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A inicios del 2013, Hermano Rigo y Hermana Emma nos convocaron a los pastores de las diferentes congregaciones bajo MUNA a una importante reunión. Como sucedió en Génesis 49 cuando Jacob marcó el destino profético de sus hijos, ellos marcaron los destinos ministeriales de sus hijos espirituales y los rebaños que presidimos. Cada quien recibió una palabra que le direccionaría y le capacitaría espiritualmente para alcanzar su meta. Toda congregación que invoca el nombre del Señor debe ser conocida por su santidad y amor, por predicar el evangelio del Reino de Dios y por su comunión con el Espíritu Santo; pero también es cierto que cada congregación tiene su distintivo.
A IPV La Lima le tocó una hermosa heredad: la ADORACIÓN PROFÉTICA. Así como la tribu de Judá fue conocida por el linaje real y Benjamín por sus honderos zurdos, nuestra congregación llevaría el distintivo de la adoración profética.
A nivel práctico, eso significaría dos cosas importantes. Primero, que ya sabíamos cuál era el curso que debíamos tomar conforme a nuestra herencia espiritual en Cristo y como descendientes de MUNA. Segundo, que habría muchas otras cosas buenas que podríamos hacer, pero nuestra fuerza no estaría allí.
Si bien todo hijo de Dios debe buscar mantener la comunión con el Padre a través de Jesucristo y por su Espíritu Santo, la demanda es mayor para los adoradores proféticos, pues nadie podrá ser ni adorador ni profético si no pasa tiempo en el secreto de Dios. ¿Quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? (Jer. 23:18) Y esta palabra, tenemos que vivirla, pues Dios no busca oidores de su Palabra, sino hacedores.
Sin fruto del Espíritu, no hay adoración.
Para los verdaderos adoradores no es suficiente sólo ir al culto; ellos son culto. Viven bajo una plena conciencia de la presencia de Dios en sus vidas y están totalmente abandonados a los deseos del Padre. En casa, en la calle, en el trabajo, y hasta en el cine, ven la obra del Señor manifiesta. Los verdaderos adoradores están arruinados a favor de Dios; no sirven para nada más que para vivir para la gloria de Su nombre.
No son buenos para pecar. Son malos mentirosos, pésimos chismosos, y como ladrones dan lástima; porque sus miembros están apartados para glorificar a Cristo. Sus mentes están siempre tramando cómo ser más exagerados en exaltar al Rey de la gloria. ¿Y si lo doy todo? ¿Y si canto más fuerte? ¿Y si me quedo quieto sólo contemplando la hermosura del Señor? ¿Y si le ayudo a mi enemigo? ¿Y si vuelvo a empezar? ¡Ah – qué necedad! Esa gente está tan centrada en Dios, que hasta caen mal. (Al menos a todos los que no son como ellos.) Tales adoradores busca el Padre que le adoren.
Donde hay verdadera adoración profética, nos concierne aprender a manifestarlo. Y para ello, las artes son un medio maravilloso. Sea con canto, danza, o música; pintura, teatro, o cualquier otro medio. Es menester que busquemos honrar al Señor con nuestro arte. Ministrando al Señor, sí; pero también tocando el corazón de los hombres de una manera que los guiará hacia el Señor. Aquel que nos dio la vida merece que gastemos nuestra vida para Él. Expresaremos nuestro amor con cantos, danzas, ofrendas, gritos, actos especiales y todo cuanto el Espíritu Santo ponga en nuestros corazones… Porque Él es digno.
Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios. (Salmos 48:1) Obviamente el salmista cantaba de Jerusalén; pero sé que nosotros podemos creerlo para nuestras ciudades. Porque así como la hermosura de la santidad del Santo de Israel hermosea tu rostro cuando le adoras en intimidad, hermosea tu casa cuando le adoras en tu casa, hermosea el templo cuando le adoramos en el templo, y hermosea la ciudad cuando le adoramos en la ciudad.
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Decidimos aprovechar el feriado de semana santa del 2013 para visitar tres ciudades del occidente de Honduras en una sola gira.
Santa Rosa, Copán
23-25/03/13
Los Pastores Andrés y Fidelia Chavez nos recibieron en las instalaciones de CEFAD, asentadas sobre una loma con vista a buena parte de la ciudad. Como muchos pastores que nos recibían en estas visitas, ellos conocían a Hermana Emma desde hacía años. Más importante aún, todos la tienen en alta estima - como persona y como ministro del Señor.
Por las mañanas impartimos el seminario Adoremos, y por las tardes impartimos talleres - incluyendo danza profética. En los diferentes talleres con los cantores compusimos Yo Me Propongo Hoy, Tú Reinas Hoy, y Tu Presencia.
Los permisos para el uso del parque central eran siempre tramitados con tiempo antes de salir en misión, y Santa Rosa no era la excepción. Tuvimos nuestra primera noche de altar sin percance. Pero el día siguiente llegó noticia de la municipalidad.
La iglesia católica siempre hace procesiones los días de semana santa, y querían que canceláramos nuestro altar. ¿Por qué?, protestamos. ¿Acaso no teníamos un permiso firmado con antelación? Sí, pero es que la iglesia católica siempre ha hecho esta procesión...
En vista de que la procesión marcharía por la calle junto al parque, ni siquiera ocuparía el mismo espacio físico nuestro. Así que acordamos que instalaríamos nuestro equipo, pero que lo encenderíamos hasta que la procesión hubiese pasado. Era eso, o que nos cancelaran el altar.
Encontramos espíritus afines en Gabriela Chávez (hija de los pastores) y su prima Marjorie. Cuando nos despedimos, sabíamos que querríamos mantener contacto con ellas.
Por las mañanas impartimos el seminario Adoremos, y por las tardes impartimos talleres - incluyendo danza profética. En los diferentes talleres con los cantores compusimos Yo Me Propongo Hoy, Tú Reinas Hoy, y Tu Presencia.
Los permisos para el uso del parque central eran siempre tramitados con tiempo antes de salir en misión, y Santa Rosa no era la excepción. Tuvimos nuestra primera noche de altar sin percance. Pero el día siguiente llegó noticia de la municipalidad.
La iglesia católica siempre hace procesiones los días de semana santa, y querían que canceláramos nuestro altar. ¿Por qué?, protestamos. ¿Acaso no teníamos un permiso firmado con antelación? Sí, pero es que la iglesia católica siempre ha hecho esta procesión...
En vista de que la procesión marcharía por la calle junto al parque, ni siquiera ocuparía el mismo espacio físico nuestro. Así que acordamos que instalaríamos nuestro equipo, pero que lo encenderíamos hasta que la procesión hubiese pasado. Era eso, o que nos cancelaran el altar.
Encontramos espíritus afines en Gabriela Chávez (hija de los pastores) y su prima Marjorie. Cuando nos despedimos, sabíamos que querríamos mantener contacto con ellas.
Ocotepeque, Ocotepeque
26-27/03/13
Colindando con Guatemala y con El Salvador, Ocotepeque es la cabecera más occidental de Honduras, y en algunos sentidos, la más olvidada. Nos recibió el presidente de la Asociación de Pastores, el Pastor Jesús Machado, quien curiosamente es oriundo de La Lima y pariente de nuestra Hermana Ninfa. Pero quizás quien más le sacó provecho a nuestra visita fue el Pastor Rafael Castellanos.
Durante el seminario, decidí hacer una demostración. Llamé al frente a una chica con pelo pintado de rojo. Se llamaba Alejandra, y puse mi Biblia en sus manos. Con el Salmo 121 abierto y Aldo tocando un giro armónico en el teclado, Alejandra debería cantar las palabras del salmo con la melodía que el Espíritu Santo pusiera en su corazón. Aunque accidentado al principio, ése fue el inicio de lo que llegaría a convertirse en nuestra canción Jehová Es Tu Guardador.
Resulta que Alejandra era hija del Pastor Rafael. Años atrás, ella era la líder de alabanza de la iglesia. Ciertas situaciones la habían descalificado del ministerio, y desde entonces ya no cantaba en la iglesia. Su padre era el más conmovido, oyéndola cantar:
Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
Durante el seminario, decidí hacer una demostración. Llamé al frente a una chica con pelo pintado de rojo. Se llamaba Alejandra, y puse mi Biblia en sus manos. Con el Salmo 121 abierto y Aldo tocando un giro armónico en el teclado, Alejandra debería cantar las palabras del salmo con la melodía que el Espíritu Santo pusiera en su corazón. Aunque accidentado al principio, ése fue el inicio de lo que llegaría a convertirse en nuestra canción Jehová Es Tu Guardador.
Resulta que Alejandra era hija del Pastor Rafael. Años atrás, ella era la líder de alabanza de la iglesia. Ciertas situaciones la habían descalificado del ministerio, y desde entonces ya no cantaba en la iglesia. Su padre era el más conmovido, oyéndola cantar:
Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
Por la tarde conduje un taller con Pastor Rafael y otros hijos suyos. El Señor le dijo a uno de ellos que Él cumpliría su propósito en nuestras vidas, y ahí escribimos Jehová Cumplirá. Los otros equipos compusieron Salmo 100 y Ninguno Hay Como Tú.
Para una de las comidas, los pastores nos prepararon un viaje especial a la finca de un feligrés. La comida y el paisaje estuvieron exquisitamente campestres. De postre, comimos alfeñique producido en el trapiche de la misma finca. Fue tan deleitoso que algunos del equipo me convencieron de que no tenían labores en los talleres de la tarde, y se quedaron a descansar mientras los demás volvimos a la ciudad a enseñar.
Por dos noches, adoramos al Señor en el parque. Una de mis memorias más cálidas de esa visita consiste en el Pastor Rafael y sus hijos, cantando juntos al Señor. Jehová cumplirá su propósito en mí.
Para una de las comidas, los pastores nos prepararon un viaje especial a la finca de un feligrés. La comida y el paisaje estuvieron exquisitamente campestres. De postre, comimos alfeñique producido en el trapiche de la misma finca. Fue tan deleitoso que algunos del equipo me convencieron de que no tenían labores en los talleres de la tarde, y se quedaron a descansar mientras los demás volvimos a la ciudad a enseñar.
Por dos noches, adoramos al Señor en el parque. Una de mis memorias más cálidas de esa visita consiste en el Pastor Rafael y sus hijos, cantando juntos al Señor. Jehová cumplirá su propósito en mí.
Gracias, Lempira
28-30/03/13
En Gracias nos recibió el Pastor Arturo Perdomo, quien es algo así como un cacique en la zona. Nos alojó en el Eco-turismo Monte Horeb, propiedad del hermano Willy Vásquez. El lugar es espléndido para reposar. Tiene barracas y cabañas, hamacas y piscina, y un restaurante donde le ponen a uno las tortillitas directo del comal. El hermano Willy y su esposa atienden personalmente el negocio con calidez y esmero. Mejor atendidos no podíamos estar.
Pero el Pastor Arturo nos tenía malas noticias: Como era semana santa y mucha gente iba de paseo, nos canceló el seminario y los talleres. Los altares seguían en pie para las noches, pero tendríamos que buscar algo más que hacer durante el día.
Confieso que no me gustó la idea. Después de todo, andábamos en una misión espiritual, no paseando. Pero, ¿qué podía hacer?
Luego nos dijeron que cerca quedaba La Campa, hogar del canopy más extremo de Centro América. ¿Qué podía hacer? Nos fuimos a La Campa y nos tiramos del canopy, atravesando el cañón colgados de las líneas que una y otra vez lo cruzan. Ha sido mi única experiencia en canopy, y reconozco que no lo habría hecho si el Pastor Arturo no hubiese cancelado las actividades.
Y los altares de la noche hicieron más que compensar. Hubo una robusta asistencia, con gente de todas las edades y de diferentes estratos sociales y de distintos trasfondos religiosos. Recuerdo que mientras unos cantábamos y danzábamos con gran algarabía, un anciano oraba calladamente, de rodillas y con sus manos alzadas al cielo. En ese parque, era como si todos realmente éramos una sola familia, alabando y adorando a un solo Dios.
Ha sido uno de los altares más preciosos de los que he tenido el privilegio de ser parte. Y no puedo ni por un momento decir que fue por mi brillante enseñanza durante el seminario.
Pero el Pastor Arturo nos tenía malas noticias: Como era semana santa y mucha gente iba de paseo, nos canceló el seminario y los talleres. Los altares seguían en pie para las noches, pero tendríamos que buscar algo más que hacer durante el día.
Confieso que no me gustó la idea. Después de todo, andábamos en una misión espiritual, no paseando. Pero, ¿qué podía hacer?
Luego nos dijeron que cerca quedaba La Campa, hogar del canopy más extremo de Centro América. ¿Qué podía hacer? Nos fuimos a La Campa y nos tiramos del canopy, atravesando el cañón colgados de las líneas que una y otra vez lo cruzan. Ha sido mi única experiencia en canopy, y reconozco que no lo habría hecho si el Pastor Arturo no hubiese cancelado las actividades.
Y los altares de la noche hicieron más que compensar. Hubo una robusta asistencia, con gente de todas las edades y de diferentes estratos sociales y de distintos trasfondos religiosos. Recuerdo que mientras unos cantábamos y danzábamos con gran algarabía, un anciano oraba calladamente, de rodillas y con sus manos alzadas al cielo. En ese parque, era como si todos realmente éramos una sola familia, alabando y adorando a un solo Dios.
Ha sido uno de los altares más preciosos de los que he tenido el privilegio de ser parte. Y no puedo ni por un momento decir que fue por mi brillante enseñanza durante el seminario.