Wednesday, January 25, 2017

DE REGRESO A CASA (parte 3)

Cuando terminé de construir la casa de Rigo y Mamá, ella me ofreció empleo como el encargado de Comunicaciones de Ministerio Un Nuevo Amanecer (MUNA). Bueno, en realidad no me ofreció un simple empleo. La descripción del cargo hablaba de una oportunidad única de ser la persona que por años MUNA había buscado para llevar luz y revelación a las naciones de la tierra a través de producir los libros y enseñanzas audiovisuales con la Palabra de Dios revelada a su sierva, la Dra. Emma de Sosa. Y otras cosas así de sublimes. ¿Cómo podría rehusar?

Mis nuevas tareas incluían editar y diagramar libros, diseñar portadas y catalogar años de enseñanzas en audiocasete o VHS. Además de permitirme aplicar los criterios de diseño que me enseñaron en la facultad de Arquitectura y las herramientas de diseño gráfico que aprendí en el mercado, estimulaba mi afición por los sistemas auto-sostenibles. Pero más importante aún, me expuso a un considerable tesoro de revelación bíblica - mayormente lo que Dios había manifestado durante los diez años que me alejé.

Pero mi nuevo cargo también me permitía la libertad de reunirme a orar ocasionalmente con algunas veteranas guerreras y adoradoras de la congregación. A medida que el Señor me fortalecía en mi oración personal, mi tímida voz comenzaba a hacerse notar en el pequeño círculo de oración. Cuando me sentí más seguro, comencé a traer mi requinto. Y así como el Espíritu Santo me enseñó a fluir en privado, comenzó a entrenarme en el delicado arte del fluir corporativo.

Cuando una bandada de aves hace su largo vuelo migratorio, los miembros se ubican en forma de V siguiendo principios básicos de separación, alineamiento, y cohesión. De esa manera operan como una sola unidad corporativa. Optimizando la aerodinámica y rotando el rol de liderazgo en la punta, la bandada llega más lejos con menos esfuerzo que si cada uno intentara hacer el viaje solo.

Lo mismo sucede en el Cuerpo de Cristo, sea a nivel de la Iglesia en todo el mundo, en una congregación local, o en un pequeño círculo de oración. Cada uno de nosotros tiene una porción especial dada por Dios. Si todos la ponemos al servicio de los demás, apreciando y respetando el aporte de cada quien, llegaremos todos más lejos con menos esfuerzo.

En cuanto a la música, el Señor estaba santificando mi porción para que fuese útil a los demás. En cuanto a la revelación bíblica y el poder de la oración, el Señor me había posicionado donde pudiese beneficiarme de la fuerza de otros con mayor experiencia que yo. Todo redundaba en bendición para todos y la expansión del Reino de Dios.

Hermana Emma me enroló para servir en el ministerio de alabanza de MUNA. Más de una década atrás, yo había abandonado la silla de liderazgo de este ministerio. Desde entonces había sido ocupada por diferentes personas. Pero una había mostrado ser fiel todo ese tiempo - con título o sin título, como líder o como seguidora - y era ella quien ocupaba el honroso cargo en ese momento: la salmista Mirlen Ramos.

Tuesday, January 17, 2017

DE REGRESO A CASA (parte 2)

Antes, lo normal habría sido encerrarme a escuchar mi colección de CDs, aun sabiendo que me volcaría en una espiral descendente hacia un abismo oscuro. Ahora que quería vivir limpio, lo lógico sería escuchar alabanzas. Pero por más que lo intentara, no podía.

No era un rechazo espiritual - como cuando los demonios internos te impiden buscar la luz. Al contrario, sabía que las alabanzas nutrían mi espíritu. De hecho, disfrutaba de cantar en el culto con mis hermanos. Más bien, el problema era que no lograba disfrutar las producciones de música evangélica. Sobre todo las grabaciones de artistas hispanos de estilos modernos, siempre me dejaban con la sensación de estar viendo al niño bien portado del colegio esforzándose demasiado por entrar al círculo de los chicos populares.

Sin esto ni lo otro, acabé pasando la mayor parte de mi tiempo libre leyendo la Biblia y orando. Mamá me había guardado por años mi Biblia de adolescente - una Biblia de estudio de Editorial Vida, con concordancia, diccionario, índice temático, sinopsis de los libros y reseña biográfica de los autores bíblicos. Un verdadero tesoro de publicación que aún conservo. Con ella rescaté mi hábito de lectura y el estudio bíblico concienzudo.

Ahora, mi vida de oración era otra historia. Durante algún tiempo deambuló entre inexistente y obligada; a veces irrisoria, a veces patética. Muchas fueron las noches en que me acosté tarde leyendo, sólo para despertarme tarde por la mañana a hacer una oración de culpa: ¡Perdóname, Señor, por haberme despertado demasiado tarde para orar! Mañana no volverá a suceder. Amén.

Hasta que una mañana oí en mi corazón la voz del Señor preguntando: ¿Y si hoy en vez de pedirme perdón por despertarte tarde, mejor me dices algo de lo que me hubieras dicho si te hubieras despertado temprano? Por primera vez entendí que Él estaba más interesado en mí que en mi sacrificio. Que anhelaba mi compañía más que mi devoción.

Y eso cambió por completo mi vida de oración. Pasó de ser una carga a ser un momento deseado. Antes era una responsabilidad; ahora mi espíritu se sentía libre hablando con Dios sobre cualquier tema.

Muchas veces, las lecturas bíblicas se convirtieron en oraciones, y las oraciones se convirtieron en canciones. En ocasiones, me hice acompañar con aquel viejo requinto que un día compré en una casa de empeños. Hubo días en que la canción me tocaba en lo profundo de mi corazón. Pero el día siguiente no la recordaba.

Así que compré una sencilla grabadora de casetes y casetes en blanco. Y de allí en adelante me propuse grabar mis cánticos, ya fuera mientras oraba y adoraba o inmediatamente después. Llené un casete entero con cánticos nuevos, y luego otro; y vinieron a ser la música permanente en mi carro. Cuando manejaba, imaginaba los arreglos musicales y cantaba las armonías. La música nutría mi alma, mientras la Palabra de Dios vivificaba mi espíritu.

Thursday, January 12, 2017

DE REGRESO A CASA (parte 1)

El dos mil fue un año excepcional. El hijo pródigo regresó a casa.
El muerto ha revivido
Fue hallado el perdido
Todos cantan en celebración

Me encontré con una nueva vida - en más sentidos de los que lograré explicar. Tras mi década de desorden y despilfarro, Cristo me rescató. Me hizo nacer de nuevo y pacientemente comenzó a transformar mi alma. Me mudé a la casa donde pasaría mis últimos seis meses de soltería. Por lo pronto, era un cajón mayormente vacío. También la casa.

Atestiguaban de los estragos de la inundación del Huracán Mitch, una marca horizontal en las paredes de ladrillo visto y el jardín, vuelto infértil por el lodillo. La mesa del comedor había sido confeccionada de desperdicios de construcción; las bancas, adquiridas en algún mercado. La habitación estaba amueblada con la cama unipersonal de mi adolescencia, un viejo requinto en la esquina, y no mucho más. El piso era mosaico rojo; el cielo raso, gris cemento. Una típica casa abandonada en la Residencial Oro Verde de La Lima.

Era una especie de purgatorio - pero uno que realmente necesitaba. Primeramente por mí mismo. Pero también porque Abbie había aceptado casarse conmigo dentro de seis meses. Y antes de que ella pudiera llenar de color esta casa donde viviríamos los próximos años, el Señor primero tenía que tratar asuntos profundos conmigo.

Durante el día, dirigía la construcción de la casa de Rigo y Mamá. Por las noches iba a Iglesia Piedra Vivas - al culto o al discipulado, según el día. Pero no todas las noches había reunión. Y a Abbie - que vivía en San Pedro Sula - sólo la miraba los fines de semana. Sin televisión, sin internet, sin amigos contemporáneos... Si no tienes cuidado, la solitud puede convertirse rápidamente en soledad.


Friday, January 6, 2017

PRESENTACIÓN

El Señor ha estado trabajando en mí toda mi vida. Animándome aquí, corrigiéndome allá; dando vida a esto, haciendo morir aquello. No siempre he colaborado, pero Él siempre ha sido paciente.

Desde que regresé a su redil en el año 2000, he sido un poco más dócil. No tanto como debería, pero lo suficiente como para dejarme llevar en ciertos viajes - aventuras de fe hacia destinos desconocidos, confiando solamente en mi Señor. Sus diseños jamás han fallado; su divina providencia nunca deja de sorprenderme.

Muchas de estas expediciones han sido en el ámbito de la adoracion, y me han llevado a experiencias inolvidables con gente maravillosa. Gran parte de ello se puede resumir en el colectivo de adoradores que hoy llamamos Adoremos. Este espacio literario pretenderá registrar nuestras CRÓNICAS.