacer. Nos encontramos en la asamblea de MUNA, de rodillas ante el Señor, y recibiendo de los Hermanos Rigo y Emma Sosa el ungimiento como Pastores de Iglesia Piedras Vivas. El ungimiento era la culminación de una trayectoria de formación por la cual - sin saberlo nosotros - nos había traído el Espíritu Santo.

Tan sólo cinco años antes, yo recibía mis discipulados con Hermano Rigo. Él comenzó a dejarme encargado de la clase cuando salía en misión. Pero después me encargaba la clase aun cuando él estaba presente. Mientras tanto, como parte de mis funciones en Comunicaciones, ayudaba a Hermana Emma a estructurar el sistema de discipulados y otros programas de la iglesia. Con el tiempo, nos asignaron a Abbie y a mí nuestros propios grupos de discipulado; primero grupos separados, luego un grupo que mentoreamos juntos. De allí pasamos a coordinar los discipulados de un sector de la ciudad, y eventualmente a supervisar todos los grupos de IPV. Retrospectivamente, parece obvio que estábamos siendo entrenados para el pastorado; pero en aquel entonces no lo imaginábamos.

Tras ser ungidos, nos pusimos de pie. El aceite que escurría de nuestras cabezas se mezclaba con lágrimas en las mejías. Antes de que llegáramos a nuestros asientos, recibimos el primer consejo de nuestro pastorado. Dijo el Apóstol Byron: "Si alguna vez alguien no reconociera la unción de Dios sobre ustedes, ¡disimúlenlo!".

Apenas comenzábamos a ajustarnos a nuestro nuevo cargo cuando nació nuestro segundo hijo. Mientras Abbie tomaba su "reposo" post-natal, yo lidiaba con los asuntos de oficina. Entrevisté a algunas familias para entender mejor su relación con la iglesia. Un hermano llegó a una cita sólo para anunciar que él y su familia dejarían la congregación. Otros se fueron sin avisar.

Abbie y yo logramos disimular.

Había mucho por aprender, y muchos errores por cometer. No siempre logramos lo primero sin lo segundo. El Señor, sabiendo que éramos inmaduros y que nuestros errores no eran nacidos de mala intención, nos rodeó con Su gracia y con personas más sabias que nosotros. Gracias a Él, sobrevivimos esa temporada - la congregación y nosotros.

Pronto quedaron establecidas las reuniones regulares de IPV - discipulados de adultos los martes; oración los miércoles; los viernes, reunión con énfasis pastoral y evangelísitico; los sábados, discipulado de niños, jóvenes, y algunos adultos. El domingo era la reunión general de MUNA, con un énfasis apostólico y profético. Los lunes reposábamos. Samir y Cynthia Anariba eran líderes de niños; Remo y Rosy Bardales, de jóvenes; Carlos y Maru Meléndez, de ancianos.

Quería comenzar a entrenar a la nueva generación de ministros de alabanza, pero, ¿por dónde iniciar? Pues, básicamente inscribí a todos los jóvenes de la iglesia - a su instrumento los que ya tocaban, y todos los demás al coro. Ahora sé que esa no es la manera como normalmente lo hace la mayoría de los pastores, pero mi lógica entonces era que, en el peor de los casos, tendría a alguien sin talento musical aprendiendo adoración, disciplina, y servicio. Pero en el mejor de los casos, descubriría talentos escondidos que difícilmente podría encontrar de otra manera.

Además de ensayar, ejercité a los jóvenes en algunos dones y en adoración profética. Hasta preparamos un par de sesiones de grabación donde los cantos eran totalmente espontáneos. Las grabaciones eventualmente se presentaron como "Espontáneo 1" y "Espontáneo 2", a pesar de que eran demasiado experimentales como para tener algún impacto comercial - aun dentro del circuito cerrado de MUNA.

Eventualmente tuve que pasar el primer tamiz. El nivel de compromiso era demasiado variado, y cada quien parecía ver la música de manera distinta. Reuní a todos los jóvenes y les expliqué las reglas del juego. Los que estuvieran dispuestos a seguirlas, serían bienvenidos sin importar su nivel de experiencia. Los que no estuvieran dispuestos, no serían juzgados, pero tendrían que retirarse.

Ahí estaba Martín. No tanto porque estuviera identificado con el pastorado mío y de Abbie, sino más bien por recomendación de Hermana Emma. Pero no le parecieron los términos y condiciones, y declinó. También su hermana Rosario acabó retirándose.

Por otro lado, Manuel estaba creciendo musicalmente, y había tenido un despertar espiritual. Inició, con sus amigos de colegio, una banda aparte de la banda oficial de Sunshine. Se reunían a ensayar mucho, y también oraban. Para efectos prácticos, Manuel los pastoreaba. Él decía que su motivación era ayudar a sus compañeros. Pero a mí me parecía que lo movía la culpa de antes haber sido una mala influencia para esos mismos muchachos. Nunca logramos congeniar nuestras versiones. El colegio terminó clausurando la banda paralela por razones administrativas. Pero para entonces, Manuel había descubierto el emprendedurismo musical. Llegaría a disfrutar mucho el hacer música. Sólo que no a mi manera.

Wendy fue una de las que se quedó para formar parte del equipo de alabanza. Pero pronto MUNA estableció a Remo y Rosy Bardales como Pastores de IPV en San Pedro Sula. Como líderes de jóvenes en La Lima, habían sido muy cercanos a Wendy, y el traslado la puso muy triste.

Mientras tanto, yo hacía mi mejor intento por disimularlo.